MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.

Capitulo 39

Gonzalo: Bárbara?

Bárbara y Eduardo acaban de separar sus labios, por suerte Gonzalo no los había visto.

Bárbara: si dime Gonzalo

Gonzalo: Ahh veo que Eduardo ya esta aquí para comunicarte que él se encargará de estar al pendiente de cada paso que tomes en la empresa, para comunicárselo a la familia.

Bárbara: si, de echo, eso me estaba explicando.

Eduardo: si Don Gonzalo, ya quedo todo claro, bueno les pido un permiso.

Bárbara: necesitas algo más Gonzalo?

Gonzalo: nada solo era eso.

Bárbara: uff que cerca estuvo, pero me encantó, hacer el amor en sitios prohibidos es más que excitante, Eduardo me enloquece, lo amo tanto.

Eduardo se dirigió a su oficina,estaba satisfecho y feliz con lo que acababa de pasar.

El resto del dia, transcurrió con bastante trabajo para ellos dos, Bárbara dejó todo listo y salió, quería ver a Santi, Eduardo no pudo despedirse de ella, supuso que ya estaba en su casa, asi que sin dudarlo salio para alla.

Bárbara le dio de cenar a Santi y se puso a Jugar con él, estaba en la habitación del niño, Eduardo los veía desde la puerta sin evitar sonreir.

Eduardo: hola, hola...

Santi corrió a abrazarlo, el lazo que Santiago ya tenia con Eduardo y Bárbara era irrompible, aunque lo tuvieran bajo su cuidado de manera temporal, los tres parecían una familia.

Empezaron a Jugar con sus carritos y muñecos, pero ocurrió algo hermoso,  el pequeño,  le empezó a mandar besos a Bárbara y a Eduardo, ambos rieron por esa acción.

Bárbara: es algo tan lindo! cuando Aurora Nació jamás la vi, no supe como era su carita, sus ojos, me hicieron creer que estaba muerta y ahora este angelito me hace pensar que así era ella a esa edad.

Eduardo: es posible, es su madre, Aurora tiene un parecido contigo, Santi también, si tuvieras un hijo seguramente saldría precioso.

Bárbara: un hijo?

Eduardo: te gustaría tener otro?

Bárbara:  no lo sé, cuando nació Aurora yo era una niña, en mi inmadurez soñaba con cuidarla y llenarla de mucho amor, pero las cosas fueron diferentes.

Eduardo: pero no tiene por que repetirse, yo estoy contigo y lo que más quiero es que formemos una hermosa familia juntos.

Bárbara: Hablas enserio?

Eduardo: Si!

Bárbara: es mejor no adelantarnos, lo nuestro apenas comienza, vamos a dejar que el tiempo acomode las cosas en su lugar, la verdad me encantaría tener un hijo tuyo, para llenarlo del amor que no pude darle a mi hija Aurora

Eduardo: así será mi amor, por lo pronto vamos a cuidar de Santiago.

Bárbara: si dámelo, lo acostaré en su cama.

Bárbara: dulces sueños mi principe hermoso.

Eduardo:  príncipe ? no me hagas sentir celos.

Bárbara: no tienes porque sentirlos.

Eduardo y Bárbara se besaron, Santi ya estaba dormido.

Al día siguiente Flor estaba dejando unos archivos en la oficina de Bárbara cuando encontró un reloj, Fernanda la estaba buscando.

Fernanda: Florecita donde estabas? te estaba buscando desde hace rato.

Flor: señora Fernanda es que estaba dejando unos documentos en la oficina de la señora Bárbara.

Fernanda: que es eso que traes ahí en la mano?

Flor: un reloj, lo encontré en su oficina.

Fernanda: me permites? 

( Fernanda agarró el reloj, y pensó que era idéntico a uno que Eduardo tenia ).

Fernanda:  Florecita damelo me encargaré de buscar el dueño.

Flor: si Señora Fernanda.

Fernanda entró a la oficina de Bárbara a investigar sobre el porque el  reloj había estado allí.

Bárbara entraba y venia hablando por celular.

Bárbara: bien acepto tu invitación,  nos vemos esta noche, si me parece bien. ( Eduardo la había invitado a bailar esa noche)

Bárbara entró y se sorprendió a ver a Fernanda adentro

Bárbara: que haces aquí?...