Capítulo 3

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"Una chica"




"Si la gente no se está riendo de tus sueños,

tus sueños no son lo suficientemente grandes"

(Grayson Marshall)




"Um, hola Sydney, soy yo; Niall. ¿Me recuerdas? ¿El chico que se metió en tu camino cuando ibas en tu bicicleta y después te invitó a tomar algo? En fin, estaba preguntándome... tienes algo que hacer esta tarde, conseguí un par de boletos para ir a ver esa película romántica de la que todos están hablando... y, pensé que te gustaría ir a verla, no quiero que te veas presionada ni nada de eso porque es una película de ese tipo y- y esas cosas yo- uh, ¿sabes qué? ¿Puedes devolverme la llamada cuando escuches esto? No quiero divagar más de lo que lo he hecho. Um... adiós..."

Presiono colgar, miro a la pantalla y suelto un bufido de desesperación hacia mi persona. ¿Por qué no puedo medir mis palabras? No debí haber dejado el mensaje en la contestadora en primer lugar. Es más, debí haber dejado de insistir en mis llamadas después de la cuarta vez que intenté comunicarme con Sydney.

Me siento sobre la cama después de dejar lejos el teléfono, dentro de un cajón pero al mismo tiempo con el volumen de timbre más alto para que no pase desapercibido el hecho de que alguna llamada está entrando.

Miro a mis manos, al resto casi invisible de la tinta de la pluma con la que escribió en mi mano el otro día. Ya han pasado dos días, ese era un bolígrafo realmente bueno. He ido a caminar a través del mismo parque, pero no he vuelto a encontrarla y no sé por qué eso me tiene tan desesperado. Willie no hace otra cosa más que rodar los ojos y soltar un bufido al verme intentando comunicarme con ella. Intenta llevarme fuera, pero he preferido quedarme en casa, mirando la televisión mientras bebo un poco. También la he buscado en redes sociales, y lo único que encontré fue un perfil de una Sydney Anne Taylor que no pertenece a ella. Es casi como si ella no existiera, como si mi encuentro con la rubia jamás hubiera ocurrido.

Camino hacia el cajón donde coloqué el pequeño aparato que me frustra tanto al no obtener respuesta. Lo tomo y reviso mis llamadas y mensajes, sabiendo que no habrá respuesta de Sydney. Sin embargo, hay dos mensajes: uno de Laura y otro de un número desconocido.

Número desconocido: «De verdad, Niall. Ríndete ahora mismo, no llegarás lejos con ella.»

¿Qué es esto?

Frunzo el ceño y escribo una respuesta rápida: «Oh, ¿Quién diablos eres?»

Me detengo antes de presionar enviar, recordando al chico que acompañaba a Sydney. Debe ser él, él debió haber visto el historial de llamadas en el teléfono de Sydney o algo así y ha decidido amenazarme. Así que tomando en cuenta eso, reescribo mi mensaje.

«¿Por qué? ¿Por qué tú me lo dices, Adam?»

«Sólo estoy pensando... ¿tienes tú el teléfono de Sydney y estás impidiendo que ella sepa sobre mis intentos de comunicarme con ella?»

En la barra en la parte superior se muestra la leyenda "escribiendo" que desaparece, y muestra la última conexión. Un minuto después, recibo una respuesta.

Número desconocido: «Óyeme bien, conozco a Sydney desde hace mucho tiempo. No creo que seas su tipo... no, no creo que ella sea tu tipo. Déjala en paz, sé con seguridad que hay cientos de chicas que preferirías a tu lado, y ellas a ti.»

Ahora, estoy enfadado. Pero ni siquiera pienso en el hecho de que ellos dos son pareja, y si así fuera, ¿no sería tiempo suficiente para que Adam me reclamara serlo? ¿No me habría pedido ya que dejara de intentar comunicarme con su novia? Porque, para todos –al parecer– yo tengo la pura intención de salir con Sydney.

Y no se equivocan.

«Deja que ella sea la que decida por sí misma, no intervengas...

