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Las instrucciones por parte del entrenador habían sido claras, a las ocho de la mañana todos los jugadores debían estar vestidos y en el salón principal del hotel para tomar desayuno antes de su entrenamiento, cuando el reloj diera las nueve todos se marcharían al gimnasio donde más tarde se llevaría a cabo el partido. Por esa misma razón, Jungkook ahora se encontraba caminando hacia el comedor, con un adormilado Jimin a su lado; cuando ambos cruzaron la puerta el lugar pareció entrar en una especie de trance, las conversaciones animadas de los jugadores bajaron su volumen, convirtiéndose ahora en un montón de murmullos, quiso ignorar la situación, pero podía dar casi por firmado de que estaban hablando sobre ellos. Tratando de apartar esa sensación de molestia en su interior, caminó junto a su amigo hasta la mesa donde Yoongi se encontraba ya sentado bebiendo de su taza, con un café que era tan negro como su alma.

- Buenos días hyung. -habló mientras tomaba asiento frente al capitán del equipo, observó a su amigo rodear la mesa para terminar sentado junto al rubio, ¿Se sintió ligeramente traicionado? Sí, pero luego se encargaría de cobrárselo al pelirrojo.

- Tus orejas deben estar ardiendo. -habló el capitán del equipo una vez que dejó su teléfono de lado.- Creo que he oído tu nombre un millón de veces en menos de cinco minutos.

- Dios, la gente es tan estúpida, deberían conseguirse una vida o algo.

- ¿Por qué todos están hablando de ti?

- Debe ser por lo que pasó ayer en el bus. -interfirió Jimin, mientras se servía un poco de té y un par de tostadas.

- ¿Qué pasó ayer? ¿Por qué no me cuentas estas cosas? -la mirada severa del rubio iba dirigida a su amigo, quien solo rodó los ojos como respuesta.

- No creí que sería algo importante, pero creo que me equivoqué.

- ¿Harías el honor de decirme que fue lo que ocurrió? ¿O debo usar mi técnica secreta para hacer que hables?

- No, no, no. -Jimin se negó de inmediato, Jungkook tenía curiosidad sobre de que se trataba esa técnica secreta, pero al mismo tiempo tenía miedo de saber.

- Un par de primer año nos preguntaron a mi y a Jimin si estábamos saliendo. -comenzó a explicar desinteresadamente mientras se servía una porción de huevos revueltos.- Luego comenzaron a decir cosas homofóbicas, por supuesto que les dije que se callaran y se fueran al demonio.

- Uh, no me esperaba eso. -inquirió el rubio con su ceja enarcada, para luego dar otro sorbo a su café.- Que completos idiotas, si tan solo supieran que el entrenador es gay, dudo que dirían ese tipo de cosas tan ligeramente.

- ¿El señor Park es gay? -preguntó Jimin con clara intriga, aquella información también había captado su atención.

- No sé si sea gay, pero si sé que tiene novio, un día los vi besándose en el almacén del gimnasio, gracias a eso tuve un día libre de entrenamiento.

- No me lo puedo creer Yoongi. -recriminó Jimin al mayor, picando su costado con uno de sus dedos.- Te aprovechas de la situación.

- Déjame decirte querido Jimin... -Yoongi atrapó la mano con la que el pelirrojo estaba picando su costado para detener su acción.- Que tu también saliste beneficiado, fue el día en que fuimos a mi apartamento y...

- Ugh, basta por favor. -interrumpió el pelinegro, agitando sus manos en el aire para mayor dramatismo.- Si van hablar de las cosas que hacen en privado no quiero oírlo, gracias.

El resto del desayuno concurrió con relativa normalidad, un par de bromas por parte del rubio que lograron sacarle carcajadas, en especial cuando este estaba molestando a su amigo, las reacciones del pelirrojo eran demasiado divertidas. Cuando llegó la hora de marcharse al entrenamiento, Jungkook aun podía oír los murmullos y sentir las miradas que algunos le dirigían, tenía ganas de gritarles y encararlos a todos, pero no era apropiado, así que optó por solo ignorarlo y concentrarse en las practicas.

Jungkook corría de un lado a otro por toda la cancha, tal como el entrenador les había ordenado, pero a medida que los minutos iban pasando su mente comenzó a divagar, regresando especialmente a la conversación que había tenido con Jimin el día anterior, y por consecuente terminó pensando en Taehyung. Aun seguía debatiendo en su interior, como decifrar ese manejo de emociones que el castaño provocaba en él, desde que comenzaron a salir más seguido y pasar más tiempo juntos lo había clasificado como un amigo, pero ahora no estaba tan seguro si esa seguía siendo la etiqueta adecuada. Era innegable el aprecio y cariño que sentía por el mayor, pero tal como lo había mencionado su amigo, no se sentía de la misma forma que con el resto de sus amistades. Quizás, era probable que los sentimientos por Taehyung fueran más allá de una simple amistad, pero de cierta forma eso lo aterraba, y no tenía nada que ver con el hecho de que se tratara de un chico, era más bien porque Jungkook nunca había experimentado ese tipo de sentimientos por nadie en el pasado. Claro, había tenido un par de novias cuando era más joven, pero no fue nada más que ese amor infantil que solo duraba un receso, y nunca se sintió realmente interesado en buscar una relación cuando alcanzó la pubertad, no era algo que llamara su atención, su mente parecía solo enfocarse en el basquetbol y cualquier novela que estuviese leyendo en el momento. Pero poner a Taehyung bajo esa luz de romanticismo lo aterraba, porque sentía que aceptar tener sentimientos hacía él conllevaba un montón de cosas que no sabría como lidiar con ellas, si aceptaba que el mayor le gustaba ¿Cambiaría su relación? Jungkook tenía miedo de perder ese nuevo lazo por algo de lo que no estaba seguro, quizás por ese motivo había estado ignorando esa vocecita en su cabeza que le decía que había algo más allí, pero desde que Jimin había traído el tema a conversación, no dejaba de darle vueltas al asunto.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que sus reflejos le fallaron cuando tropezó con un balón que se encontraba en medio de la cancha, haciéndolo caer de cara al piso, obteniendo la risa de algunos de sus compañeros y una mirada de reprimenda por parte del entrenador.

- Jeon concéntrate. -lo regañó el señor Park mientras lo ayudaba a ponerse de pie.- El partido es en un par de horas y necesito que este al cien.

Jungkook asintió y se disculpó con el mayor, siguiendo sus pasos para regresar con el resto de los miembros, quienes se estaban alistando para estirar sus músculos. Terminó siendo emparejado con Yoongi, este le dijo que se sentara mientras lo ayudaba a elongar en el piso. Necesitaba dejar de pensar en Taehyung, y sus no tan claros sentimientos por él, debía concentrarse en el partido de esta noche y brillar en la cancha como la estrella del baloncesto que era.

Una vez que el entrenamiento había terminado, tenían unas tres horas libres para comer y descansar un poco antes del partido, pero antes de hacer cualquier cosa Jungkook necesitaba tomar una relajante ducha. Con una toalla alrededor de su cintura y otra alrededor de su cuello salió del baño, dirigiéndose hasta su cama, donde previamente había dejado pulcramente ordenado su uniforme, se sentó a un lado de la ropa y tomó su teléfono para revisar sus redes sociales, y perder un poco de tiempo en eso. Tenía unos cuantos mensajes de su madre preguntando por su estado y otro por parte de Hoseok, una parte de él esperaba ver un mensaje proveniente de Taehyung, pero su chat llevaba inactivo ya varios días, no es que antes pasaran todo el día escribiéndose, pero al menos intercambiaban un par de mensajes y alguna que otra imagen divertida que encontraban en internet, sabía que no era la gran cosa que llevaran un par de días sin hablar, pero era extraño, quería saber como se encontraba el castaño, quería saber si ya había comido, si estaba descansado lo suficiente, solo quería escuchar de Taehyung. Pensó que tal vez debía escribirle él, pero no entendía porque se sentía tan nervioso mientras intentaba formular una frase coherente para enviarle.

- ¿Qué estas haciendo? -su amigo interrumpió su momento, deteniendo el pánico que estaba creciendo en su interior, lo observó por unos segundos mientras este se dirigía a su propia cama para preparar de igual manera su uniforme.

- Nada. -contestó bloqueando su telefono para dejarlo sobre la mesita de noche, nuevamente se recordó a si mismo que debía dejar de darle vueltas al asunto de Taehyung, al menos por ahora.- Mamá me escribió preguntando por ti, ni siquiera preguntó como estaba yo, solo por su Jiminnie.

- Es que soy su hijo favorito. -molestó el pelirrojo mientras secaba su cabello.

- ¡No eres su hijo!

- Pues le diré que me adopte y asunto resuelto.

- No, me niego.

- No me interesa, estoy seguro que ella aceptara. -su amigo le sacó la lengua de forma burlesca, a veces Jimin lo sacaba de quicio.



13/05/22

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