18. Primera cita (Parte II)

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CAPÍTULO 18: PRIMERA CITA

POV KATNISS

-PARTE II-

Nos sentamos sobre la hierba, Peeta toma una manta de un bolso y la pone en el suelo. Empezamos a sacar la comida y las bebidas y nos sentamos uno al lado del otro de cara al lago. Me acerco a su boca y lo beso para después apartarme.

-Esta es mi sorpresa para ti.

-¿Qué? ¿El beso? –Pregunta.

-No, tonto. Ya lo sabes. –Bromeo. –Comer frente al lago, por supuesto.

-Por más tentadora que sean estos tentempiés, no me apetecen ahora mismo.

-Me decepcionas ¿tanto esfuerzo para nada?

-Claro porque comprar en mi panadería y buscar comida en tu casa, te tomó tanto trabajo...

Lo miro malhumorada y me lanzo sobre él y lo hago caer hacia atrás junto conmigo. Lo empiezo a atacar con cosquillas, he descubierto sus puntos débiles y los aprovecho a mi favor. Peeta me los devuelve y cambia de posición arriba mío. No sé cuánto tiempo pasamos así, hasta que nos cansamos de pelear y Peeta hace algo que me toma por sorpresa. Me besa. Y yo sin dudarlo por un segundo, le rodeo el cuello con mis brazos y lo atraigo hacia mí. Sus labios son dulces y a la vez apremiantes. Recuerdo los tímidos besos que nos dábamos al comienzo y como la situación cambió hasta ahora.

-¿Era esto lo que querías? –Murmuro contra sus labios mirándolo a los ojos.

-Mucho mejor. –Murmura y tal como esa noche en el Capitolio o en el tren muerde mi labio inferior. No me quedo atrás, le sigo la corriente porque no hay nada que quiera más que estar así con él. Solamente la incapacidad de llevar aire a los pulmones nos separa. Aún así nuestras frentes quedan juntas y nuestras miradas se encuentran.

-Te amo. –Murmuro.

-Te amo. –Responde.

Ambos sonreímos felices. Me sorprende darme cuenta de lo encerrados que ambos nos sentíamos en el Distrito Doce y como estar fuera del Distrito consigue liberarnos de todas aquellas preocupaciones que no nos dejan ni siquiera dormir.

Continuamos comiendo y hablamos para conocernos más, después armamos la tienda de campaña con las instrucciones de la hoja que viene adjunta, Peeta tiene más práctica, me dice que cuando estaba con los profesionales les ayudó a armar varias. Cuando ella está preparada metemos las bolsas, mochilas y bolsos allí dentro.

-Katniss es enorme. –Comenta Peeta sentado frente a mí mientras reviso todo lo que traje para la limpieza.

-No tenía idea. Le pedí a Effie que me enviara una para nosotros dos. Pero ¿entran como seis personas?

Y todavía tiene dos zonas que podrían considerarse living y otro lugar para guardar los bolsos. Depende el tamaño de quienes estén pueden entrar ocho personas perfectamente.

-Creo que Effie quería que estuviéramos más cómodos a pesar de no saber que uso le daríamos. –Digo.

-Tal vez. –Responde. -¿Quieres que vaya a la cabaña? ¿Tiene llave o algo?

-Sí. Y traje lubricante para la cerradura.

Le paso las llaves original y copia a Peeta más el lubricante en aerosol. Me dice que volverá enseguida y deposita un beso en mi frente.

Aprovecho para cambiarme de ropa y dejarle otra muda de ropa oscura a Peeta, remera y pantalón común de jersey, era ropa suya antes de los juegos y la trajo a mi casa.

EN TODO ESTARÉOnde histórias criam vida. Descubra agora