016.

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La velocidad de la luz en el vacío es de 299.792.458 kilómetros por segundo pero cualquiera que hubiese visto a Jungkook cerrar el cajón y correr hasta la cama para hacer como si nada hubiese pasado diría que el chico había superado esa cifra por creces.

Jimin abrió la puerta que se encontraba semi abierta con ayuda de su espalda mientras arrastraba un enorme sofá-cama con las manos.

– Juro que nunca ocupamos esta cosa –dice el chico mientras Jungkook esta con la vista pegada en el piso.

Si había algo peor que compartir el mismo metro cuadrado con la persona que te hace sentir extrañas cosas en el estomago era peor estar imaginando en ese mismo instante a la misma persona con bragas de encaje. Jungkook estaba a punto de saltar por la ventana.

Jimin no tenía idea de lo que pasaba por lo que armo el sofá-cama con tranquilidad mientras Jungkook tenía las manos sobre las piernas intentando disimular la erección que se le había formado en los pantalones.

– ¿Necesitas que te preste una pijama o algo así? –pregunta el más bajo a Jungkook.

Era un mal momento para perderse en sus pensamientos sobre todo si en ese minuto se pregunta que estaba usando Jimin bajo los pantalones en ese preciso instante. Enojado consigo mismo y también con el chico decidió que debía irse a dormir antes de que su cuerpo actuara de forma estupida.

– No –responde a secas quitándose los bototos y estirando las sabanas de la cama hacia atrás para entrar en ella.

Jimin se extraño. Jungkook estaba actuando muy raro y no entendía por qué. No parecía estar molesto cuando hablo con su madre, por muy al contrario se comporto de forma educada. Trató de imaginarse todos los escenarios posibles pero no logró hallar una respuesta certera, así que no le quedo más remedio que preguntarle al castaño directamente.

– ¿Pasa algo?

"Pasa mucho", quería decir Jungkook.

– No.

– ¿Estas enojado? –insiste Jimin.

"Ni cerca", pensó Jungkook.

– No.

– ¿Seguro?

"Sí, estoy bastante seguro de que lo que siento no es enojo", respondía Jungkook en su cabeza, "Mi problema es que estoy caliente porque encontré tus bragas".

Pero la insistencia del más bajo le hizo perder la paciencia.

– ¡Deja de joder de una puta vez! –Grita metiéndose de una vez a la cama y dándole la espalda a Jimin.

Vaya que era un idiota por culpa de los nervios. Pudo haber inventado algo o simplemente ser más amable pero como se comportaba igual que una estúpida roca sin sentido del tacto no podía hacer algo mejor.  Si a Jungkook le pagasen una moneda por cada vez que era un imbécil de seguro a estas alturas sería millonario.

Y a pesar de el espectáculo que armó con el grito o el hecho de darle la espalda al chico para no mirarlo aún no lograba sacarse la imagen de Jimin de sus pensamientos. Era vibrante, lo hacía sentir débil porque nunca alguien había tenido aquel tipo de efecto sobre el.

Bueno, eso duro hasta que escuchó sollozos provenientes del otro lado de la habitación.

Jungkook nunca sintió lastima por las personas ni siquiera cuando las veía llorando, simplemente se le hacía molesto porque el nunca molestaba a otros con lo que sentía. Pero decir que no sintió nada cuando los sollozos de Jimin llegaron hasta sus oídos sería mentir de la forma más descarada posible.

Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora