38: Novia vampiresa

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Gemí removiéndome sobre el pecho de Allen, como la última vez, al escuchar unos incesantes golpes en la puerta principal de abajo.

Parpadee acostumbrándome a la oscuridad de la habitación, las cortinas negras y gruesas no dejaban pasar ni una pisca de luz. Me levante mirando la cara tierna de un Allen dormido dándome cuenta de que habíamos enredado todo anoche.

¿Qué se suponía que significaba lo que paso anoche?

Suspire con cansancio no queriendo pensar en eso y me incline besando delicadamente sus labios para no despertarlo.

No sabía cómo reaccionaría cuando despertara. ¿Fingiría que nada paso? ¿Me culparía? ¿Se alegraría?

No sabía cuál de las tres era la peor.

Agarre una de las camisas de Allen, porque la mía se había quedado en la otra habitación y no abriría la puerta con solo un sujetador.

Bostece mientras me tallaba los ojos y con la otra mano maniobraba para abotonar la camisa.

La casa estaba completamente silenciosa, a excepción de los golpes de la puerta.

¿Cómo es que no escuchaban? Los vampiros prácticamente se mueren cuando duermen.

Aunque ya estaban muertos...o algo así.

Abrí finalmente la puerta y del otro lado apareció una chica que se quedo con la mano congelada para tocar de nuevo.

Era rubia y su cara se me hacia extrañamente familiar.

¿Dónde la había visto antes?

Le sonreí con cortesía cruzando mis brazos. Hacia un frio tan intenso como el polo norte.

-¿Puedo ayudarte en algo?- Le pregunte pero ella técnicamente se había convertido en piedra delante de mí. No se movía y ni siquiera respiraba. -¿Te encuentras bien?- Di un paso hacia su dirección pero ella, reaccionando al fin, se hizo hacia atrás como si temiera de mí.

Miro mi cuello y trago saliva.

-¿Quién eres tú?- Pregunto envolviendo sus brazos en su estrecha cintura. Se notaba a kilómetros lo nerviosa que estaba y seguía pensando que la conocía de alguna parte.

Sonreí apoyándome en el marco de la puerta.

-Soy amiga de Anna y no...en realidad soy amiga de todos aquí.- Señale hacia atrás haciendo referencia a los tres hermanos. Me mordí los labios cuando la palabra con "n" casi salía de mi boca y ella me miro tensándose de pies a cabeza.

-¿Eres amiga de...-

-Los Collingwood.- Termine por ella empezando a sentir la incertidumbre.

¿Quién era ella? ¿Y porque me miraba como si me quisiera comer?

-¿Tu quien eres?- Le pregunte frunciendo ligeramente el ceño ante su mirada de...no sabía como descifrar esa mirada.

-Yo...- Empezó con dificultad pero no logro terminar la oración porque Allen apareció, interrumpiéndola.

-¿Qué haces levantada?- Pregunto acercándose a mí y paso un brazo por mi cadera atrayéndome a él.

Bien, la idea de que se comportaría indiferentes y enojado, queda descartada.

Me aclare la garganta porque me volvía estúpida con su toque y cercanía, no recordaba cómo hablar.

-Estaban tocando la puerta.- Murmure tragando saliva cuando sus dedos se movieron en círculos sobre mi cadera.

Alas y sangre (Editando)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin