capítulo siete

13.1K 1.2K 136
                                    

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐕𝐈𝐈: 𝐍𝐎𝐓 𝐓𝐇𝐈𝐒 𝐓𝐈𝐌𝐄

Tras la intensa clase de biología, Jughead y Lisa se dirigieron al patio trasero para almorzar. Los dos chicos se miraron de reojo cuando vieron a su amigo pelirrojo sentado solo con su guitarra en el regazo y anotando algo en su cuaderno.

Jughead parecía algo reacio a sentarse con él, pero Lisa lo presionó y terminó accediendo. Los dos se sentaron en el banco frente a Archie y en cuanto este levantó la mirada y los vio rodó los ojos.

—¿Venís a acusarme de algún otro delito? ¿Robo, quizá?

—No, Archie. Mira, lo sentimos, ¿vale? Pero has estado actuando muy extraño últimamente y pensamos que...

—¿Que yo maté a Jason Blossom y os lo estoy ocultando? —el pelirrojo se sacudió el pelo con la mano libre y se relamió los labios antes de hablar—. ¿De verdad me creéis capaz de matar a alguien?

—Yo ya no sé qué creer —esta vez habló Jughead.

—Creí que éramos amigos.

—Y lo somos. Es esta ciudad... Es inevitable mirar a todos con ojos de sospecha. Hasta el conserje me parece sospechoso.

—Creo que deberías parar con este estúpido juego de detectives, Jughead. No te está haciendo ningún bien.

Antes de que el moreno pudiera responder, la voz de Veronica se abrió paso.

—Archie, ¿tienes más material que enseñarle a un público muy indulgente?

La morena recién llegada se sentó al lado él, quedando frente a Lisa. Betty, quien acompañaban a Veronica, se acomodó en hueco libre en uno de los extremos de la mesa. No pudo evitar sentir algo de envidia al ver a Lisa junto a Archie. Ambos se habían vuelto bastante cercanos en muy poco tiempo y detestaba ver cómo la chica recién llegada había conseguido en dos semanas lo que a ella le había costado años construir.

La rubia, tratando de no hacer demasiado evidente su molestia, miró a Archie, que parecía dudar, y le sonrió. El chico asintió y comenzó a cantar. Lo cierto es que no estaba de humor para cantar una balada de amor frente a los dos amigos que lo tenían como sospechoso del chico Blossom, su mejor amiga, con quien las cosas andaban algo tensas, y Veronica, que cada vez que cantaba parecía querer comérselo.

A los pocos segundos se calló al escuchar un sollozo procedente de Betty. Una mueca de tristeza y dolor se dibujaron en su rostro. Los recuerdos de la noche del baile la atormentaron y verlo a él, tan brillante y feliz, cantando una canción de amor, mientras ella cada día se sentía más rota por dentro, no le hizo ningún bien. Las palabras del chico Andrews resonaban en su cabeza al ritmo de la canción.

—Pues claro que te quiero, Betty. Pero no de la manera que tú esperas. Eres tan perfecta, tan buena chica que yo... Yo nunca he estado a tu altura y nunca lo estaré. Nunca seré suficiente para ti.

Aquella burda excusa le parecía suficiente para esconder sus verdaderos sentimientos. Estaba enamorado de su profesora de música, pero, claro, eso no lo podía cantar.

—¿Estás bien? —preguntó Archie acercándose a ella. Los ojos de los demás presentes estaban fijos en los dos amigos sin comprender qué ocurría.

—Debería decir que sí. Eso es lo que diría la chica buena ¿no? —se rio sin gracia apartando las primeras lágrimas de sus ojos. Archie suspiró, recordando, igual que lo había hecho ella, su discurso la otra noche—. Pensé que podría soportarlo, pero no. No puedo verte a diario y pedirle a mi corazón que no lata despavorido, que no se altere porque no servirá para nada. Por mucho que luche contra mis sentimientos, no puedo acallarlos.

BURNING RED » jughead jones ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora