Capitulo 38

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Liliana: al menos te importa el bienestar de mi sobrino!

Bárbara: por supuesto, esta bajo mi cuidado.

Liliana: Bárbara usas al niño para congraciarte con la familia?

Bárbara: lo único que me importa es que este bien y mientras Aurora no pueda hacerse cargo  lo haré yo.

Liliana: entonces disfruta este tiempo que esta bajo tu cuidado, porque en cuanto Aurora y mi hermano estén bien no te permitirán verlo.

Bárbara: me queda claro, necesitas algo más?

Liliana:  nada de lo que hagas hará que te aceptemos.

Bárbara:bien, te puedes retirar por favor, tengo mucho trabajo y me quitas tiempo valioso.

Bárbara se quedo el resto de mañana trabajando, a la hora de comer como había acordado, se quedó esperando a Eduardo, aprovecharían que no había nadie para poder hablar.

Eduardo: puedo pasar?

Bárbara: si pasa.

Eduardo, cerró la puerta y sin que ella se diera cuenta le puso seguro.

Eduardo: en que íbamos?

Bárbara: en que ibas a explicarme por que te estabas besando con fernanda, y no me lo vayas a negar por que yo misma te vi.

Eduardo: Fernanda quería que hablaramos de nuestro matrimonio, salimos a cenar para hablar con tranquilidad, ella me pidió que nos fueramos de viaje.

Bárbara: y aceptaste?

Eduardo: no, claro que no, le dije que nos divorciáramos, ella se negó y en un arranque de desesperación me besó, todo fue muy rápido, no tuve tiempo de reaccionar, supongo que fue cuando nos viste, pero te juro por lo más sagrado en mi vida que eres tú, que por Fernanda no siento nada, para mi no existe otra mujer más que tú.

Bárbara: me lo juras?.

Eduardo: si.

La expresión de enojo de Bárbara desapareció..

Eduardo: ahora dime tú, quien era aquel hombre que estaba contigo ayer?

Bárbara: hablas de Sebastian, era mi médico y un gran amigo,  gracias a él recupere mi vida, estuve en tratamiento mucho tiempo, vino de visita y se ofreció dejarme en casa.

Eduardo: entiendo, entonces ya está todo claro entre nosotros.

Bárbara: creo que si.

Bárbara se acercó a él, le jaló la corbata y lo besó con todas las ganas, lo abrazó por detrás y le quitó el saco, el la abrazo y la besó con más intensidad, ella le quito el nudo de la corbata y lo aventó, le desabotonó la camisa, él presionó contra la pared con toda la pasión del momento, tocó su trasero y acaricio sus piernas, ella misma se quito el vestido que traía, los zapatos,lo abrazo y mientras se besaban ella bajaba sus manos y le acariciaba la espalda y las nalgas mientras le quitaba la ropa interior, el desabrocho su brasier ambos caminaban lentamente por la oficina mientras dejaban a su paso la ropa, ya desnudos, el la subió sobre el escritorio, ella abríó la piernas y llego el momento de que él entrara en ella, lo hizo suavemente, enloqueciéndola de placer, él seguía besando cada parte de su cuerpo, lo volvían loco, la levantó y la apoyo contra la pared, las piernas de Bárbara seguía abiertas y sus cuerpos unidos, los movimientos de ambos era intermitentes y constantes. Eduardo gemía y Bárbara también, estaban tan concentrados en darse placer que olvidaron donde estaban,bajaron al suelo, Bárbara dominaba la situación, Bárbara tenia su propio ritmo durante sus sensuales movimientos sobre Eduardo, él la agarraba de la cintura, acariciaba una y otra vez sus senos, Bárbara se apoyaba en su pecho, se agacho para besarlo, él dio media vuelta y quedo sobre ella,llegaron al orgasmo mutuo, faltaba poco para que la hora de comer terminara, ellos yacían abrazados en el suelo.

Barbara: fue algo tan...

Eduardo: apasionado..

Bárbara: intenso...  debemos  vestimos, alguien puede tocar la puerta.

Eduardo: como me gustaría quedarme aquí contigo todo el día.

Bárbara: a mi tambien pero no podemos.

Bárbara se levanto y empezó a vestirse, Eduardo también, mientras lo hacían no paraban de observarse.

Ya vestidos pusieron todo en orden, papeles, carpetas, todo aquello que minutos antes había caído al suelo, quitaron  el seguro de la puerta, Gonzalo estaba rodando la perilla cuando...

MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora