11. NOVIOS (PARTE III)

1.4K 87 22
                                    

CAPÍTULO 11: NOVIOS

POV KATNISS

-PARTE III-

...

Cuando abro los ojos, el sol me da en la cara. Unos brazos me rodean protectoramente, estoy recostada con parte de mi cuerpo sobre algo cálido y levanto la mirada. Con dificultad logro ver el perfil de Peeta, quien mira hacia la ventana. Pero el dolor que siento en mi cabeza es tan grande que vuelvo a cerrar los ojos y emitir un quejido.

-Katniss...

Grita y la jaqueca y dolor de oídos se incrementa.

-No grites. –Me quejo.

-No grites tú.

-No estoy gritando. –Mi voz suena ronca.

-¿Qué nos pasa? –Lleva su mano libre a su cabeza y masajea su sien.

De pronto me siento descompuesta y me levanto de la cama para ir hasta el baño que por suerte se encuentra cerca. Devuelvo todo lo ingerido, incluso la comida. Siento el ruido de unos pasos entrando donde estoy. Alguien sujeta mi cabello entre sus manos y a pesar de no poder ver sé que es Peeta. Se sienta en el suelo a mi lado hasta que termino de vomitar.

-Ya, ya... está bien.

-No hables. Sé me parte la cabeza. –Contesto.

-A mí también. Mejor mantengamos silencio.

Peeta me da algunas palmadas en mi espalda mientras toso. Sigo vomitando hasta vaciar todo mi estomago después Peeta me atrae hacia su cuerpo.

-Yo también desperté en la mañana para vomitar. No debimos beber tanto.

Me sujeto a su espalda y él entierra su cabeza en mi cuello. Volvemos a la cama en silencio y no planeamos conversar y mucho menos hacer algo en todo el día. Abrazados intentamos descansar y en lo posible dormir tanto más como podamos. Yo al menos consigo dormirme al cabo de un rato. No despierto hasta horas después a causa del ruido de la puerta abriéndose. Abrimos los ojos perezosamente y vemos a Haymitch mirándonos con mala cara y los brazos cruzados.

-Debería decir que me sorprende, pero estaría mintiendo. –Suspira. –Son unos irresponsables ¿Qué han hecho en la noche ustedes dos?

Se supone que lo tengo que recordar, pero me siento tan mal que no logro pensar en nada más que el palpitante dolor de mi cabeza y la molestia de mi estomago.

-Estamos mal, Haymitch. ¿Podemos dejar la conversación para otro momento? –Propone Peeta.

-De acuerdo, ahora vendrán a desayunar. Después tendremos una charla muy seria todos juntos.

...

Durante el desayuno nadie habla, Effie y Haymitch lucen amenazantes y entendemos que lo que nos dirán no serán halagos. Sabemos que actuamos mal, pero no hay vuelta atrás.

Nos pasamos el resto del tiempo, en el último vagón hasta que la resaca se nos pasa. Las pastillas que nos dio Effie nos ayudaron a que las molestias desparecieran por completo. Es entonces cuando mentor y escolta aparecen donde estamos. Peeta sigue recostado detrás de mí con sus brazos rodeándome, y su cabeza apoyada en mi espalda. Nos hemos tapado con dos mantas. Effie nos recomendó hacer reposo para que la medicación hiciera efecto más rápido. No hemos hecho nada más que dormir y descansar juntos. No nos movemos pero los observamos acercarse.

-¿Ya están en condiciones de hablar y escucharnos?

-Adelante. –Dice Peeta con cierta desgana. –Si no queda otra.

EN TODO ESTARÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora