Alas y sangre (Editando)

55: Te lo contaré todo.

POVAlex.

Gire la cerradura de la puerta entrando al departamento que estaba rentando temporalmente mientras estaba aquí.

Ya no le veía motivo alguno seguir aquí, pero había algo que me hacía quedarme.

Algo con un par de ojos verdes y mal genio.

Negué con la cabeza cerrando la puerta detrás de mi y cuando levante la vista vi a Valeri sentada en el sofá, mirando la televisión.

-¿Que haces aquí?- Deje las llaves sobre la mesita de noche y me acerqué a ella.

Vivíamos juntos, pero ella se había ido desde que le dije que ya no iba a seguir más el trabajo.

Ahora vivía cuidándome las espaldas por si alguien se acercaba con una estaca por detrás.

Sabía que el jefe vendría por mi en cualquier momento, sabía demasiado como para que me dejara salirme de su trabajo así de fácil y menos aún con vida.

-Mañana haré el último movimiento.- Me dijo con calma, cruzando sus largas piernas enfundadas en un apretado pantalón azul. Sabía de lo que estaba hablando sin necesidad de más detalles.

-Bien por ti.- La felicite sentándome en el sillón de enseguida suyo.

La recompensa era algo que no podías ignorar, pero también era un precio muy alto que ahora no estaba dispuesto a pagar.

Habían cosas más importantes, ella lo sabía pero se negaba a creerlo o a aceptar que se había enamorado de Cárter, de un humano, y ponía toda su atención en algo más para sacárselo de la cabeza.

-En serio me gustaría que terminaras esto conmigo, Alex.- Se giró hacia mi. Sus ojos lucían más grandes gracias al maquillaje que usaba para resaltarlos. Nunca salía de casa sin el a pesar de no necesitar de nada para verse bien.

Supongo que era algo así como un trauma de sus días mortales.

-Y a mí me gustaría que no lo hicieras.- Le respondí inclinándome hacia adelante, descansando mis codos sobre mis rodillas.

-Saliendo, le llevaré el paquete al jefe. Conseguí una bodega a las afueras del pueblo como estaba acordado.

-¿Por que me cuentas eso? Sabes que no lo haré.- Me miró casi con suplica pero era lo bastante orgullosa como para no demostrarlo al cien por ciento.

-Confió en que recuperes el juicio. Te anote la dirección, está en el refrigerador.- Se puso de pie y yo también lo hice.

Éramos una especie de mejores amigos o algo así. Fue la primera persona en quien confíe después de haberme transformado.

Que tu jodido padre te haya dado como ofrenda a los malditos vampiros te dejaba marcado de por vida.

¿Y todo para que? ¿Para que ellos mataran al rival que le podría quitar el puesto político en que estaba? ¿Eso era de más importancia que tú puto hijo?

-Valeri. No lo hagas.- Le agarre la mano pero ella se soltó cruzándose de brazos. -¿Crees que esto es lo mejor? ¿En serio?- La mire sin creérmelo aún.

-¿Y tú crees que porque una mocosa te haya convencido de lo contrario significa que es lo mejor para ti? Ella no tiene idea sobre ti. No puedo creer que cayeras tan fácil. Venimos aquí por una razón, estas no son unas vacaciones.- Negó con la cabeza haciendo que su dorado cabello se moviera dejando a su paso el olor de su shampo floral.