Late for Love | niall horan

Capítulo 5

"Confusión"

"Quiero llevarte al cielo,

voy a asegurarme de que nunca pienses que estás aquí solo.

Si te refieres a siempre,

entonces mírame ahora,

sólo queda un lugar al que ir."

(Nina Nesbitt, Take You To Heaven)

Hay algo curioso acerca de cómo las demás personas nos ven y es aún más extraño hacer la comparación entre la perspectiva de cada una acerca de ti mismo. Pero es aún más raro comenzar a hacer la comparación entre lo que tú crees con toda tu alma que eres y esas opiniones externas.

Estoy consciente de todas ellas, pero nunca les había puesto atención. Hasta que decidí hacer las paces con Willie por el golpe que le propiné anoche, mientras estaba ebrio y él hablaba barbaridades acerca de Sydney. Yo había creído que todo iría con paz y tranquilidad, pero solo tuve que escuchar la frase: "Eres Niall Horan, ¿Por qué de repente sientes interés por una chica cualquiera que no te hace en el mundo, cuando puedes tener a otras?", para decidir dar marcha atrás en mi serie de disculpas y salir a sentarme en el jardín de mi propia casa, mirando el césped mientras me hacía la misma pregunta.

Esa es la pequeña historia resumida de cómo he pasado 5 horas en el mismo lugar, sin hablarle a nadie, solo observando cada trozo del suelo del patio trasero. El sol ha comenzado a ocultarse, mi estómago ruge y no he encontrado la respuesta a esa pregunta.

No es como si alguien hubiera decidido venir a irrumpirme. Estoy sumamente agradecido de que no lo hayan hecho para este momento, pero un poco irritado debido al hecho de que estoy famélico.

La otra cuestión a la que prefiero no darle vueltas es a lo sucedido temprano en la florería. Sólo bastó con mencionar su nombre para que ella entrara en ese tipo de trance que me ha asustado hasta la mierda.

¿Debería llamarla?

No, basta ya, Niall.

Después de escuchar rugir mi estómago una vez más, decido que es suficiente castigo y vuelvo dentro. Willie, a pesar de su enfado aparente conmigo, mira la televisión cuando atravieso la sala de estar, murmurando entre dientes algunas maldiciones al sentir entumecidas mis piernas mientras camino a la cocina.

—Tú teléfono ha estado sonando por horas, pero pensé que era mejor no molestarte allá afuera, parecía que necesitabas un tiempo para ti solo. —escucho su voz proveniente de la sala de estar, no contesto, pero me dirijo ahí para tomar de la mesita de café mi teléfono celular.

En efecto, hay 4 llamadas perdidas; una de Laura y tres del número desconocido del otro día.

Adam.

¿Qué diablos quiere?, ¿culparme por el aparente colapso de Syndey?

Llevo conmigo el teléfono a la cocina mientras me muevo alrededor para prepararme un sándwich. Tomo un refresco del refrigerador y lo coloco encima de la isla de la cocina, arreglando los últimos detalles de mi pequeña comida. El teléfono vuelve a sonar, cuando tomo la lata para abrirla.

Llamada entrante de número desconocido.

Bueno, supongo que no sabré que es lo que quiere si no contesto, ¿verdad?