39: Idiotas inmortales.

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Estábamos en el comedor. Sam estaba jugando con la comida junto a su novia, los dos no paraban de reírse y de derrochar amor.

Se notaba a leguas que este chico estaba enamorado de ella, y la chica ni se diga.

Lo que hacía que pensara en Allen.

¿Le gustaba? Bueno, si no le gustará no me habría besado. Pero...¿quería estar conmigo? ¿Por qué tenía que ser complicado? El podía adivinar mis pensamientos, así que él sabía que me gustaba.

¿Acaso se había aprovechado de eso para manosearme?

Aunque también estaba el asunto de los vampiros, no me lo hubiese revelado si no confiaba en mi. ¿Eso no era suficiente?

-¿Donde está Allen?- Pregunté susurrando a Anna que estaba a mi lado mandando mensajes con el ceño fruncido.

Se encogió de hombros haciéndome ver qué me había escuchado y siguió moviendo los dedos de una forma antinatural.

-¿Con quién hablas?- Le pregunté intentando mirar por encima de su hombro pero apagó el celular antes de que leyera uno de los mensajes.

-Con nadie.- Me respondió volviendo a comer el espagueti que el par de tortolitos había hecho y les había quedado genial.

De seguro estaba hablando con Alex.

Para mí, la comida paso muy lenta y aburrida. Anna estaba sumida en el celular y los novios no dejaban de reírse.

Así que mi cabeza comenzó a divagar.

Ahora que lo meditaba bien, todo esto era muy extraño.

Habían pasado tantas cosas en estos meses, que era sorprendente que no me volviera loca.

¿Como podía ser esto posible?

Nada tenía sentido, absoluta y totalmente nada.

¿Que si me encontraba en coma y todo esto era un sueño? Pero todo se sentía muy real.

Lamentablemente lo era.

¿Por qué Allen no podía ser un chico normal? ¿Por que mi mejor amiga no podía ser humana? ¿Por qué yo no era normal?

Al terminar de comer, Anna se reunió con su hermano menor en la cocina y yo fui al sillón dejándome caer sin ánimos.

Creí que este fin de semana sería increíble, pero estaba siendo todo lo contrario.

Mire la casa fijándome en los pequeños detalles. Algunas cosas eran antiguas, pero se conservaban en buen estado.

De seguro conservaron algunas cosas de la época del renacimiento.

Entro en mi campo de visión la cabeza rubia de la novia de Sam. Se quedó de pie indecisa, y se veía realmente incómoda. Le sonreí tratando de disipar el tenso ambiente.

-¿Quieres sentarte?- Me hice a un lado dejándole espacio en el sofá y se trono los dedos con nerviosismo.

-No creo que pueda.- Susurró mirando directamente a mi cuello.

Esta bien, esta chica era vampiresa y me miraba como un bocadillo, no había que perder la calma.

-Solo pones tu lindo trasero en el sofá y listo.- ¿Por qué quería que se sentará conmigo?

Creo que en parte me estaba poniendo en peligro a propósito para ver si Allen venía.

¿Por que me importaba? Ah, si, porque me gustaba.

¿Acabo de decir que su trasero era lindo?

-Esta bien.- Finalmente camino cortando la distancia entre nosotras y se dejó caer a mi lado. Estaba tensa y creo que hasta temblaba.

Alas y sangre (Editando)Where stories live. Discover now