Capítulo 19; Enamorado de ella.

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Narra Joseph:

Nunca en mi vida me ha gustado el silencio. Me resulta insoportable por razones que no puedo ni explicar.

-¿Quieres qué diga lo siento?-Pregunté inseguro, rompiendo el profundo silencio que había entre ambos. Persia negó, me observó con sus ojos cafés por un par de segundos. Su mirada no reflejaba nada, no estaba furiosa, no me odiaba, de hecho, parecía aburrida.

Ella era tan buena como yo para ocultar sus emociones algunas veces. Otras no tanto, como hace menos de dos horas, en el Ronald Reagan. Persia era impulsiva, y eso me gustaba la mayor parte del tiempo, hasta que uno de sus impulsos fue avalanzarse sobre la cara de ángel de Alison. 

-No es necesario.-Respondió, dejando a un lado la bolsa de hielo que tenía presionada sobre la mejilla.-Sé que no lo sientes.-Anunció, agregando desdén a su tono.-Y siendo honesta, no entiendo tu interés hacia esa chica rubia.-Comentó.

-Alison.-Corregí, ariesgándome a enfurecerla.-Esa chica rubia se llama Alison.-

-Sí, sí. Como sea.-Dijo, haciendo un ademán con sus manos para dejar en claro que no le interesaba en lo más mínimo.-No veo nada especial en ella.-Agregó, haciéndome sentir incómodo en el sillón frente a ella.-Salvo su particular habilidad para romper compromisos.-

-No tienes que culparla.-Repuse. Al fin y al cabo, no era su culpa. Fui yo quién me fije en ella.-Nada paso entre nosotros anoche.-Comenté, y Persia soltó una sonora carcajada. De seguro toda la maldita ciudad la escucho reírse.

-¿De verdad?-Preguntó, conteniendo otra carcajada.-Bueno, entonces eso si que es miserable. Esa chica rubia luce tan fácil.-Dijo con diversión.

No era divertido en lo absoluto para mí.

-En todo caso. Dudo que sea su facilidad lo que en verdad llamo tu atención. Estoy realmente interesada en saberlo.-Continuó.-No lo entiendo.-

-No tienes porque entenderlo.-Respondí cortante. Ella era la última persona en el mundo entero con quién quería hablar de mis sentimientos acerca de Alison.

-Perdóname por tener curiosidad.-Pidió.-¿Sabes? Antes creía de verdad que me querías. Estaba completamente segura y con este precioso anillo solo hiciste que me lo creyera más.-Levantó el anillo de compromiso en su mano para enseñarmelo.-Todo esta ilusión del amor, ¿Alguna vez fue real?-

Su pregunta me hizo sentir culpable.

Tome aire lentamente, sería sincero con ella, se lo debía por todas las veces en las que su sonrisa me pareció la cosa más hermosa del mundo, por todas las veces en las que encontré apoyo en su compañía.

Cuando me sentía solo ella siempre estaba para mí. En verdad la quería, y estaba seguro de que era ella la mujer que quería tener a mi lado para siempre.

En San Diego descubrí algo, la horrible verdad que ahora no me deja dormir por las noches. Estaba equivocado respecto a la solidez de mis sentimientos, todo lo que sentía por Persia se hizo añicos con la simple sonrisa de una chica desconocida.

Algo tan simple y sencillo como una sonrisa destruyó todo lo que creía sentir por la mujer que tengo frente a mí. Suena estúpido y un poco alocado, pero con su maldita perfecta sonrisa Alison Hale me hizo su esclavo, capaz de hacer cualquier cosa por ella.

-Fue real. Te amaba, realmente lo hacía.-Confesé, sintiéndome nervioso.

-No soy suficiente para ti.-Ella me interrumpió, guarde silencio, era incapaz de contradecirla. Una expresión herida se formó en su rostro, y supe claramente que había roto su corazón.

For You- Joseph MorganWhere stories live. Discover now