Antes de que termine de escribir, una llamada entra del mismo número desconocido y repentinamente entro en pánico. Deslizo el dedo para aceptarla y llevo el teléfono a mi oreja.

—Mira, Niall, no conozco más allá de lo que las revistas dicen de ti y tu banda. No creo que seas un hombre malo y es por ello que me vi en la obligación de advertirte esto: Syd no es una chica para ti, y no veo porque deberías aferrarte a la idea de tener algo con ella de la manera en que estás haciéndolo. Simplemente no tiene sentido cuando tú puedes tener a la mujer que quieres. —la voz de Adam se hace escuchar desde que acepto la llamada, habla rápidamente y con una voz firme. —Si tu intención es-

—Tranquilo hombre. —lo interrumpo finalmente, y no sé qué más decir para no sonar a la defensiva o completamente ofendido como me siento.

—No, necesito que me escuches. Sé que le viste a Sydney, es la chica más increíble que he conocido en mi vida y desde la primera vez que interactué con ella sentí una conexión, pero ella es jodidamente inalcanzable para ti porque-

Termino la llamada, estoy harto de escuchar el tipo de mierda que cualquier madre le diría a su hijo cuando desaprueba su pareja. Ella y yo ni siquiera somos pareja, nos hemos visto una única vez en la vida, ¿Por qué siento como si la conociera de toda la vida?

—Es jodidamente increíble. —mascullo y salgo de la habitación, después de haber leído el mensaje que Laura me envió, invitándome a una fiesta.

A lo mejor lo que me atrae tanto a Sydney como un mosquito a la luz se pueda erradicar con un par de cervezas y una resaca de muerte para mañana.


(. . .)


Un par de labios se posan con fuerza sobre los míos, no sé quién es ella, no sé de donde ha venido, pero todos los comentarios de los presentes en la fiesta y la falta de lucidez en todos nosotros ha hecho que esto ocurriera con la normalidad con la que tomé vaso tras vaso lleno de alcohol.

Escucho los vítores y el comentario de Willie diciendo: "Ya era hora, me estaba cansando de hablar tanto de esa chica."

De pronto, todos parecen prestarle atención a Willie, incluso la pelirroja que antes me besaba. Y él, impulsado por todo el alcohol que ha bebido, comienza a hablar.

—Una chica lo atropelló con su bicicleta el otro día, fue un descuido de ambos, supongo, pero Niall no ha dejado ir la idea de hablar con ella, le marca una y otra vez, incluso la invitó a beber algo justo después de haber sido golpeado por ella. Es bastante extraño que él esté tan obsesionado con la idea de mantener comunicación con alguien que bien podría sustituir con algo mejor y todos sabemos de qué estoy hablando.

Odio cuando la gente me subestima, pero odio más cuando alguien de mi familia subestima a alguien que me comienza a interesar. Odio cuando mi opinión no es respetada y mi vida es puesta de esta manera.

Aprieto los puños y me pongo de pie, lanzándome sobre Willie, mi puño golpea su mejilla y él suelta su bebida, vertiéndola sobre su ropa y Laura a su lado. Golpeo una vez más, antes de sentir como alguien me toma por la cintura y me hace hacia atrás. Puedo ver borrosamente a mi alrededor, estoy muy ebrio para esto. Doy un puntapié a quien me detiene y me tambaleo hasta el jardín, escuchando que llaman mi nombre. Tomo el teléfono fuera y marco inmediatamente.

— ¿Qué clase de bruja eres? ¿Qué me has hecho? —arrastro las palabras, demostrando mi estado de ebriedad. Puedo escuchar un crujido del otro lado y luego una voz adormilada y confundida.

— ¿Quién habla? ¿Qué es esto? —su voz es dulce y confundida, a lo mejor puede haber miedo en ella. No contesto, solo escucho en el fondo hablar la detestable voz de Adam diciendo: "Deja eso y vuelve a la cama", cosa que logra que yo termine la llamada, con la sangre hirviendo en celos.

Late for Love | niall horanWhere stories live. Discover now