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La cabeza de Jungkook se movía de forma casi errática de un lado a otro, en busca de alguna explicación del repentino mal funcionamiento del tren, pero era obvio que no encontraría respuesta alguna. Se detuvo para mirar al mayor, le fue difícil definir el rostro ajeno, pues la única fuente de luz en ese momento eran las luces de emergencia en las paredes del túnel que los envolvía. La ansiedad comenzaba a crecer en su interior, y no parecía querer detenerse, ni sabía cómo controlarla, por lo que fue cosa de segundos para que su respiración perdiera su flujo normal siendo reemplazada por hiperventilación.

El pelinegro escondió la cabeza entre sus piernas, en un intento de calmarse, pero simplemente no lograba tranquilizar su pulso, ya sentía que el aire le hacía falta y una sensación de nauseas se formó en la boca de su estómago. Sentía que podía desvanecerse en ese preciso instante.

De pronto sintió un par de manos apoyarse sobre sus rodillas, una calidez transfiriéndose a su cuerpo que no dejaba de temblar. - Jungkook. -era la voz de Taehyung, no sabía en qué momento había dejado su asiento para ponerse frente a él, su prioridad en ese momento era no morir. - Escucha, tienes que tratar de controlar tu respiración, así. -el castaño respiró profundamente, sosteniendo el aire en sus pulmones por no más de cinco segundos, para luego dejarlo escapar con lentitud desde su boca. - Vamos, cuenta conmigo, uno, dos, tres, cuatro, cinco. -mientras decía esto el mayor le mostraba nuevamente como respirar, debía hacerlo al ritmo que este le indicaba. Lo intento una, dos veces, pero no lograba seguir la cuenta que el castaño llevaba; le tomó otro par de intentos hasta que pudiera inhalar, sostener y liberar el aire de la forma que el contrario le señalaba.

En cosa de minutos la respiración del pelinegro volvía a la normalidad, los temblores de su cuerpo eran ya casi inexistentes y podía sentir sus músculos relajarse. Levantó al fin la cabeza, encontrándose de lleno con el rosto de Taehyung, quien llevó la diestra hasta su mejilla, Jungkook solo se mantuvo en silencio con su mirada fija en ojos ajenos. - Tranquilo Jungkook, todo estará bien. -murmuró el castaño con esa suavidad habitual en él, al parecer ya todo rastro de ansiedad lo había dejado, así que fue capaz de asentir a modo de respuesta. - Estoy aquí contigo, tranquilo.

Jungkook se atrevió a posar su mano sobre la del castaño que aún se mantenía posicionada en su rodilla, sujetándola con fuerza, no queriendo perder el contacto. - ¿Puedes... -comenzó a hablar el menor con una voz frágil y baja.- ...quedarte conmigo unos minutos hyung? -fueron suficientes palabras para que el castaño asintiera, apretando la mano del menor al mismo tiempo para asegurarle que se mantendría con él. Taehyung regresó a su asiento junto al pelinegro, con un rápido movimiento sostuvo las manos ajenas entre las propias, esperando que eso ayudara a tranquilizarlo.

Se mantuvieron así, con sus manos unidas y sin decir palabra alguna, aun se escuchaban murmullos por parte de los otros pasajeros pero resultaban irrelevantes. Pasaron otros cinco minutos para que las luces del vagón volvieran a encenderse, luego se escuchó por los altavoces como el conductor anunciaba que pronto reiniciarían su marcha.

Jungkook soltó las manos del mayor solo cuando estaban por llegar a la estación en la que debía descender. - Gracias hyung... no sé que habría hecho sin ti.

- Tranquilo Jungkook, estoy seguro que tu hubieras hecho lo mismo por mí.

El menor asintió lentamente, probablemente tenía razón, no sería capaz de dejar al mayor sufriendo solo a su suerte si la situación hubiese sido a la inversa. El anuncio de la llegada a la estación del pelinegro los obligó a despedirse, con una suave sonrisa en su rostro Jungkook vio al mayor marcharse, parado desde el andén.


