6.- Dereck Kuttel

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Me desperté sobresaltada cuando escuche algo caer al suelo de madera. Mi respiración estaba agitada y sentí frío en los más hondo de mi ser. Cerré los ojos y me los talle quitando las lagañas de ellos para poder ver bien en la oscuridad. La luz de la luna entraba por la ventana que estaban abiertas dejando pasar el frío de afuera. Gruñí y me levante de la cama quitando las suaves y calientes sabanas de mi cuero.

Grite cuando mis pies tocaron el suelo. ¿Cómo había pasado esto?

¡Estaba completamente desnuda! ¡Totalmente!

Agarre la sábana de la cama y me envolví en ella como si alguien pudiera verme en mi habitación, la puerta estaba cerrada y no se escuchaba nada que no fuera mi respiración. Cerré la ventana y le puse el pestillo y también las cortinas dejándome en la absoluta oscuridad. Camine hasta la lámpara a tientas y la encendí iluminado mi habitación.

Toque mi frente y me di cuenta de que estaba mojada. Fruncí el ceño y también toque mi cabello que también estaba mojado y olía a recién bañada. ¿Cuándo me había bañado? ¿Cómo había vuelto a casa? Lo último que recuerdo era que estaba caminado cuando papá me dijo que no iba a pasar por mi.

Me enfade conmigo misma y busque con la mirada la mochila y cuando la encontré saque las patillas y me trague una dejando de lado mi loquera. Camine hasta el baño que estaba dentro de mi habitación y encendí la luz.

Me mire en el espejo y ahogue un grito cuando vi unas marcas moradas y rojas en mi cuello. Me lo toque y gemí de dolor. ¿Cómo había pasado eso?

Abrí el grifo y ahueque las manos y me la eche en la cara, estaba fría y volví a agarrar agua para mojar mi cuello amoratado sintiendo como el frío lo adormecía un poco. Puse mis manos alrededor de él calentándolo y queriendo que esas horribles marcas desaparecieran, no tenía maquillaje como para ocultarlo y odiaba los cuellos de tortuga. Los odiaba. Volví a levantarme para mírame en el espejo y grite.

Mi cuello estaba intacto. Toque con mis dedos mi cuello pero no me dolió, lo sentía normal. ¿Qué autos voladores estaba pasando conmigo? Negué con la cabeza diciéndome a mí misma que antes no tenía esas marcas, solo era una ilusión de mis ojos que acababan de abrirse.

Escuche como la puerta principal se abría y cerraba y luego el grito de papa.

-¡Cariño, ya estoy en casa!- Salí corriendo del baño y fui por ropa cambiándome en un tiempo récord.

Cuando estuve lista baje las escaleras corriendo solo en calcetines feliz de que papá estuviera aquí y no tener que lidiar sola con mi falta de cordura. Entre en la cocina viendo a papá de espaldas y lo abrace pegando mi mejilla con su fuerte espalda.

Esperen, ¿que? Me separé rápidamente de la persona a la que abrace. Papá no tenía esa espalda.

-Por aquí, cariño.- Giré la cabeza viendo a papá frente al refrigerador guardando alimentos. Mire al frente encontrándome a un chico realmente alto con ojos verdes. Me quede callada viéndolo a él y después a papá que sonreía.

-Hola, mi nombre es Dereck Kuttel. Un placer, cielo.- Sus ojos verdes me miraron de arriba a bajo y se posaron en partes que no debían. Mire a papá pero este nos veía con una sonrisa bobalicona en el rostro. ¿Qué estaba pasando con papa? El ya él hubiera rebanado la garganta con su bisturí.

-¿Quién es este?- Pregunté molesta con él por no decirle nada cuando casi violan con la mirada a su única hija. Papá se acercó a nosotros y se puso a lado de Dereck palmeando su hombro como un padre orgulloso. Nunca me había palmeado así el hombro a mi, lo cual me puso furiosa, aunque yo no había echo nada grandioso que lo hiciera sentir orgulloso.

Alas y sangre (Editando)Where stories live. Discover now