21: El chico tierno.

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Revise mi bolso una vez más antes de salir por la puerta, donde me esperaba el auto de Gabs y ella iba tras el volante, a su lado estaba mi amiga castaña con su habitual sonrisa tímida.

Monte en el coche y al instante me puse el cinturón de seguridad.

-¿Trajiste suficiente dinero? Porque recuerda que soy pobre y ustedes dos van a pagar mi entrada al cine y mis palomitas.- Rodee los ojos sonriendo un poco ante lo que dijo Gabs.

-¿Quien dijo que iba a pagarte?-

-Tenemos que hacerlo, Layla. Eso nos hace buenas personas, es como un acto de caridad.- Hablo Heather defendiendo a la rubia.

Gabs me saco la lengua por el retrovisor y entrecerré mis ojos en su dirección.

Suerte que si había traído dinero de más.

-No me importa ser buena persona.- Refunfuñé cruzando me de brazos.

-Oh, vamos, serás como un ángel.- Mire hacia la ventana viendo resbalar algunas gotas de lluvia.

Abrí la boca para respirar cuando mis fosas nasales se sintieron demasiado pequeñas.

Agarre rápidamente mi bolsa y la abrí sacando dos pastillas. Me las metí en la boca inmediatamente, antes de que el ataque se intensificará.

-¿Para que son las pastillas?- Preguntó Gabs mirándome raro.

-Eso es grosero, Gabs.- La regaño Heather mirándome con disculpa.

-Esta bien, sólo son para calmar la ansiedad.- Dije guardando de vuelta el botecito.

-Vaya, tan pequeña y con semejantes problema.-

-¡Gabriela!-

(...)

Me mordí las uñas esperando en la larga fila para pedir las entradas.

¿Qué los de este pueblo no tenían alguna otra distracción más que este cine?

¡Solo habían cuatro películas en la cartelera!

La fila de las palomitas estaba aún más larga. Acordamos que yo me encargaría de pagar las entradas y ellas de la comida, más bien sólo Heather.

Habían como veinte personas delante de mi y solo habían dos personas atendiendo.

Sería una larga espera...

Mire a mi alrededor para encontrar algo con lo que distraerme pero estaba todo bastante aburrido.

Me fijé en las personas en la fila tratando de buscar una cara conocida pero aparentemente no le hablaba nadie.

Espera.

Me fijé mejor en la cabellera del chico de adelante...entre castaño y rubio...era el mismo chico que le había parecido tierno a Anna.

Sonreí y toque casualmente su hombro.

-Hola.- Vaya, estaba siendo sociable. Esto era nuevo.

El chico a penas al mirarme se sonrojo y sonreí aún más por lo tierno que se veía.

Como un lindo oso panda bebé.

-Ho-ola- Tartamudeo luciendo diez veces más tierno. Me iba a dar un ataque de diabetes por lo dulce que era este chico.

-Estamos juntos en la escuela. No compartimos ninguna clase, pero te he visto un par de veces en la cafetería.- Luego recordé como Allen lo había humillado haciendo que se cayera.

-Si compartimos una clase. Estás conmigo en computación.- Alcé las cejas en sorpresa.

-No te había visto.- Le dije en tono de disculpa.

Alas y sangre (Editando)Where stories live. Discover now