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capítulo cinco

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐕: 𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑

El fin de semana había transcurrido tranquilo en la casa Lodge. Veronica y Lisa no se había dirigido una sola palabra, aunque la segunda se moría de ganas por preguntarle qué había pasado con Kian en el armario. Sabía que si preguntaba estaría mostrando su envidia y preocupación, lo cual sería darle una clara victoria a Veronica.

Por otro lado, Archie había tratado por todos los medios disculparse con Betty por su comportamiento durante el baile del viernes. Todos habían resultado fallidos, pero tampoco había importado, porque el mismo lunes por la mañana, la chica rubia se había presentado en la puerta de su casa.

-¿Me acompañas al instituto? -dijo ella sonriente-. No podemos dejar que mi madre se entere de que seguimos siendo amigos.

El pelirrojo, contento con las palabras de Betty, accedió y salió de la casa. Ambos caminaron hacia la institución mientras charlaban de cualquier cosa y reían por todo. Casi parecía que nada había cambiado entre ellos, cuando en realidad todo era diferente.

El Riverdale High estaba más alborotado que de costumbre. Cuando ambos amigos entraron en el centro sus caminos se separaron. Archie se dirigió a su taquilla, mientras que Betty se excusó y entró al baño de mujeres. El pelirrojo saludó a la joven Lisa, quien estaba reposada sobre su taquilla, la cual estaba a apenas dos casilleros de la de Archie.

Los ojos del chico siguieron la mirada triste de Lisa hasta dar con la enrome cantidad de flores y peluches que la gente estaba depositando frente a la taquilla del, ahora difunto, Jason Blossom. Aquella misma madrugada había sido encontrado su cuerpo abotargado y encharcado, con un orificio de bala en la frente y miles de horribles secretos que solo el frío acero del bisturí de un forense podría descubrir.

-¿Cuántos de estos crees que lo harán de corazón? -preguntó Lisa con los brazos cruzados mientras observaba a la gente arrodillarse frente a los regalos y ofrendas para hacer fotos.

-Ni un cuarto de todas esas personas. Jason era muy querido, sí, pero se nota que esta gente lo hace para conseguir likes y comentarios fáciles en sus redes sociales.

-Es increíble.

Ambos se quedaron perplejos al ver cómo una chica se mojaba las mejillas con agua mineral para que parecieran lágrimas y acto seguido se hacía una foto frente a la taquilla de Jason Blossom.

-¿No te da vergüenza? -gritó Lisa asustando a la chica. Esta se irguió con el orgullo herido y se alejó por el pasillo por el que había venido.

-Buenos días -la voz de Jughead alertó a los otros dos amigos. Archie y Lisa, quienes parecían más cercanos cada día, se giraron en su dirección. Lisa frunció el ceño, pues ella no era consciente de que Jughead formaba parte del grupo de amigos del pelirrojo-. ¿Creéis que puedo usar la muerte de Jason Blossom como excusa para librarme de la clase de educación física? Lo siento mucho, entrenador, pero estoy demasiado deprimido como para hacer flexiones.

Archie cerró la puerta de su taquilla de un golpe, haciéndole saber a su amigo que no había tenido ninguna gracia.

-No es buen momento para bromear, ¿no crees?

-Archie, el humor sarcástico es mi forma de relacionarme.

-Yo no lo llamaría precisamente humor.

Jughead frunció el ceño, reparando por primera vez en que había alguien más. En cuanto Archie se apartó, Jughead pudo ver la pequeña figura de Lisa. La chica lo miraba igual de seria que el pelirrojo.