capítulo veintinueve

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐗𝐗𝐈𝐗: 𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐆𝐎𝐍𝐍𝐀 𝐋𝐄𝐓 𝐘𝐎𝐔 𝐆𝐎

Tras alejarse del instituto Riverdale High, el grupo de amigos había quedado dividido. Habían optado por ello creyendo que de aquella manera llegarían antes a Jughead y podrían evitar cualquier estupidez que estuviera pensando cometer, como marcharse de Riverdale. Archie se había encaminado a la estación de autobuses, Veronica había optado por la roulotte de FP –donde se topó con la policía–, Betty daba vueltas por las calles cercanas al Riverdale High esperando cruzarse con un desorientado y desesperado Jughead. Finalmente, Lisa había corrido al Pop's creyendo que sería el único lugar en el que podría encontrar a Jughead en un momento como aquel. Y, en efecto allí se encontraba el moreno. Sentado en una de las mesas del fondo, con el gorro de lana en un puño echo una bola, los ojos enrojecidos por las lágrimas y la mirada perdida en el ventanal a su izquierda. Lisa sintió como su corazón se encogió al ver una bolsa de gimnasio con todas sus cosas tirada a sus pies.

Sin pensárselo más caminó hacia él. Cuando estuvo frente a Jughead no puso resistir el impulso y se lanzó a los brazos de este. El joven parecía un poco reacio al inicio, pero terminó cediendo y apresó el cuerpo de Lisa entre sus brazos, hundiendo su cabeza en el cuello de la chica. Tiró de ella hasta que quedó sentada sobre su regazo y, ahí, ambos desataron el huracán de emociones que durante tanto tiempo habían guardado. Lisa dejó que Jughead llorara, jadeara y gimoteara como un niño mientras apretaba entre sus manos la tela de su gorro. Lo arrullaba, haciéndole saber que estaba allí con él, que ella lo ayudaría a calmar su dolor.

—Yo jamás haría algo que pudiera herirte, Jughead. Quiero que lo tengas claro para la próxima vez.

—No quiero que haya una próxima vez. Solo quiero que seamos felices, juntos. ¿Es tan difícil?

—Nada en esta vida es sencillo —murmuró con pesar mientras desenredaba el pelo del moreno con sus dedos—. Pero podemos hacerlo algo menos complicado, juntos.

—Juntos.

Finalmente levantó la cabeza y la miró fijamente a los ojos. Lisa sonrió dulce y apartó los rastros de lágrimas de sus ojos con sus pulgares. Ante esto, Jughead cerró los ojos y se permitió relajarse, pero la paz no duró demasiado. La puerta del local se abrió de golpe, dejando paso a Archie, seguido de Veronica y Betty. Los tres se agolparon alrededor de la mesa en cuanto divisaron a Jughead.

—Jughead, amigo. Perdónanos, por favor.

—Archie, lo que me habéis hecho no tiene perdón.

—Bueno, si no quieres perdonarnos está bien, pero hay algo que tenemos que decirte —Lisa abrió los ojos como platos sin poder creerse que se hubiera olvidado de su cometido principal.

—¿Venís a decirme cómo, por qué y por qué mi padre se convirtió en un asesino?

—Fue con una pistola. Jason fue asesinado con una pistola. —murmuró Veronica ganándose la atención de todos los presentes—. Pero no disparó tu padre... Vale, ya me callo.

—¿Qué quieres decir?

—Verás—Archie se sentó en el sillón quedando frente a Jughead y Lisa—. Kevin nos ha dicho que, según ha informado su padre, han arrestado a tu padre porque han encontrado el arma del homicidio el la roulotte de tu padre. Pero ese no estaba ahí cuando Veronica y yo hemos ido a buscar.

—N-No... No entiendo.

—Alguien quiere inculpar a tu padre, Jughead —explicó Lisa con tono suave.

El chico abrió los ojos como platos y, tras recoger todas sus cosas y lanzarlas en la parte trasera de la camioneta de Archie, pusieron marcha a la comisaría.

BURNING RED » jughead jones ✔Where stories live. Discover now