🌻🌻🌻


El timbre que indicaba el inicio del recreo sonó por toda la escuela, haciendo que los estudiantes abandonaran sus respectivos salones de uno en uno, o en pequeños grupos. Jungkook por su parte se tardó un poco más que el resto de sus compañeros, buscó en su mochila una pequeña cajita que había cargado toda la mañana, cuando la tuvo segura entre sus manos abandonó la sala para ir en busca de Taehyung en el piso superior.

Al llegar al salón del mayor se paró en el marco de la puerta, rebuscando con la mirada al castaño, un chico sentado cerca de la entrada le preguntó si buscaba a alguien.

- Busco a Taehyung.

- ¿Kim Taehyung? Creo que está por allá.

El desconocido señalo hacía el fondo del salón, Jungkook dirigió la mirada hasta el lugar indicado, vio un grupo de chicos reunidos alrededor de una mesa charlando y riendo, pero entre ellos no se encontraba el mayor, así que su vista se movió hacía la derecha, fue ahí que pudo encontrarlo. Agradeció al chico que lo había ayudado, luego se adentró por completo dentro de la sala, caminando con calma hasta el fondo. Taehyung se encontraba sentado con la mirada perdida hacía el exterior, parecía estar escuchando música, o eso es lo que pensó el menor al notar que tenía audífonos puestos. Se detuvo frente al puesto del mayor, dejando la caja que traía sobre su mesa; al notar movimiento cerca el castaño giró su cabeza, sonriendo cuando encontró a Jungkook tomando posesión del asiento libre justo delante de él, se apresuró para detener la música y quitarse los audífonos.

- Hola Jungkook, ¿Qué te trae por aquí?

- Venía a entregarte esto. -señaló la cajita posicionada entre ellos.

- ¿Qué es? -con curiosidad el mayor desató el listón para poder abrir la caja, en su interior pudo encontrar dos cupcakes.

- No sabía cuál era tu sabor favorito, así que compre uno de fresa y otro de chocolate.

- Gracias, pero... ¿Por qué me los das?

- Quería agradecerte por lo de ayer hyung, de verdad no sé qué hubiera hecho sin tu ayuda.

- Jungkook, no era necesario... no tenías que darme nada.

- Lo siento hyung, pero mi madre me educó para ser alguien de modales, además no creo que unos cupcakes pudieran hacer daño, por favor hyung, acéptalos.

Con una media sonrisa Taehyung no tuvo más opción que aceptar el regalo, después de todo el menor los había comprado para él. - Muchas gracias Jungkookie.

- ¿Uh? -la cabeza del menor se inclinó ligeramente hacia un costado, nunca había escuchado al mayor llamarlo así.

- Lo siento, ¿Te molesta que te llame así? Debí suponerlo, es un apodo algo infantil.

- No, no, no, hyung, no es eso. -se apresuró a aclarar, el sobrenombre no le había molestado en lo absoluto, le había parecido de cierta forma tierno de parte de Taehyung que lo llamara así. - Solo que me tomó por sorpresa, no me molesta en lo absoluto.

- Que alivio saber que no te molestó.

La campana que indicaba el fin del receso se hizo presente, el menor se puso de pie dispuesto a marcharse. - Nos vemos hyung.

- Jungkook espera. -el castaño lo detuvo tomándolo por la manga de su chaqueta, el menor se quedó quieto en su lugar esperando a que el contrario hablara. - ¿Podemos irnos juntos hoy? Ya me has dado mucha comida, y me gustaría devolverte el favor, podemos pasar a un café si gustas.

- Claro que podemos regresar juntos hyung. -una gran sonrisa surgió en el rostro del menor.- Aunque no es necesario que me des nada.

- Aun así... no me parece justo.

- Camino en la estación hay una tienda que vende helados, podemos pasar por ahí mientras caminamos, ¿Eso está bien para ti hyung?

- Me parece perfecto. -Taehyung al fin soltó el agarre sobre la ropa del menor.

- Nos vemos a la salida hyung.



14/12/21

Play with me | TaekookWhere stories live. Discover now