MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.

Capitulo 74

Después de sentir y hablarle un rato a los bebés, Bárbara y Eduardo se vistieron y bajaron a la sala, justo cuando entraban Antonio, Aurora y Santi.

Aurora: por lo que veo, las cosas entre ustedes se arreglaron.

Antonio: eso parece, nada mira sus caras de felicidad.

Bárbara: no podemos ocultar la felicidad que sentimos de volver a estar juntos.

Eduardo: Gracias Antonio, porque sin tu ayuda jamás habría logrado volver a verla.

Antonio: no tienes nada que agradecer.

Aurora: Gracias Eduardo por hacerla feliz.

Eduardo: consagraré mi vida a ella y a nuestros hijos.

Antonio: no quiero dañarles el momento pero que piensan hacer ahora?

Eduardo: bueno, de hecho apenas lo estamos hablando, Bárbara está  a mitad de su embarazo, y los meses pasan muy rápido, así que la decisión a tomar debe ser rápida.

Aurora: Antonio, no los presiones, déjalos tranquilos, Eduardo te aprecio mucho, ya sabes que tu y mi mamá cuenta conmigo para lo que sea.

Eduardo: lo sabemos, Gracias.

Antonio: ya es hora de cenar, no? Tienen hambre?

Eduardo: si vamos a comer, que mi reina tiene que comer por tres.

Bárbara: oye no! Como crees, en poco tiempo voy a salir rodando!

Todos rieron, cenaron y entre bromas las risas no se hacían esperar, platicaron durante horas, era tardísimo.

Eduardo iba a irse a su hotel.

Bárbara: es un poco tarde, quédate a dormir aquí en la hacienda.

Antonio: es cierto puede ser peligroso que andes sólo a estas horas, además los taxis ya no pasan tan tarde,pediré que arreglen un cuarto para ti.

Bárbara: no es necesario, Eduardo puede dormir conmigo.

Antonio: estás loca?

Bárbara: Que tiene de malo?

Antonio: no esta bien.

Bárbara:  Antonio, No sería la primera vez que pasemos la noche  juntos.

Aurora: mi mamá tiene razón, además estará pendiente si necesita algo.

Eduardo: Antonio, no haremos nada indebido, solo dormiremos.

Antonio: está bien, pero al rato me acercó a ver si es verdad.

Bárbara: que exagerado!! ven mi amor vámonos a dormir.

Bárbara y Eduardo subieron a la habitación, el tan solo pudo quedarse con su ropa interior y su camisilla, Bárbara traía una pijama blanca de short preciosa y muy cómoda.

Estaban algo cansados, Bárbara se durmió rápido, Eduardo la abrazó,y se quedó dormido minutos después, Antonio no se aguantó las ganas y entró a la habitación ahí los vio profundamente dormidos y abrazados, Aurora entró.

Aurora: sabia que no te ibas a quedar sin las ganas de venir a verlos, vamos.

Antonio: los ves? Que bonitos y tiernos se ven.

Aurora: ojala pronto su relación se formalice.

Antonio: Eduardo quiere casarse con ella, pero como apenas salió lo del divorcio necesita más papeleos y esas cosas para poder hacerlo.

Aurora: entiendo, bueno vámonos a dormir.

Al dia siguiente, antes de que Eduardo y Bárbara bajaran a desayunar, Antonio se encargó de ir por las cosas de Eduardo y pagar el hotel, la idea era que viajara con él y Aurora en la tarde de regreso a la ciudad.

Antonio: Buenos días! Como durmieron?

Eduardo: perfectamente, verdad bonita?

Bárbara: si.

Durante el desayuno discutían sobre lo que harian ahora.

Eduardo: Antonio, yo se que soy el puente entre los Elizalde y tú pero desearía dejar de serlo, quiero trabajar cerca de este pueblo, no quiero dejar de ver a Bárbara.

Antonio: me quitarías un peso de encima, la verdad me preocupa cada vez que nos vamos y la dejamos aquí, déjame pensar en algo.

Bárbara: mi amor no quiero que te metas en más problemas.

Eduardo: no te preocupes, espero para el próximo fin de semana tener una solución.

Caminaron un rato alrededor de la hacienda, hasta que llegó la hora de su viaje de regreso, Bárbara fue al Aeropuerto a llevarlos.

Al despedirse de ellos sintió un gran vació, trato de evitar las lágrimas pero le fue imposible, Eduardo entendió que debía estar con ella, no quería verla cada fin de semana, quería verla, todos los días, despertar a su lado, consentirla, amarla y acompañarla siempre.

Eduardo: nos veremos en unos días bonita.

Bárbara: aquí te estaré esperando.

Se abrazaron muy fuerte, tomaron el avión, Bárbara regreso a la hacienda,  para retomar su día.