EN TODO ESTARÉ

8. SENTIMIENTOS (PARTE II)

CAPÍTULO 8: SENTIMIENTOS

POV KATNISS

-PARTE II-

Llega la hora del almuerzo, pero como Peeta necesita descansar, la avox de cabello rojizo, le trae una bandeja con patas llena de comida y la coloca a ambos costados de sus piernas con sumo cuidado.

Todavía me resulta incomodo mirarla, porque no he dejado de sentir culpa, pero ella no me odia, de hecho me sonríe cuando me ve, ha escrito con su dedo su nombre en mi mano, me enteré cual es su nombre, y luego escribió un gracias, al que no le encontré explicación lógica, ni siquiera cuando escribió "esperanza".

Lavinia me mira y le digo que comeré con Peeta, y ella me trae una bandeja llena de comida y le agradezco el gesto.

Cuando los dos nos quedamos solos, ya que los demás decidieron comer donde corresponde, empezamos a hablar. Él está sentado de costado con la espalda apoyada en el respaldo alto de unos de los sofás, y las piernas extendidas en línea recta, a veces mueve la sana, pero la otra la mantiene inmóvil. Yo estoy sentada con normalidad a sus pies.

-Quería irte a ver hoy.

-Lo sé. Me dijeron que se complicó y no pudiste ir. Pero, está todo bien. Me has acompañado mucho estos días. Te lo agradezco. En serio, no hacía falta que hicieras tantos sacrificios por acompañarme. Podrías haber dormido más cómoda en tu cama durante las noches.

-Te tenemos que cuidar, Peeta. ¿Recuerdas? Era por si se presentaba alguna complicación. Además, sabes lo mucho que me cuesta conciliar el sueño.

-Eso aún no ha sido un problema para mí, con tanta medicación y morflina. Pero a veces me gustaría no dormir.

-¿Pesadillas?

-Igual que tú. Parece que nos tendremos que acostumbrar a ellas. -Dice con cansancio en su voz.

-¿Las tenías mientras estabas en coma?

-Si, a veces eran sueños agradables, muchas otras veces, pesadillas. Pero todas tenían algo en común.

-¿Qué?

-Tú estabas directa o indirectamente presente.

-¿De que trataban los sueños agradables?

Opto por preguntar respecto a lo primero, no quiero hablar hablar de nuestras pesadillas, porque nos afectaría a ambos.

-Tú y yo... el bosque, la pradera llena de dientes de león, una casa en la Veta. -Peeta sonríe como si recordara algo realmente. -A veces estaba yo solo, pero te escuchaba hablar y cantar. Yo trataba de encontrarte. Aún así, a pesar de no lograrlo, me llenaba de paz escucharte, porque no me sentía solo.

Me sorprende lo que dice. Las palabras de Cinna ahora toman sentido.

-Tal vez lo último no era un sueño. Era yo comunicándome contigo en el mundo real.

-He pensado en eso, creo que esos eran los momentos en los que te sentía más cerca. Es confuso, a veces no comprendía tus palabras y algunas cosas se perdieron en el fondo de mi consciencia. Resulta frustrante no poder hacer lo que tu mente te dicta, estar atrapado en tu propio cuerpo sin poder reaccionar.

-Era necesario.

-Lo sé. -Después hace una pausa mientras come y continúa. -¿Qué fue lo que sucedió hoy?

-El presidente quería hablar conmigo. -Suelto en voz tan baja que temo que mi voz no se escuche. -Fui a la mansión presidencial con Haymitch.

Peeta me mira con ojos abiertos como platos.