20. Hermanos

713 64 18
                                    

CAPÍTULO 20: HERMANOS

POV PEETA

-No cruces por ahí, Rye. Te vas a perder.

-Dijiste izquierda.

-Pero no era tan cerca. –Respondo. Iremos por el lugar que me indicó Katniss.

-¿Por qué no vino con nosotros para servirnos de guía?

-Ya te lo dije, Rye es difícil para ella, además nuestra guía en caso de que nos perdamos.

Le muestro una radio y la prendo.

-Amor ¿me captas? –Pregunto.

-Aquí estoy, amor. –Su voz del otro lado de la línea me responde. - ¿Ya se adentraron en el bosque?

-En eso estamos. Cogimos unos de tus dos arcos y carcajs escondidos.

-¿Llevas cuchillos?

También, los llevamos colgados en el cinturón con sus respectivas fundas. Estamos armados, Kat. No te preocupes.

-Estoy preocupada, quiero que estén alertas. ¿Al final estás con tus hermanos? ¿Tu padre?

-Con Rye y Alexander. –Entonces mi mirada se va al árbol que tallamos con nuestras iniciales de los segundos nombres, Ian y Camille, sólo pensamos que si Gale o alguien veían eso no levantaría sospechas y podía quedar como una muy antigua declaración de amor o algo por el estilo. Aunque en realidad, todas las marcas que tallamos en varios árboles son una guía del recorrido hasta el lago–.  Ahora vamos a ingresar, amor. Diviértete con Madge, te avisaremos si necesitamos tus consejos o indicaciones

-Quiero que te comuniques conmigo cada una o dos horas ¿entendido? No me quedaré tranquila hasta que hayan llegado bien, y después háblame cada tres horas como máximo para saber que no debo preocuparme de que les haya pasado algo y avísenme cuando estén regresando.

-Por supuesto, Kitten. Te mantendré al tanto. He sobrevivido en el bosque de la arena, tenme un poco de confianza. Te prometo que no recolectaré ningún fruto esta vez.

-Más te vale, no soportaría perderte. Cuídate. Te amo.

-También yo. Te amo mucho.

-Que tiernos los tortolitos. –Dice mi hermano mayor cuando corto la comunicación.

-No molestes, Alex. –Lo reto guardando el intercomunicador. Pero él lo ignora y me rodea los hombros con su brazo.

-Lo seguiré haciendo porque por primera vez veo a mi hermano menor con el amor de su vida. Y que por cierto nunca salió con ninguna chica porque sentía que así traicionaría a su ahora novia y no quería ir en contra de sus sentimientos puros, y nunca pareció tener ojos para nadie que no fuera Katniss.

-No los tenía. –Afirmo. Además siempre tuve la esperanza de tomar valor para hablar con mi novia y confesarle mis sentimientos. –Ni los tendré. Además tengo dieciséis, no treinta. No hay nada de raro en que no haya estado con nadie antes de Katniss, menos si ya tenía a la indicada frente a mis ojos ¿no te parece? Te pasó con tu esposa, de todas formas. Te casaste con tu primer y única novia.

-Ya, pero no tardé once años en decidirme a hablarle o no.

-Es fácil cuando tu esposa siempre fue comerciante y tenían cosas en común. Además Katniss siempre fue más complicada de descifrar y diferente al resto... aún lo es. Pero también llega a ser muy dulce si deja salir su verdadero yo al entrar en confianza.

-¿Y has descubierto algo más en el último tiempo? Digo porque vives con ella, duermen juntos y se ven muy unidos. Y pasaron una noche entera solos en el medio del bosque.

Le dedico una asesina mirada.

-Es broma, hermanito. Supongo que no llegaron a tanto.

-Apenas nos estamos conociendo.

Digo deseando no ruborizarme, ni levantar sospechas de lo cerca que hemos estado de hacer el amor en un par de ocasiones incluso en la tienda de acampar a orillas del lago.

-Bien, tenemos que continuar por camino del sendero un kilometro aproximadamente y después doblar a la izquierda.

Mis hermanos se ríen al darse cuenta como evado el tema.

-Después me hablaras de eso. A nosotros no puedes engañarnos. –Dice Alex.

-Somos tus hermanos. –Agrega Rye. –Se supone que puedes contarnos lo que te pasa.

-Creo que algunas cosas puedo reservármelas.

Avanzo más rápido ignorando las miradas curiosas de mis dos hermanos, que me siguen sin poner queja alguna.

Llegamos a destino cuatro horas después, Katniss son dio indicaciones en el momento para que no nos perdiéramos. Aunque el haber ido tres veces ayudó a que me familiarizara con el lugar.

-Es aquí.

Les digo deteniéndome y permitiendo que ellos avancen y vean la belleza del lugar con sus propios ojos.

-Es un lugar muy importante para Katniss y su padre. Nadie ha pisado esta tierra excepto ellos, hasta ahora. ¿Ven esa cabaña?

Mis hermanos dirigen la mirada hacia donde señalo.

-Tenemos que trabajar en ella y ponerla orden, convertirla nuevamente en un lugar habitable. Les advierto, que podemos encontrarnos cualquier cosa dentro.

-Esto de ensueño. –Comenta Rye.

-Lo sé. Es imposible ver belleza dentro del Distrito Doce. Cuatro kilómetros más abajo hay una cascada, no hemos ido pero Katniss dice que me llevará cuando me sienta mejor.

-En ese caso, descansemos un rato, nos dices más o menos lo que hay que hacer y después trabajaremos.

-Les agradezco que me hayan acompañado arriesgándose, es más fácil hacer este trabajo en equipo. Hay que hacer muchos arreglos y limpieza, no puedo confiar en nadie más que ustedes para mostrarles el lugar.

-No agradezcas nada. Aparte siempre sentí curiosidad por saber a dónde iba Katniss cuando salía del distrito y me preguntaba que sentiría ella estando en el bosque, como para arriesgarse a ser asesinada. No creí que hubiera un lugar como este, mas allá de valles y montes. –Dice Alex.

-Hay mucho más. No sé cuanto terreno ha recorrido ella, pero dudo que se haya alejado demasiado por lo general volvía en el día o día y medio. Y no viene aquí desde los doce años.

-¿Por su padre? –Pregunta Rye.

-Por él. Pensé que si arreglábamos la cabaña y cambiamos cosas de lugar o sacábamos muebles innecesarios, podría considerarlo a la larga nuevamente un hogar o un refugio en donde estar.

-¿Una reconstrucción completa?

-Algo así. –Contesto. –Tal vez podría ayudarnos papá y si lo convenzo, Haymitch. Pero primero debemos hacer una limpieza.

Mis hermanos aceptan. Nos ponemos unos trajes especiales unas gafas para que no nos entre polvo en los ojos, algo para taparnos la boca, cascos mineros, botas altas y guantes especiales. Tener que trabajar sobre nidos y refugios de animales, encontrar animales muertos y vivos, o en un lugar lleno de polvo y telarañas, sin protección extra, no es higiénico. Algunas cosas las trajimos ahora, otras están desde hace una semana en la entrada de la cabaña del lado de afuera. Todo continúa intacto.

Cuando entramos lo hacemos sabiendo que tenemos una larga jornada por delante.

EN TODO ESTARÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora