19. Noticias del Capitolio I

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CAPÍTULO 19: NOTICIAS DEL CAPITOLIO

POV KATNISS

-PARTE I-

Han pasado tres días desde nuestra cita. Nos ayudó a liberarnos de nuestras preocupaciones el hecho de ir al bosque, le empecé a enseñar a nadar, lo básico durante ese día y el siguiente. Nos conocimos mucho más. Parece que nunca se acaban los temas para discutir con él, él es divertido y amable y yo trato de seguirle la corriente. Nunca me divertí tanto con nadie, ni me sentí tan amada y protegida desde la muerte de mi padre. Nunca amé a nadie hasta que apareció él y cada día ese sentimiento no hace más que crecer.

Cada vez que me besa o su piel hace contacto con la mía siento que el mundo se detiene y que podría desaparecer todo el mundo menos él y todo estaría bien.

-Te amo. –Murmuro en su oído suavemente cuando empieza mover sus parpados lentamente como señal de que ha despertado. –Buenos días, cariño.

Él abre los ojos y me observa sonriendo mientras yo me mantengo recostada contra su cuerpo.

-Buenos días, Kitten. –Dice con cariño en su voz. Desde que me puso ese apodo en nuestra cita se ha quedado. No me molesta, por el contrario. Se siente especial, nadie me ha llamado de esa forma, es algo entre nosotros dos.

Me acerco para besarlo como cada mañana. Nos quedamos un largo rato en la cama así abrazados y besándonos, hasta que escuchamos la voz de Prim del otro lado de la puerta.

-Katniss, Peeta.

Los labios de Peeta dejan de moverse contra los míos y se aleja de mí un poco

-Yo voy. –Le advierto a mi novio.

Tomo una bata que me pongo encima del pijama. No porque me sienta desvestida, de hecho llevo puesto pantalón largo y una camiseta sin mangas, pero es tan fina la tela que al salir de la abrigada cama siento frío.

-¿Prim? –Pregunto al abrir la puerta y verla nerviosa. - ¿Qué pasa?

-Madge está aquí. Quiere verlos a los dos.

-¿Y eso es malo? Es nuestra amiga. ¿Me vas a decir que sucede, Prim?

Antes de que mi hermana pueda contestar, Peeta está detrás de mí.

-¿Qué sucede? –Esta vez es Peeta quien lo pregunta. No se ha puesto bata pero está completamente presentable, a excepción de su cabello alborotado.

Se para a mi lado y me toma mi mano.

-Madge dijo que era urgente. Que quería hablar con ustedes. Creo que tiene que ver con el Capitolio.

Miro a Peeta confundida y entonces recuerdo que no hemos tenido comunicación con Snow desde que llegamos al Distrito Doce.

Peeta mira de Prim a mí.

-Está bien. Dile que ahora bajamos.

Peeta besa mis labios un segundo y se mete dentro de la habitación para vestirse. Yo cierro la puerta y me arrodillo para quedar a la altura de mi Prim.

-Patito estará todo bien ¿sí? Debe ser alguna carta o algo que Madge viene a entregarnos personalmente.

-¿Segura?

-No pasa nada malo. Peeta y yo ganamos los juegos, somos vencedores, es normal que recibamos cosas de allí.

Le miento. Le estoy a mi familia para protegerla. Pero ¿Qué más puedo hacer? ¿Decirles a ellas que todos estamos bajo amenaza si Peeta y yo no conseguir apagar las chispas de la rebelión? No, no deben saberlo bajo ningún punto de vista.

-Siempre lo trae el cartero. –Dice mi hermana.

-No los comunicados oficiales, algunas correspondencias son enviadas al Edificio de Justicia directamente. No tienes de que preocuparte. –Beso su frente. –Ve con Madge y dile que nos espere en el despacho. ¿Podrías pedirle a mamá que nos lleve desayuno para tres? A Madge le gusta la leche chocolatata, a Peeta y a mí, café con leche. Lo vamos a necesitar.

-Ya mismo voy.

No estoy segura sobre si me creyó, simplemente hizo de cuenta que su preocupación se fue, pero no pienso preguntárselo por ahora, levantaría sus sospechas aún más.

-Peeta. –Digo golpeando la puerta del baño, ya que está metido allí. –Iré a mi habitación ¿sí? Quiero cambiarme y arreglarme más rápido. Te espero en el despacho.

-¿Despacho? –Grita.

-Allí le dije que a mi hermana que llevara a Madge, hablaremos con más tranquilidad allí.

De hecho, Haymitch se aseguró que no hubieras cámaras, ni micrófonos. Buscamos en silencio por todos lados y no encontramos nada. En la casa de Peeta no hemos revisado aún.

-De acuerdo, allí estaré. ¿Crees que sea malo?

-No lo sé, Peeta. Pero si vino Madge con algo importante que decirnos lo sabremos.

No me baño, lo dejaré para después, porque no quiero hacer esperar a mi amiga y estoy demasiado ansiosa por no saber el motivo de su visita. Ahora es un tema serio al parecer.

Peeta ya está con ella, ambos sentados en unos sofás frente a frente.

-Perdón la demora, Madge. –Me disculpa tras saludarla con un abrazo.

-Fue mi culpa debí avisar, no venir tan temprano. No sabía que dormían hasta tan tarde.

-A veces, por las pesadillas. Las noches no son buenas aliadas para nosotros. –Dice Peeta con cierta tristeza y yo me siento a su lado y tomo su mano entre la mía.

-Secuelas de los juegos, entiendo. Incluso yo tenía pesadillas sobre ustedes y sé que Prim y Gwen también. Pero no se deben comparar con las de ustedes.

-Lo dudo. –Respondo. –Es peor estar dentro. ¿Por qué viniste, Madge? Prim actuaba raro.

-Le dije que tenía que ver que tenía que ver con el Capitolio. No debí decirlo, lo siento.

Luce avergonzada y arrepentida.

-No lo sientas. –La tranquiliza Peeta. –Está bien.

-Bien. Mi padre recibió una carta y un DVD en casa. Tiene el sello personal del Presidente y está dirigida a ustedes dos, así me pidió que se las trajera de forma urgente.


EN TODO ESTARÉTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang