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Cuando habían todos regresado al salón, Jungkook le informó a su amigo que Taehyung se uniría a la salida que tendrían más tarde, el chico no vio problema en ello, en realidad ofreció que también deberían invitar al capitán del equipo para disfrutar una tarde todos juntos.

Ahora los cuatro se encontraban en una pizzería del barrio, los mayores se encontraban ubicados ya en una mesa mientras que los otros dos chicos estaban en la fila para ordenar. Jungkook discutió por un par de minutos con Taehyung, porque este quería pagar su parte de la comida, pero el menor estaba completamente en desacuerdo, después de todo esta era su forma de agradecerle. Al final el castaño había cedido.

- Quiero dos pizzas familiares. -ordenó Jimin a la cajera una vez que fue su turno de ser atendidos. - Además una porción de palitos de queso. -tras pedir refresco para todos ambos chicos dividieron la cuenta para pagar en partes iguales. Cuando su pedido estuvo listo regresaron a la mesa donde le esperaban los mayores.

- Al fin llegan, ya estoy muriendo de hambre. -se quejó Yoongi, mientras se apresuraba en tomar su bebida favorita antes que alguien pudiese tomarla.

- De nada hyung. -respondió Jungkook, claramente tratando de molestar al mayor el cual su respuesta fue rodar los ojos, sacando una risa de todos los demás. Cuando ambas cajas de pizza estuvieron abiertas y sobre la mesa, todos sacaron un trozo para empezar a comer, mientras una amena conversación surgía entre ellos, no faltaron los comentarios absurdos de Jimin que lograba sacar fuertes carcajadas de todos.

- Esas chicas de allá no dejan de mirar a nuestra mesa. -comentó Yoongi, apuntando discretamente con su cabeza a una mesa que se encontraba a unos metros, en la cual había dos chicas que parecían ser de una edad similar a la de ellos. - ¿Acaso se les perdió algo?

- Que amargado eres Yoongi. -molestó Jimin picando un costado del rubio, quien se quejó y de inmediato trató de alejarse del tacto ajeno. - De seguro están mirando a Jungkook, ya sabes, porque es un chico bonito.

- Ya basta Jimin. -el pelinegro dijo tímidamente, sus mejillas tomando un suave color rosa, que intentó esconder dando sorbos a su bebida. No le gustaba pensar que podía llamar la atención de esa forma, dentro de la cancha era algo normal, estaba acostumbrado que todas las miradas estuvieran sobre él o el resto de sus compañeros, se había acostumbrado a eso, pero en cuanto ponía un pie fuera parecía que toda su confianza se desvanecía y era remplazada por una extrema timidez.

- ¿De verdad crees que están mirando a Jungkook? -el rubio soltó un bufido, recibiendo una mirada molesta del menor y una risita por parte de los otros dos chicos. - Estoy seguro que están mirando a Taehyung, míralo, parece salido directo de un webtoon de romance.

- Imposible. -fue la rápida respuesta que dio el castaño, encogiéndose en su asiento en un intento de esconderse. - No soy para nada atractivo, de seguro están mirándote a ti Yoongi.

- Si eres atractivo hyung. -interrumpió Jungkook, con su mirada fija sobre el castaño. - Eres bastante bonito la verdad.

Ante estas palabras las orejas de Taehyung tomaron un vivo color rojizo, detalle que no pasó desapercibido para nadie de los presentes, incluso se ganó unas risas de parte del rubio, quien disfrutaba de avergonzarlo aún más en momentos así, sabía lo tímido que era. - Gracias. -murmuró en voz baja, un sonido casi inaudible, pero el menor fue capaz de captar, logrando sacar una sonrisa de su parte.


🌻🌻🌻


- Estoy demasiado lleno, creo voy a explotar. -se quejó Jimin acariciando su vientre, mientras caminaban fuera del local.

- Nadie te obligó a comer todo eso. -contestó Jungkook a modo de reprimenda, su amigo tendía a comer hasta el punto en que su estómago dolía, era una terrible costumbre, creía el pelinegro. Todos estaban acomodando sus pertenencias, listos para regresar a casa, el menor decidió ponerse su chaqueta, ya había anochecido y el viento corría con fuerza.

- No es mi culpa que las pizzas de este lugar sean tan deliciosas.

- Tú crees que toda la comida es deliciosa -intervino Yoongi.

- Buen punto. -aceptó el pelirrojo con sencillez, cualquiera que pasara un tiempo con él podría notar que su amigo era un gran degustador de todo tipo de comida, eran muy pocas las cosas que no le gustaban. - En fin, creo que ya es hora de ir a casa, ¿Taehyung hacía donde vives?

- Mi casa queda por allá. -señaló con su mano hacía la derecha. - Aunque debo tomar el metro.

- Oh, también yo. -el pelinegro fue quien hablo esta vez. - ¿Deberíamos irnos juntos hyung? -Taehyung aceptó con un asentimiento de su cabeza. La idea de regresar a casa acompañado era agradable para el menor, debido a que su mejor amigo vivía en la dirección contraria eras las veces que viajaba acompañado, solo en las ocasiones en que el pelirrojo iba a dormir a su casa.

- Bueno, nos vemos. -Yoongi se despidió, tomando a Jimin de la manga de su chaqueta para arrastrarlo a caminar con él en dirección contraria, se pudo escuchar al pelirrojo quejarse como no lo habían dejado despedirse como era debido, a lo cual los otros dos chicos simplemente rieron.

Emprendieron su marcha a la estación con conversaciones sencillas entre ellos, discutiendo cosas como la escuela, el campeonato de baloncesto o como el clima había enfriado con tanta rapidez. Cuando llegaron pagaron su pasaje y se dispusieron a esperar la llegada del tren, no había mucha gente alrededor, solo unos cuantos adultos con caras de cansancio.

- Gracias por invitarme hoy Jungkook, fue muy amable de tu parte.

- No es nada hyung, fue agradable pasar tiempo contigo y Yoongi hyung.

- Espero podamos salir más seguido todos juntos, fue muy divertido.

- Sí, fue divertido.

En ese momento el tren se detuvo frente a ellos abriendo sus puertas para dar ingreso a los pasajeros, incluyendo a ambos chicos. Una vez dentro tuvieron la suerte de que, al igual que en el andén, el vagón se encontraba vacío, así que pudieron tomar dos asientos disponibles sin ningún problema. Cuando el tren partió se mantuvieron en silencio, cada uno perdido en su propio mundo, Jungkook se encontraba mirando por la ventana, no faltaba mucho para llegar a su estación de destino. Todo parecía calmado, como siempre el interior del vagón era más bien silencioso; pero cuando el tren se detuvo con fuerza los murmullos se hicieron presente. El pelinegro con rapidez miró a Taehyung, quien parecía igual de confundido que él, fue entonces cuando todas las luces del tren se apagaron sumergiéndolos en una oscuridad y mar de voces que cada vez eran más fuertes.



13/12/21

Play with me | TaekookWhere stories live. Discover now