020.

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Jimin se carcajeó, literal. Rompió a reír apenas escuchó decir a Jungkook que le gustaba de verdad. Estaba borracho, bastante a decir verdad, pero no era idiota.

– Deja de decir estupideces –le pide al castaño en tono enojado–, y por una vez en tu vida tomate lo que digo enserio.

Jungkook frunce el ceño. Jimin estaba tan borracho que ni siquiera podía distinguir el hecho de que por primera vez en su vida estaba siendo sincero con sus sentimientos. Le sacaba de quicio y es que apenas había juntado el valor para hacerlo. Pero como Jungkook era un bruto de primera trataría a Jimin de la manera más dulce.

Según el, obviamente.

– Tu eres el estúpido.

El menor infla sus mejillas del coraje. Se veía como un pequeño hamster a quien le habían quitado su comida preferida. Por supuesto que el chico le había llamado estúpido, no podía esperar menos de un energúmeno que le gustaba golpear un maldito saco de boxeo por hobby. A Jimin no se le notaba porque el era una tierna florecilla el 99% del tiempo, pero cuando se enojaba podía hasta lanzar humo por las orejas. Y el alcohol no ayudaba en la ecuación.

– Eres un... Eres una... –Jimin toma aire para luego gritar con todas sus fuerzas– ¡Una rata de alcantarilla!

De inmediato se tapa la boca como si hubiese dicho la grosería más grande del planeta. Jungkook le miraba con la típica cara de "Oh no, no dijiste eso" mientras que a Jimin se le comienza a poner el rostro colorado. Esto pasaba cuando lo sacaban de quicio, insultaba sin sentido y de la forma más tonta posible. La pena le consumía y estuvo a unos segundos de pedirle disculpas a Jungkook por lo que había dicho, claro, hasta que este abrió la boca.

– Enano idiota.

Jimin vuelve a inflar los cachetes indignado. No, eso si que no. Jungkook era un idiota y no se merecía ningún tipo de disculpas. Mucha paciencia había tenido con el y ahora no quedaba nada. ¿Quería pelear? Entonces Jimin pelearía.

– Cabeza de musculo sin cerebro –suelta de una vez y el contrario levanta una ceja.

– Pulga mutante –contraataca Jungkook con rapidez.

Jimin se acerca al chico para enfrentarlo. Quizá era más pequeño que el pero eso no significaba que pudiese molestarlo. Jamás se había visto al peli-rosa tan enojado, pero Jeon podía lograr sacar la peor parte del muchacho.

– ¡Amargado con complejo de patata!

Jungkook da un paso al frente.

– ¡Intento fallido de princesa!

– ¡Conejo mal parido!

– ¡No eres más que un niñito de mami!

Oh no, ese si que era un tema sagrado. Si antes Jimin estaba levemente sonrosado por el enojo ahora era un tomate, y uno muy enfadado. Nadie le decía nada de su madre ni por más idiota que fuese. Definitivamente había sido la gota que rebalsaba de una vez por todas. 

– ¡Y tu no eres más que un montón de tatuajes sin personalidad ni inteligencia!

Dicho eso Jimin fue estampado contra la cama.

Todo fue demasiado rápido. Primero estaba de pie discutiendo con Jungkook y luego sintió las sabanas contra su espalda. Trató de zafarse pero el más alto tenía sus dos manos afirmadas por sobre su cabeza, inmovilizándolo por completo. Jimin tragó saliva de forma sonora, ahora el rostro de Jungkook estaba demasiado cerca del suyo y eso le intimidaba. Podía sentir cada uno de los músculos del castaño contra su ropa logrando que temblara.

Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora