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Al día siguiente debía volver a la realidad e ir a clases, pero esa mañana se levantó sin muchas ganas, hubiese preferido quedarse en cama todo el día pero ya había faltado el día anterior, aunque no fue por su decisión no quería perderse más clases, después tendría que estudiar el doble si faltaba. La primera clase era arte, y aunque no fuese de los mejores artistas era una de sus clases favoritas, la maestra era agradable y comprensiva, les daba la libertad de expresarse a través de los diferentes trabajos que le daba y raramente criticaba lo que sus compañeros presentaban, las pocas veces que había visto a alguno ser regañado era simplemente porque no presentaban nada en absoluto o se trataba de un trabajo que claramente habían hecho en el ultimo momento. Hoy se encontraban continuando sus cuadros sobre surrealismo, Jungkook estaba centrado en continuar pintando su perrito volador, se sentía algo agotado y adormilado, pero trato con todas sus fuerzas poner todo su foco en la pintura frente a él, en otras ocasiones trataría de conversar con Jimin para hacer el paso del tiempo más ligero, pero este parecía demasiado concentrado en su propio dibujo y no quería molestarlo.

Se encontraba tan somnoliento que no se percató de lo rápido que había pasado el tiempo, antes de darse cuenta la campana estaba sonando indicando el inicio del receso, todos a su alrededor comenzaron a guardar sus cosas, y él no era la excepción, cuando todo estuvo en su lugar se despidió de la maestra y abandonó el salón junto a su amigo. Mientras caminaban de regreso a su salón habitual Jungkook por fin rompió el silencio que se había instaurado entre ellos.

- ¿Pasa algo? Estas demasiado callado.

- No pasa nada, solo cansado.

- Parece que ese partido se llevó toda nuestra estamina.

- Quizás deberíamos demandar a la escuela por no darnos otro día libre.

- Se supone que somos jóvenes llenos de energía.

- ¿Energía? A este punto creo que mi abuelita tiene más energía que yo.

Ambos rieron ante el comentario de su amigo, en estos momentos parecía que se tratase de una verdad absoluta. Mientras continuaban su andar Jungkook observó la puerta del baño, quizás debería aprovechar los minutos que le quedaban para ir, o de lo contraría le darían ganas a mitad de la clase y no quería tener que aguantarse. Se detuvo a mitad del pasillo y miró a su amigo.

- Jimin ¿Puedes llevar mis cosas? Quiero pasar al baño.

- Claro.

El pelirrojo tomó los pocos materiales que estaba cargando, le agradeció a su amigo y se apresuró para ingresar al baño, ingreso al primero cubículo libre que encontró, parecía no haber nadie más en el baño, quizás por que era de los más apartados del edificio. Cuando terminó de hacer sus asuntos regreso a los lavabos para limpiar sus manos, mientras estaba en eso una de las puertas de los cubículos se abrió, mirando a través del espejo Jungkook fue rápido en identificar la figura de Taehyung, pero este pareció no notar su presencia, traía la cabeza baja y su mano se entraba tocando su rostro.

- Hyung. -murmuró, sin la verdadera intención de llamar su atención, pero el castaño levantó su cabeza, sus miradas se conectaron a través del espejo.

- Jungkook. -habló el contrario, rápidamente mostrando una media sonrisa, su labio parecía estar algo hinchado, para asegurarse Jungkook se giró para observar con mayor claridad.- ¿Cómo estás? Tiempo sin verte.

Jungkook tenía millón de preguntas que hacerle, como por qué lo había estado ignorando, o por qué había desaparecido de la nada, pero ahora tenía una preocupación mayor por la cual cuestionar.

- ¿Qué te pasó en el labio? -preguntó mientras se acercaba al mayor, mientras más se aproximaba podía notar con más nitidez lo hinchado de su boca, pudiendo identificar rastros de sangre en una de sus comisuras.

- No es nada, no te preocupes. -la voz del mayor sonaba vacilante, al igual que su mirada.

- Esto no parece nada. -Jungkook tomó el mentón del mayor, dando una mejor mirada a la herida recientemente identificada.

- Solo tenía los labios resecos, tiré uno de esos cueritos y comenzó a sangrar.

Sabía que esa era una mentira, pero conocía lo suficiente al mayor para saber que no lograría obtener respuesta, aunque hiciera un interrogatorio. Dejando escapar un suspiro soltó el rostro del mayor, esta vez su mano tomó la mano contraria para acercarlo hasta los lavabos, lugar donde con cuidado mojó un trozo de papel que había arrancando del que se usa para secar las manos, usando este para con cuidado limpiar los restos de sangre que había en el rostro del mayor.

- Gracias... -habló con suavidad el castaño una vez que hubo alejado su mano, dando por terminado el proceso de limpieza.- Yoongi me dijo que ganaron.

- Sí, quería decírtelo pero, uhm, parece que has estado ignorando mis mensajes. -Jungkook rascó su cuello, el nerviosismo mezclado con algo de incomodidad, no sabía si había hecho bien en sacar el tema, pero no había vuelta atrás ahora.

- Lo siento. -observó al mayor apoyar su cuerpo contra los lavabos y agachar la mirada, ahora estaba jugueteando con sus dedos.- Mi teléfono murió, cayó al agua y no había forma de arreglarlo.

El pelinegro apoyó de igual manera su cuerpo contra los lavabos, posicionándose junto al contrario, sus hombros se estaban tocando, quería estirar su mano y tomar la del contrario para entrelazarla con la suya, pero no lo hizo.

- Lastima que mi celular no sabía nadar. -ambos soltaron una pequeña risa, el ambiente sintiéndose un poco más ligero.

Esta vez Jungkook no contuvo sus deseos, con lentitud y delicadeza movió su mano hasta la contraria, con suavidad detuvo el jugueteo entre los dedos del mayor para terminar entrelazando sus manos. Ante esto, pudo ver al mayor levantar la mirada y el pelinegro tomó la oportunidad para brindarle una sonrisa.

- En cuanto tenga un teléfono nuevo te hablaré, lo prometo.

- Espero que esta vez cumplas tu promesa hyung.

- ¿De qué hablas?

- Prometiste que irías al próximo partido... -ahora fue él quien agacho la mirada, se sentía un poco tonto al mencionarlo, Taehyung no parecía recordarlo después de todo.

- No creí que lo recordarías.

- ¡Claro que sí! -respondió, su voz sonando más aguda de lo que le hubiese gustado.

- Eres adorable. -el mayor sonrió, y estirando su mano libre sacudió los cabellos del pelinegro.- Te lo compensaré, por romper mi promesa.

- No es necesario hyung.

- Te compraré lo que quieras comer la próxima vez que nos veamos. -el menor asintió alegremente, la sensación desagradable que había estado ocupando su pecho comenzaba a desvanecer.- Ya debo irme, el receso esta por acabar.

Taehyung soltó su mano, pero antes de marcharse acarició una vez más su cabeza, luego dio media vuelta y comenzó a andar hacía la puerta, antes de que llegara a abrirla llamó una vez más.

- Hyung. -el mayor se detuvo para observarlo, esperando a que hablara.- Te quiero hyung. -con rapidez sus mejillas se colorearon, no sabía porque había soltado eso tan de repente, pero tras ver la gran sonrisa que el castaño le brindaba en ese momento no sintió arrepentimiento alguno.

- También te quiero Jungkook.

La respuesta que el mayor otorgó lo hizo sonreír de igual manera, sin decir nada más Taehyung se despidió sacudiendo su mano para luego desaparecer tras la puerta. Repentinamente, ya no se sentía tan cansado como antes, y parecía que su día había mejorado.



15/05/22

Play with me | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora