For You- Joseph Morgan

Capítulo 51; Cerca del fin.

Cuando veo a mi madre bajar de la camioneta Mercedes Benz blindada a prueba de balas, admito que siento algo de desagrado, pero cuando veo a Emma Adams bajando detrás de ella, la sangre comienza a burbujear dentro de mi de la misma rabia.

-Hola, Cristina.-Saluda Joseph, entrelazando su mano con la mía para evitar que yo salte sobre la pelirroja para degollarla con el llavero que tengo en las manos. Emma llega al lado de mamá y sonríe con amabilidad hacia nosotros.

-Hola.-Saluda en dirección a Joseph, luego se gira lentamente hacia mí.

-Emma tiene algo muy importante que decirte, Alison.-Anuncia Richard con emoción, llegando al lado de mamá. Es la primera vez que lo veo vestir algo que lo hace lucir común y corriente, tiene una playera deportiva que marca "Kings" y, por Dios Santo, lleva pantalones vaqueros y Converse.-Hola, Joseph.-Saluda, se acerca para estrechar la mano de mi prometido, y Joseph tiene que soltarme para poder darle la mano a Richard.

-Buen gusto.-Se ríe Richard, con la mirada fija en el reloj Rolex que Joseph lleva en la muñeca, dirijo la mirada hasta la muñeca del hombre mayor y veo que también lleva un Rolex.

-Igualmente.-Responde Joseph, con una sonrisa amistosa.-Nos alegra bastante que hayan venido.-Sigue. Miente tan bien que lo que dice suena real.

-Somos familia, teníamos que venir.-Richard Adams es amabilidad hecha carne, me preocupe que su hija sea un monstruo, y que su futura esposa también.-Además, Emma tiene algo muy importante que decirles.-Se gira hacia su hija, con una gran sonrisa.

-Ah sí.-Emma se encoge de hombros.-Lo siento, Alison. Mi comportamiento contigo no ha sido el mejor, no volverá a pasar.-Me mira a los ojos, es como si su dignidad se viniera abajo ante mi.

-Alison.-Dice mamá, sus ojos me presionan para que diga algo dulce y amable. Y lo haré, no por ella, muchos menos por esa infernal chica de pelo rojo, lo haré por Richard, quién me mira nervioso con una sonrisa dulce a la espera de que perdone a su hija.

-Está bien, Emm. No pasa nada, eso ya quedo atrás.-Emma me mira y sonríe, algo en su expresión me dice que sabe que en verdad nada quedo atrás. Soy demasiado rencorosa como para perdonarla, y ella es demasiado maligna como para superar su odio hacia mí.

-Me siento tan orgullosa de ustedes dos.-Comenta mi madre, viéndonos a ambas con ternura. Trago en seco, y retrocedo hacia Joseph.

Es la primera vez en más de una década que mi madre me dedica una de esas miradas.

Dijo que se sentía orgullosa de mí. Es la primera vez, en mi vida entera que le escucho decirme algo así. 

-Deberíamos entrar.-Sugiera Joseph, mirando en dirección a la casa. Todos asienten, y nos siguen hasta la entrada.

El lugar estaba algo desordenado, pero Joseph llamó al servicio de limpieza esta mañana y todos ellos hicieron un trabajo increíble, todo quedo reluciente, tanto que el piso de madera emite brillo.

-Alison me contó que tiene un negocio de madera cerca de aquí.-El rubio se gira hacia Richard, él asiente.-He estado pensando en construir una casita en madera en el patio..-

-¿Una casita en madera?-Repite Richard, Joseph le indica el sillón para que tome asiento.-¿Para niños?-

Es la primera vez que escucho su dichosa idea de una casa en madera para niños.

Mamá y Emma recorren el salón con la mirada, de la misma forma hipnotizadora en la que yo lo hice la primera vez que entre. Incluso miran el piano que está ubicado en la esquina del salón tanto tiempo como yo.

-Sí, mi mejor amigo tiene niños y pronto yo también, así que estuvimos pensando en algo para que los niños jueguen juntos, una casita de madera tal vez sería una buena idea.-Explica, mirándome fugazmente el vientre en la parte en la que hable de su futura paternidad.