Late for Love | niall horan

Capítulo 6

"Un comienzo"

"El amor dice:

He visto las partes feas de ti,

y me he quedado."

(Matt Chandler)

—En resumen... estás diciéndome que Sydney presenta algún trastorno de memoria o alguna enfermedad psicológica que un puñado de especialistas no han podido describirte a lo largo de un año. Y, que a pesar de todo el tiempo que ha pasado, sigues amándola pero ella a ti ya no te quiere y tú estás bien con que yo intente salir con Sydney. —englobo todo lo que me ha dicho y en lugar de dejarlo salir a modo de pregunta, lo digo como una gran conclusión. Al menos, eso es lo que he entendido de su pequeña historia con espacios en blanco.

—Algo así. —Adam me responde, encogiéndose de hombros. Toma la botella de cerveza que la camarera ha colocado apenas un minuto atrás. Sinceramente, creí que no la tomaría, debido a la reticencia que ha arraigado en Sydney acerca del alcohol. —Pero yo no he dicho que ella ha dejado de quererme...

Elevo mis cejas. —Sin embargo Sydney no te trata como lo hacías antes.

Sus hombros se hunden y bebe una vez más. —Sí, lo sé.

Afirmo con la cabeza, bebo de mi cerveza y luego miro en su dirección, aprovechando que está distraído y no nota mis acciones –o al menos es lo que parece–. Quiero encontrar una fisura que lo delate y pueda saber si está mintiendo o realmente se ha sincerado conmigo a pesar de no conocerme en lo absoluto.

Es incómodo, viéndolo desde otra perspectiva... Adam estuvo a punto de casarse con ella, fue mucho más lejos de lo que yo podría haber imaginado. Me pregunto cuanto tiempo en realidad han estado juntos y si Sydney de verdad no siente nada hacia él. No se puede olvidar a alguien que has amado por un puñado de años de la noche a la mañana... ¿o sí? Pero eso no es lo que vuelve incómoda esta situación, sino el hecho de que él está dándome luz verde para que intente algo con la rubia.

— ¿Esto es una trampa? ¿Vas a llamar a los periódicos para decir que tu novia te engaña conmigo y dejarme mal ante todo mundo? —mis pensamientos reales salen a la luz en un susurro. Adam me frunce el ceño.

—No. Vuelvo a decir; ella me ve como un hermano... literalmente. No sé si recuerda a su familia, pero no la menciona en ningún momento. Soy lo único del pasado que se ha quedado con ella después de todo este tiempo. — ¿Puedo luchar contra algo así? —Horan, realmente no conozco tus verdaderas intenciones, pero quería darte un punto de partida para que no metieras la pata en lo más profundo.

Cierro los ojos un milisegundo y suelto un suspiro.

—No sé ni siquiera cuáles son mis intenciones. —admito. —Sólo sé que no puedo sacar su imagen y nombre de mi cabeza, me siento como un psicópata al decirlo en voz alta pero... rayos, no estoy seguro de que pueda dejar de pensar en ella así como sin nada.

Una sonrisa triste cubre las facciones de Adam y juega con la botella en la mesa, deslizándola de un lado a otro con sus manos. Al menos no soy el único que se siente incómodo con este tema. Aunque, no es mi culpa, él ha insistido en hablar conmigo.

—Me sentía de la misma manera cuando la conocí por primera vez. —confiesa y después saca su teléfono de sus bolsillos, frunciendo el ceño al ver la hora. —Debo volver a casa, no me siento cómodo dejándola sola tanto tiempo...