capítulo dieciséis

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐗𝐕𝐈: 𝐃𝐑𝐈𝐕𝐄-𝐈𝐍 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓

probablemente uno de mis capítulos favoritos. enjoy !!


Los coches no paraban de entrar y dar vueltas en busca de algún sitio libre. Al no encontrarlo acababan aparcando donde les daba la gana con tal de ver la pantalla, creando así filas contiguas de coches donde se supone que debería estar el paso par peatones.

Tras la sombra de las dos chicas neoyorquinas caminaban Kevin y Cheryl Blossom codo con codo. La melliza pelirroja había decidido añadirse al grupo cuando sus dos amigas habían rechazado su invitación. Allá donde la chica iba un reguero de miradas entristecidas y falsos pésames.

Lisa en un principio se había negado a pasar la noche junto a aquella arpía.

—No creo que te importe que ella esté aquí cuando estés morreándote con tu novio —Kevin pronunció con una ceja alzada provocando que las mejillas de Lisa se calentaran y tomaran un tomo rojizo.

Tras aquello se marchó en busca del moreno, aún con la idea de sus labios entrelazados martilleando en su cabeza. Al no dar con él por ningún lado decidió adelantarse y pedir algo para picar mientras veían la película. Mientras esperaba en la cola decidió avisarle de que había llegado

Jughead yacía entristecido en una silla antigua frente al proyector, encargado de hacer que todo estuviera en orden. Esas serían las últimas horas que pasaría en aquel lugar y quería que todo saliera a pedir de boca, aunque la pena y la rabia no le dejaran pensar con claridad. Notó como su teléfono vibró sola la mesa y rápidamente comprobó la notificación. No pudo evitar sonreír al percatarse de que se trataba de un mensaje de Lisa.

Cuando se hubo asegurado de que todo estaba en orden salió en busca de Lisa y no le hizo falta buscar mucho. De lejos podía ver la figura roja junto al puesto de comida rápida. Con zancadas rápidas se dirigió hacia ella y cuando llegó a su posición la sujetó por la cintura y sonrió al notar cómo daba un pequeño brinco y se tensaba ante en tacto del chico.

—Hola.

—Hola, Juggy —se giró hacia él sosteniendo una bolsa de Doritos—. Esto está lleno, no creo que podamos ver nada.

Jughead no prestaba atención a lo que decía, demasiado ocupado observando sus labios moverse.

Se sentía tan cómodo con ella, sentía que con Lisa a su lado podía ser realmente él y le resultaba mil veces más fácil expresarse y actuar como el verdadero Jughead. No necesitaba fingir ser nadie más para gustarle a Lisa.

—Tengo un espacio reservado. Solo para nosotros dos —la sonrió y pasando su agarre de la cintura de la chica a su mano libre la guió hacia el espacio reservado—. Espera un momento, tengo que coger algo.

Zigzaguearon entre la gente que caminaba a contra corriente sin separar sus manos ni un solo centímetro en todo el camino. Lisa lo observaba desde atrás, admirando su fina espalda, su postura medio encorvada y sus andares rápidos, casi desesperados. Ocultó una sonrisa tras la bolsa de snacks al ver a Jughead tropezándose con unas piedras esparcidas por el suelo. El chico la miró por encima del hombro con el ceño fruncido, mas al verla oculta tras la bolsa luciendo adorablemente inocente una sonrisa de bobo se le escapó.

Jughead paró ante una puerta de metal alta y ancha y tiró de ella fuertemente. Se perdió en la penumbra del cuarto. Lisa, curiosa, se asomó y le echó un vistazo a la sala por dentro. Un catre deshecho en el suelo, con algunas mantas revueltas sobre este; una radio y muchos CDs esparcidos por el suelo y la mesa de madera raída que había a la derecha de la perta. Algún que otro póster colgado de las paredes le daban un aire un poco menos frío. Pero lo que llamó la atención de la chica fue la enorme mochila cargada con un montón de pertenencias de Jughead.

BURNING RED » jughead jones ✔Where stories live. Discover now