For You- Joseph Morgan

Capítulo 13; Ebrio.

¡Joseph Morgan finalmente comprometido!

Leí el titulo un par de veces.

Finalmente presione el botón para abrir todo el articulo de la noticia. Ni siquiera sé por qué lo hice, supongo que estoy poniendo a prueba mi capacidad para soportar las malas noticias.

Después de tres años de noviazgo, Joseph Morgan y Persia White están finalmente preparados para dar el próximo paso.

La feliz pareja anunció su compromiso el pasado sábado, compartiendo una adorable foto en Instagram, donde podemos apreciar el anillo de compromiso en la mano de Persia White. Decenas de amigos y familiares de la pareja han expresado su felicidad por la noticia a tráves de Instagram y Twitter.

"Felicidades, hermano.
@josephmorgan" Twitteó Daniel Gillies.

Nota mental, dejaré de seguir en Twitter a Daniel Gillies.

Dejo el teléfono sobre el tocador, no quiero saber nada más respecto a Joseph Morgan y su compromiso. Parece que después de todo, mis días como su bonita distracción han llegado a su fín.

No ha llamado, ni me ha escrito desde el viaje a las colinas. Ese día ni siquiera se despidió, por suerte, no me sentía realmente bien y no quería que me viera de esa manera. Ya había recibido suficiente humillación de Emma Adams, no quería tener que darle explicaciones a él por todo lo que Emma dijo.

Ahora, puede que nunca tenga que darle explicaciones.

-Te ves horrible.-Me digo a mi misma fríamente, observando lo pálido que está mi rostro. Me veo más muerta que viva, y curiosamente también me siento así. Ni siquiera puedo recordar la última vez que vi el sol o sentí el aire fresco del verano.

Veo como se deslizan dos entradas para la galería de arte por debajo de la puerta. Entradas que ya no quiero, sólo con pensar que las consiguió una de las personas responsables en la creación de Emma Adams siento el impulso de prenderles fuego.

-¿Alison?-Mamá llamó del otro lado de la madera.-¿Estás bien?-Pregunta insegura luego de un largo silencio.

Extraño, muy pocas veces está interesada en cómo estoy.

-No, corte mis venas y me estoy desangrando.-Respondí amargada, tomando el cepillo para intentar solucionar el desastre olímpico que se ha vuelto mi cabello.

Mamá tardo en responder-¿Es una broma o algo así?-Preguntó, tocando la puerta.-Alison, no es divertido.-Anunció seriamente.

Guarde silencio para hacerle sentir miedo.

-¡Alison!-Llamó, pude sentir la desesperación en su voz.

Por alguna extraña razón aquel sonido me resulto encantador. Sabía que estaba un poco mal, pero, mamá merecía un par de segundos de miedo, ¡Me obligó a pasar un mes entero junto al diablo pelirrojo!

-¡Alison Marie Hale!-Gritó, golpeando la puerta con fuerza.-¡No es divertido! ¡Abre la maldita puerta!-Sonreí ante el indicio de pánico en su voz.

-No puedo hacerlo.-Digo, levantando un poco la voz para que pueda escucharme desde el otro lado.-Hay mucha sangre en el piso.-Agrego para desquiciarla un poco más. Un par de segundos luego siento demasiada culpa, me levanto rápidamente y abro la puerta.