Capítulo 46; El problema de los Franco.

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-¡Déjame verlo!-Kat grita histérica, tomándome de la mano para ver el anillo de diamante Tiffany's.-Oh, Jesúscristo, maldición, es precioso.-

-Sí, lo es.-Respondo, viendo como varias personas a lo largo del sendero se han detenido para observarnos.

-¡Es más que precioso!-Exclama, dejando escapar un suspiro.-¿Qué le hiciste a ese hombre para enamorarlo de esa forma?-Me pregunta seria, soltándome.

Me guardo las manos en los bolsillo de la sudadera por impulso. No es como sí quisiera tener a todas las chicas de la escuela de medicina con los ojos puestos sobre mi anillo de compromiso.

-No tengo la maldita idea de cómo diablos él se enamoró de mí.-Digo, retomando la caminata hacia el bloque B2.

-Bueno, sí que te has ganado la lotería.-Comenta, mirando mi vientre por una fracción de segundo.

Su insinuación me pone furiosa de la nada, como sí este bebé fuera una forma de anclar a Joseph a mi lado. Me hacer sentir que soy una cualquiera interesada con su comentario de mal gusto.

-Lucas se va mañana.-Digo, para cambiar el rumbo de la conversación y así evitar que estalle rabiosa en su contra. Kat se detiene de golpe.

-Oh, no.-Suelta, realmente apenada.-Lo siento tanto, Alison.-Me dice con dulzura.

-Gracias.-Respondo de forma automática, esta mañana luego de levantarme para despedir a Joseph, perdí veinte minutos de mi tiempo frente al espejo repitiéndome a mi misma en voz alta que si alguien llegaba a decirme que lo sentía, diría gracias.-Deberíamos caminar más deprisa, vamos tarde.-Agrego, rompiendo el halo de incomodidad que se había comenzado a crear entre ambas.

Ella asiente, y ambas nos mantenemos en silencio hasta la entrada del bloque B2. De todo la parte del complejo de la universidad dedicada a la medicina, los bloques B1, B4 y B7 son mis favoritos.

En 2009 sufrieron un incendio por culpa del viejo cableado eléctrico de la época de los 90's, por lo que tuvieron que reconstruir gran parte de las instalaciones.

Y a las nuevas construcciones, tuvieron la genial idea de hacer las paredes casi completamente en vidrio, por lo cual es el sector mejor iluminado de luz natural. Gracias a la claridad, el lugar pierde el aspecto sombrío que proyectan las otras áreas de la escuela de medicina David Geffen.

Junto al pie de las escaleras, una de las neurocientíficas de Resnick habla animadamente con un hombre mayor que logro reconocer rápidamente como el decano.

Thomas Franco, el padre de Ian.

Lo observo fijamente, en busca de alguna característica física que los conecte como familia, pero es en vano, ambos son completamente diferentes. El decano es un hombre mayor, que a pesar de los años ha logrado mantener una figura atlética, debe practicar mucho ejercicio, tiene el cabello canoso y abundante, y hay algo en su rostro que trasmite calidez y confianza, lo opuesto a lo que su hijo refleja. Muy pocas veces lo he visto, quizás una o dos, pero la imagen que tengo de él no se asemeja en absolutamente nada al concepto que tengo de su hijo dentro de mi cabeza.

Él parece percartarse de mi mirada, de inmediato se despide de Kelsey Martin con una sonrisa amable y comienza a caminar en mi dirección. Estoy tan sorprendida que permanezco estática, igual que Kat junto a mí.

-Tu debes ser Alison Hale.-Me señala con una sonrisa cordial. ¿Cómo sabe mi nombre?

-Si.-Respondo, nerviosa porque el decano se está dirgiendo a mi por mi propio nombre.

-¡Señor Franco!-Llama una voz extremadamente chillona detrás de mí. Kat rueda los ojos con desagrado antes que yo.-Señor Franco, ¿Qué está haciendo aquí?-Una chica rubia de blusa escotada llega a nosotros, se gira hacia nosotras con un ceño fruncido y una mirada fulminante que expresa correctamente el odio que nos tiene.

For You- Joseph MorganWhere stories live. Discover now