43: Curación.

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POVAllen.

-Sabias que tiene que irse.- Le dije al ver su cara de culo porque su noviecita se fué en la mañana.

Ni siquiera debió de haber venido, arriesgaba todo con esa inmadurez de querer verse el uno al otro. Nos iba a joder todo.

-¿Crees que no lo sé? Pero necesitaba verla.- Hablo con desesperación en su voz y me abstuve de rodar los ojos ante la estupidez que estaba diciendo.

-Pudiste haber ido tú solo a verla. ¿Sabes lo peligroso que es que venga al pueblo?- Me acerque a él fulminándolo con la mirada.

¿Cuando iba a entender?

-Ella necesita ver a su familia, Allen.

-Sabias las consecuencias de ser inmortal y aún así la transformaste. No me vengas con esas mierdas ahora.- Lo señale con el dedo y Anna entro en la sala al ver que nos estábamos alterando.

-¡¿Cuando vas a putas entender que no iba a dejarla morir?!- Gritó levantándose del sofá y yo imite su acción.

-¡Nos pone en riesgo a todos al venir aquí, lo sabes y ella también! ¡¿Acaso quieres ver a Annabell muerta, a ella y a ti muertos?!- Le grité esperando que recapacitara pero era como hablarle a la pared.

-¿Eso te alegraría mucho, no?- Se acercó a mí y me ma tuve en mi lugar esperando.

-Eres mi hermano, Sam. ¿Nos ves que trato de protegernos a todos?- ¿Como no podía notarlo después de todo lo que había hecho por él?

-Nadie te lo pidió, Allen.- Apreté mi mandíbula ante lo que dijo pero tenía razón. Nadie me lo había pedido y yo como un jodido imbécil estaba detrás de ellos como si fueran estúpidos bebés. -¿Y que no crees que estar detrás de Layla también nos causará problemas?

-Ella no tiene nada que ver. No es un problema, ellos no sabrán de su existencia.- Negué con la cabeza queriendo dejarla de lado.

-¿No lo sabrán? ¿Así como no supieron de...

-¡Sam!- Anna hizo que un retrato cayera sobre la cabeza de él para que se callará.

Todos mis músculos se tensaron a la vez y mi mente se quedó en blanco. Me tuve que sentar de nuevo para poder soportar todos los pensamientos que se arremolinaban en mi cabeza.

-Lo lamento, Allen. Me pase.- Se disculpó Sam pensando que actuaba así por lo que estaba a punto de decir, pero era por Layla.

-Cállate.- Levanté la mano y cerré los ojos viendo todo lo que le estaba sucediendo en este instante.

Ví como el auto dónde estaban daba vueltas sin cesar hasta que un árbol los detuvo.

-Mierda.- Me levanté de prisa y mire a mis hermanos. -Siganme.- Le dije antes de hechar a correr lo más rápido que podía.

Ellos venían detrás de mí intentando alcanzarme, pero no tome en cuenta la velocidad a la que iba, solo quería llegar hasta ella.

Me detuve delante del auto y mire a mi alrededor pero aquellas camionetas ya no estaban.

Escuchaba como dos corazones latían solo un poco más despacio de lo normal, pero no escuchaba a un tercero.

Me acerque al auto dándome cuenta de que lo peor del accidente fue en la parte trasera, dónde se encontraba Layla.

Me asome a la ventana viendo el cuerpo de Layla lleno de sangre, sin pensarlo arranque la puerta y la saqué con delicadeza acostandola en el césped.

Acerque mi oído a su pecho solo escuchando un leve latido que se iba apagando.

Su brazo izquierdo tenía una enorme cortada que terminaba en su muñeca y perdía demasiada sangre, ese era el corte más profundo que tenía aunque no el único letal para su vida.

Un miedo intenso casi me paraliza pero escuché como llegaban mis hermanos y levanté la vista hacia ellos.

-Encarguense de ellas dos, Layla se está muriendo.- Esas palabras dejaron un terrible sabor de boca.

No podía perderla.

Ignore toda la sangre que estaba a mi disposición y eso me tomo casi toda mi fuerza de voluntad teniendo en cuenta que no me había alimentado en casi una semana.

La cargué y gaste una buena cantidad de mi energía en correr excesivamente deprisa hasta mi Jeep para llevarla al hospital. No podía ir con ella en brazos porque era imposible para un humano caminar incluso desde la casa más cerca hasta el hospital y sin sudar o estar cansado.

No era tan buen actor.

La puse en la parte trasera del Jeep y arranque acelerando de inmediato temiendo por lo que pudiera sucederle.

Cuando llegue al centro del pueblo el tráfico comenzó a notarse y no recordaba estar tan desesperado por llegar a un lugar.

Toque el claxon más veces de las necesarias y realmente sopese la idea de correr con ella para llegar, pero sabía que eso no serviría de nada, sería un problema para ambos y no quería dañarla.

Cuando estaba por llegar gire mi cabeza hacia atrás para verla, aunque no quería; ya era de por sí difícil abstenerse a la sangre con solo olerla, lo era mucho más mirarla.

Pero cuando la mire la herida de su brazo, que era demasiado​ profunda ya estaba casi cerrada y los cortes superficiales habían desaparecido.

Frene el auto de golpe sin poder creer lo que veía.

Encendí las intermitentes y me pase al asiento trasero para verla de cerca.

Podía escuchar su corazón latir con fuerza como si estuviera más viva que antes.

Volví a mi asiento y gire en u regresando a casa con ella.

Cuando llegue la saque del Jeep, aún seguía inconsciente y la subí hasta mi habitación poniéndola en la cama.

Solo me quedé ahí de pie observando como sus heridas sanaban despacio y la sangre se secaba en torno a ella.

No pasó mucho tiempo cuando Sam y Anna vinieron a mi habitación diciéndome que habían dejado a las chicas en el hospital y que nada grave había pasado.

La única que estaba casi muriendo era Layla, pero aquí estaba, viva.

Mis hermanos también se quedaron con la misma cara que yo al verla y nadie dijo nada hasta que yo rompí el silencio.

-Sam, necesito que te encargues de todos los que sabían que Layla iba a ir a esa galería de arte y los hagas olvidar ese detalle. De todos.- Sam asintió y se fue por donde vino haciendo lo que le pedí.

Anna se quedo un rato más conmigo pero cuando Layla comenzó a despertar, le dije que me dejara con ella.

Iba a llegar al fondo de esto a como diera lugar.

N/A:

Chan Chan chaaaaaan.😱

Denle estrellita y comenten.🌚❤️

Alas y sangre (Editando)Onde histórias criam vida. Descubra agora