Capítulo 47; Promesas.

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Me detengo ante la puerta de vidrio, preguntándome si en verdad seré capaz de controlar las lágrimas cuando lo vea.

Veo que mamá vuelva a marcarme, me ha marcado cerca de cincuenta veces en dos horas. Está al borde de la desesperación, no quiere despedirse de Lucas sola.

Me guardo el teléfono en el bolsillo, y empujo la puerta de vidrio, recorro con la mirada la sala llena de pasajeros hasta encontrar a mi pequeña y rota familia.

No tengo ánimos para esto, pero no podía dejarlo irse sin despedirme. Nunca me perdonaría que algo le sucediera y yo nunca le haya dicho lo mucho que lo amo, a pesar de todo, él sigue siendo mi hermano.

-Creí que no vendrías.-Me dice, sonriendo levemente al verme. Está pálido, y sus ojos cafés proyectan tal grado de nerviosismo que está comenzando a ponerme aún más nerviosa a mi.

-Nunca te dejaré, Luke.-Respondo, introduciendo las manos en el bolsillo del abrigo. Tengo todo el sistema nervioso de punta, estoy considerando comprar un par de calmantes, y dejar todas mis angustias flotar lejos de mi está noche.

-Me alegra que vinieras, Alison.-Mamá me regala una sonrisa, asiento con la cabeza en su dirección, haciendo caso omiso a su rostro hinchando por tantas lágrimas.

Me siento junto a Lucas, sus manos tiemblan y sé qué no es por el frío de la habitación.

-Estarás bien.-Susurro, tomo mi mano y la presiono contra la suya para que al menos, sienta algo de apoyo en la soledad que genera lo que sucede. Puedo imaginar lo difícil que ha de ser esto para él, lo solitario, vacío y roto que debe sentirse en estos momentos.

-No quiero ir.-Susurra de vuelta.

Mamá intenta ahogar un sollozo, pero no puede hacerlo sin producir un extraño sonido que atrae las miradas de todos, se levanta rápidamente del asiento y abandona la sala.

Tomo una larga respiración, para permitirme ahogar las lágrimas sin problemas. La garganta me arde, y los ojos me pican.

-Lo sé, pero también sé lo fuerte que eres. Puedes con esto, Luke.-Respondo, notando que mi voz suena débil y vacía, como me siento.

He tenido demasiadas cosas hoy en la cabeza.

Lucas recorre el diamante en mi anillo con el dedo.-Fui un idiota. Jamás debí contarle a Emma lo que sucedió.-Me dice, como sí eso en verdad importara.-Lo siento tanto, Alison.-Se disculpa, lo detengo de inmediato.

-Nada de disculpas el día de hoy.-

Él casi sonríe.

-Cuando regreses estarás oficialmente perdonado.-

-¿Y sí no regreso?-Dice, algo se me hunde en el corazón, y él lo nota, porque de inmediato veo como el arrepentimiento cruza su rostro.

-Si no regresas, entonces no tendré a nadie que perdonar.-Finjo sonar divertida, cuando en verdad la situación no me puede resultar más sombría.

-¿En qué momento creciste tanto?-Pregunta con un hilo de voz, sin ocultar su tristeza.-Eras una ñina, y mírate ahora, toda una mujer.-Mi hermano recorre mi mejilla con sus dedos suaves.-Estoy tan orgullo de ti, hermanita.-

Y sin más, las lágrimas se deslizan por mis mejillas en silencio.

-Te voy a extrañar tanto.-Susurro, notando que cada vez se me hace más difícil tragarme los sollozos.

Veo a mamá regresar. Mi hermano se levanta para rodearla en un fuerte abrazo, y yo le sigo de inmediato, porque en estos momentos, necesito la seguridad y el amor que los brazos de mi madre solían brindarme cuando era pequeña.

For You- Joseph MorganWhere stories live. Discover now