Capitulo 23

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Un vestido verde corto que le llegaba un poco antes de las rodillas, sus mangas eran caídas, podían verse sus hombros desnudos, sus zapatos eran Dorados .

Eduardo: Estás preciosa, vamos.

Eduardo besó sus manos..

Bárbara: gracias, tú siempre tan galante! pero nos iremos en mi auto.

Eduardo: puedo saber por qué?

Bárbara: correrías un riesgo si alguien reconoce las placas de tu coche, y te echa de cabeza, no quiero que tengas problemas por mi culpa.

Eduardo: si tienes razón, déjame adivinar, tu conduces ?

Bárbara sonrió...

Bárbara: así es.

Durante el camino platicaron de todo, se rieron, parecían viejos amigos, Eduardo era todo un hombre y como tal no disimulaba en fijar la mirada en las piernas de Bárbara, ella no era nada tonta lo percibía y le seguía hablando.

Bárbara: llegamos.

Eduardo: no, no, espérame yo te abro la puerta.

Bárbara: vaya que caballero!

Los dos entraron al lugar, era bastante interesante adentro parecía de noche, música era alta, eligieron una mesa y se sentaron, pidieron dos deliciosas Sangrías, hablaron de todo y a la vez de nada, Eduardo estaba más que idiotizado escuchándola hablar, su voz era melodía para sus oídos, ella  no dejaba de sonreirle.

Brindaron por su "Amistad" en realidad ellos no daban nombre a su extraña relación, llegó un momento de música Romántica, Eduardo la invitó Bailar.

Tomados de las manos y abrazados siguieron el ritmo de música, dejándose llevar como una hoja en el aire.

Eduardo levantó su mirada para hablarle.

Eduardo: no sé que me pasa contigo, quisiera tenerte asi siempre, mirándote a los ojos te abro mi corazón, lo que siento por ti es cada vez más fuerte,  siento de ganas de ...

Bárbara: de besarme? Hazlo, yo siento lo mismo, jamás había sentido algo tan fuerte quiero sentir tus labios sobre los mios.

Eduardo le sonrió, beso su frente, sus mejillas y por ultimo llegó a sus labios, ella le correspondió con un beso  muy intenso,  lo abrazó y él la tomó por la cintura, estaban bailando y besándose al ritmo de la música, sus corazones latían rápidamente como pasó con su primer beso, se olvidaron por completo de la gente que los observaba, sólo existían ellos, la música y aquel sentimiento tan intenso que iba creciendo, cuando el beso terminó, abrieron sus ojos pero continuaron besándose, marcando así el  inicio de la unión de sus almas.

Bárbara: me siento tan feliz.

Eduardo: Jamás imaginé que fueras tan tierna y apasionada a la vez.

Bárbara: creo que despertaste en mi muchos sentimientos.

Eduardo: igual en mi, eres tan hermosa.

Bárbara: ya te vi, sube la mirada, yo estoy aquí jajaja.

Lo dijo en tono burlón al ver que su mirada iba concentrada en otro lugar no era su cara.

Ambos rieron.

Eduardo: Perdóname es que no pude evitar observarlas, son hermosas... refiriéndose a sus piernas.

 que pasa por que te quedas asi?

Bárbara se plasmó y fijó su mirada a un solo lugar...

MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora