Capitulo 47

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Fernanda: su esposa? Esta segura de lo que dice?

Recepcionista: por supuesto, están registrados en la misma habitación.

Fernanda colgó, estaba destrozada, era cierto,  Eduardo tenía otra mujer y por eso quería divorciarse, necesitaba enfrentarlo, así que planeaba viajar a Acapulco en su búsqueda.

Bárbara y Eduardo estaba teniendo mucho éxito con sus presentaciones a los empresarios, juntos eran el mejor equipo de trabajo, todos aplaudían lo que hacían, consiguieron la firma prematuramente, ya la alianza con Lactos era un hecho, después de tres días todo estaba resuelto, Fernanda se sentía vacía, decepcionada, triste.

Bárbara subió a la habitación para ponerse algo más cómodo y poder salir con Eduardo a dar un paseo, en el lobby una de las recepcionistas.

Recepcionistas: señora Bárbara olvide decirle que hace un par de días una mujer llamó al señor Eduardo.

Bárbara: una mujer?: que le dijo exactamente?

Recepcionista: me pregunto por él y yo le dije que había salido con su esposa, o séa usted.

Bárbara: mencionó mi nombre?

Recepcionista: no señora.

Bárbara: bien, entonces si vuelve a llamar no le diga nada,es la hermana de mi marido y no queremos que nos moleste, si llama le dice que salimos o lo que se le ocurra, no podemos encontrarnos con ella, es un gran favor que le pido.

Recepcionista: entendido señora ,entonces no diremos nada, no se preocupe.

Bárbara subió a su habitación, no había duda, era Fernanda quien había llamado, tenían que tener más cuidado porque sabía de sus alcances y cabia la posibilidad de que se atreviera a buscarlos en el hotel.

Se cambio su ropa, Eduardo la esperaba en el lobby, mientras caminaban a la playa Bárbara le contó sobre la llamada, están muy cerca de ser descubiertos, la única salida era irse a otro hotel, pero por un lado eso levantaría mas sospechas.

A Bárbara se le ocurrió que podrían reservar otra habitación en el mismo piso a su nombre y alertar a la recepcionista incluso pensó en darle dinero por su silencio.

Pero lo harían después de caminar bajo la arena y ver el atardecer juntos, pudieron ver como el sol se escondía y en su lugar aparecía la luna, en realidad fue algo hermoso, ya era de noche y se les ocurrió contar las estrellas.

Eduardo: ves las miles de estrellas?

Bárbara: si.

Eduardo: por cada una de ellas hay un te amo para ti mi bonita.

Bárbara: eres el  mejor hombre, te amo tanto.

Bárbara se acercó y lo beso.

Bárbara: bueno, muchas veces me he preguntado que se sentirá hacer el amor sobre la arena e iluminados por la luna como estamos en este momento?

Eduardo: sería buena idea averiguarlo.

Eduardo la tomo por la cintura y la beso, al mismo tiempo que ambos descendieron lentamente hasta caer sobre la arena, Eduardo no dudo en acariciar sus piernas a medida que levantaba un poco el vestido, el no llevar correa le permitió deshacerse más rápido de los pantalones, quitarle a Bárbara el vestido, besar cada parte de su cuerpo de abajo hacia arriba y en sentido contrario una y otra vez, apoderarse de su cuello una de sus grandes debilidades, ella besaba también cada parte del Cuerpo de Eduardo, ya lo conocía perfectamente y sabia cuales eran sus puntos más sensibles, cuales al tocar y besar lo hacían excitarse, entre caricias y coqueteos se entregaron a la luz de la luna, revolcándose sobre la arena, era una noche mágica, apasionada, una vez más sus cuerpos ardían de placer llegando incluso al mayor de sus orgasmos.

Por Desgracias Fernanda había tomado un vuelo en la noche y ya estaba en el hotel, pregunto a una de las recepcionistas por Eduardo, por suerte era la misma con la que había hablado días antes.

Fernanda: Eduardo Juarez se encuentra?

Recepcionista: si, pero salió.

Fernanda: otra vez? Llame hace dos días  llame y me dijieron lo mismo.

Recepcionista: el señor se pasa todo el día en reuniones.

Fernanda: ya veo, y la mujer que lo acompaña?

Recepcionista: ahh la señora Bárbara?

Fernanda: si, ella.

Recepcionista: también, por lo que he visto trabajan juntos, se la pasan de comida en comida con empresarios.

Fernanda: y hay alguien más con ellos?

Recepcionista: no señora, solo ellos, es más aquí tengo los numero de sus habitaciones por si quiere saberlo.

Fernanda: no es necesario, quiero una habitación por favor ya mañana hablaré con él.

Fernanda subió a su habitación, la recepcionista llamó a Bárbara a su celular.

Recepcionista: señora Bárbara, la Señora Fernanda esta en el hotel y pregunto por ustedes.

Bárbara: y le dijo lo que acordamos?

Recepcionista: si, también me encargue de pasar sus cosas a la otra habitación que reservó.

Bárbara:Gracias, tendrá una muy buena bonificación por sus servicios.

Eduardo: se trata de Fernanda?

Bárbara: si, está aquí, Tenemos que regresar al hotel, esta noche no podremos dormir juntos.

Bárbara y Eduardo regresaron al hotel, no sin antes darse un baño en el mar, pues sus ropas estaban llenas de arena.

Entraron al hotel y subieron a sus cuartos, pero en el pasillo se cruzaron con Fernanda...

MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora