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Una rápida mirada hasta el marcador, 3... 2... 1... el silbato del arbitro se hizo escuchar al mismo tiempo que la campana, el partido había llegado a su fin. Jungkook corrió hasta el capitán del equipo que se encontraba a solo unos pasos, y prontamente lo envolvió con sus brazos. Los gritos de felicidad resonaban por todo el gimnasio, habían ganado el partido y estaba un paso más cerca de llegar al final del campeonato.

El abrazo pronto terminó y el pelinegro corrió para celebrar junto a su mejor amigo, todos a su alrededor estaban emocionado por el paso que habían dado esa noche, incluso creyó ver a alguno de sus compañeros soltar unas lágrimas. Pronto los organizadores le pidieron a los jugadores abandonar el lugar, tras un rápido paso por los camerinos del lugar, todos se dirigieron al bus que los llevaría de vuelta al hotel, sería su ultima noche en la ciudad así que no podían vagar por ahí, pero el entrenador le aseguró que tendrían una cena de celebración dentro de su hospedaje.

Tras la deliciosa comida todos fueron enviados de regreso a sus habitaciones, Jungkook fue el primero en tomar una ducha, mientras que su amigo se encontraba en el baño aprovecho de vestirse y meterse en la cama, cuando la puerta del baño se abrió él seguía navegando por diferentes redes sociales, minutos después Jimin apagó la luz y se acomodó en su propia cama. Jungkook tenía que dormir se pronto, el bus de vuelta a Busan saldría temprano por la mañana, pero pasó al menos otra media hora en internet, hasta que sus parpados se hicieron pesados y amenazaban con cerrarse por su cuenta, antes de despegarse por completo de su teléfono decidió revisar nuevamente sus mensajes, no había nada nuevo, y la estrechez en su corazón se hizo presente una vez más; sin darle vueltas al asunto se dirigió al chat con Taehyung, escribiendo un corto pero conciso mensaje: "prometiste que estarías aquí la próxima vez...", una vez que presionó el botón de enviado bloqueó su teléfono, sabía que no recibiría una respuesta, así que dejo el aparato sobre la mesita de noche y se acomodó buscando la posición perfecta para dormir. Te extraño hyung, fue su último pensamiento antes de caer en un profundo sueño.


Lunes por la tarde y él ya se encontraba descansando en su casa tras haber pasado gran parte de su mañana encerrado en el bus que los trajo de vuelta. Durante esas horas no había recibido respuesta por parte del castaño, lo que no ayudaba para desaparecer esa extraña molestia de su interior, el pensar que el mayor lo estaba ignorando lo hacía sentir frustrado, y quizás algo decepcionado.

Cuando su madre llegó del trabajo decidieron ir a cenar juntos a algún restaurante cercano, a modo de celebración aclaro la mujer. Ambos acordaron que comida china estaría bien, por eso ahora se encontraban sentados en un cálido y familiar restaurante que quedaba a unas cuantas cuadras de su hogar.

- ¿Qué vas a ordenar? -preguntó su madre mientras revisaba el menú, Jungkook no se había molestado en mirar la carta que la mesera le había traído minutos atrás.

- ¿Fideos? La verdad no tengo tanta hambre...

- ¿Estás bien hijo? -la mujer despegó la mirada del menú para observarlo, con ambas cejas levantadas a modo de pregunta.

- Sí mamá, solo estoy cansado por el viaje. -contestó formando una suave sonrisa, tratando de disipar la preocupación que su madre comenzaba a mostrar, tras una ultima mirada su progenitora asintió y regresó a observar la carta.

Su mirada comenzó a divagar por el lugar, unas cuantas mesas más allá se encontraba una familia charlando alegremente, un poco más cerca de su mesa había un solitario chico que tenía su nariz metida en un libro mientras comía un dumplin. Continuo examinando el lugar con la vista, se detuvo cuando se encontró un rostro familiar sentado a unos cuantos metros, se trataba del enfermero de la escuela, estaba acompañado de un hombre al cual no le podía ver el rostro pues se encontraba de espalda, parecían tener una agradable conversación pues el enfermero no dejaba de sonreír, se preguntó que hacía ahí, pero no estaba tan interesado como para seguir observado. Su mirada fue de vuelta a la mesa cuando sintió a la mesera posicionar un plato de fideos frente a él, había estado tan ensimismado que ni siquiera había captado el momento en que su madre había ordenado la comida; agradeció a la mesera y pronto se vie revolviendo sus palillos en la comida, tomando pequeñas porciones para llevarlas a su boca.

- ¿Cómo estuvo el partido? Ya sé que ganaron, pero quiero más detalles. -habló la mujer tomando un poco de la sopa que había ordenado para ella.

- Estuvo bien, el entrenador nos felicitó por nuestro juego. -contestó con simpleza antes de llegar otra ración de fideos a su boca.

- Jungkook. -su madre lo llamó, ahora ella tenía el ceño fruncido.- Normalmente estas feliz de venir aquí, y siempre estas hablando de lo fantástico que son tus partidos, pero ahora no estas diciendo nada, ¿Qué sucede?

- No es nada, es solo que... -soltó un pesado suspiro al tiempo que dejaba de remover sus fideos, dejando los palillos a un lado continuó hablando.- Hay una persona, que es importante para mi y a quien aprecio mucho, pero estos últimos días ha estado ignorándome.

- ¿Hiciste algo para que se molestara?

- No, no lo creo... -respondió con voz baja, a este punto ya no estaba seguro si había hecho algo para molestar al mayor.- Creo que ese es el problema, no sé que pasa, no sé si debería hablarle.

- Mh, quizás esta persona ha tenido días ocupados.

- ¿Pero no crees que debería al menos contestar mis mensajes?

Observó como su madre parecía pensar en una respuesta adecuada para darle, Jungkook sentía que no había mucho que decir, pero quizás ella tenía una perspectiva diferente que lo ayudaría en esta situación, pero de pronto el rostro de la mujer cambió de expresión, luciendo más jovial que antes.

- Jungkook, esta persona, ¿Te gusta? -la pregunta lo pilló completamente desprevenido, logrando que su rostro se coloreara de un suave tono rojizo, lo que hizo que la mujer mostrara una media sonrisa.

- ¡Mamá! -se quejó llevando las manos a su rostro para cubrir sus colorada mejillas.- No es eso.

- Mh si claro, y yo nací ayer.

- Dios, eso no es lo importante aquí.

- Claro que es importante, significa que mi pequeño esta creciendo. -la mujer pretendió limpiar una lagrima imaginario de su mejilla.

- Mamá por favor. -ahora sus manos cubrían su rostro por completo y negaba suavemente con la cabeza, se sentía avergonzado del actuar de su madre.

- Lo siento, lo siento. -se disculpó la mujer, y Jungkook lentamente destapó su cara para volver a mirarla.- Pero si no has hecho nada malo, creo que deberías hablarle directamente.

- ¿Y qué pasa si realmente está molesto? ¿Y si no quiere volver a hablarme?

- Al menos tendrás una respuesta, ¿No crees que es mejor que estar sin saber qué pasa?

- Supongo que tienes razón. -admitió asintiendo con la cabeza, a pesar de que su madre gustaba de molestarlo de vez en cuando, al final ella siempre terminaba ayudándolo o diciéndole lo que creía era mejor o como actuar frente a ciertas situaciones, por eso al final del día Jungkook sabía que siempre podría contar con su madre.



15/05/22

Play with me | TaekookWhere stories live. Discover now