Capítulo 54; Acción de Gracias.

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Si hay algo que puede empeorar el mal humor que tengo por no haber dormido desde la una madrugada, es la inesperada visita de los padres de Joseph por Acción de Gracias, una fiesta que yo ni siquiera celebro.

-Ali, al menos sonríe.-Me pide Joseph, viendo el ceño fruncido que tengo en la cara.

No conozco a su padre, sólo sé que es pintor y que su nombre es Nick, espero que no sea como su madre, porque no creo ser capaz de soportar dos dolores de cabeza al mismo tiempo.

-Déjame.-Pido cuando él se acerca para tocarme.

-Te diré un secreto si me regalas un beso.-Anuncia, sonriente. Su buen humor el día de hoy está en un cien por ciento.

Me inclino hacia él para besarlo, bajo las manos hasta su cintura y me acerco más a su cuerpo, me aparto de él cuando veo que intenta llevar el beso a otro nivel introduciendo su lengua en mi boca.

-¿De qué secreto hablas?-Pregunto, él pone los ojos en blanco ante la brusca terminación de nuestro beso.

-No era una sorpresa que mis padres venían, también invite a tu madre y a Richard.-Dice, con cautela.-Antes de enloquecer, ya hablé con tu madre acerca de la comida, y ya todo está arreglado.-

No me enojaré. No tengo derecho a quejarme, yo le he ocultado cosas peores en los últimos días.

-Mi madre, y la tuya, en una mesa, comiendo.-Digo, es lo único que en verdad me preocupa. Esas dos no parecen ser una buena combinación.

-Si se van a matar, te prometo que yo intercedo.-Me aseguro.-Ahora, ¿podemos continuar con ese beso? La verdad me urge algo de sexo, no recuerdo la última vez que lo hicimos.-

-No voy a acostarme contigo.-

-¿Por qué no?-Pregunta, atrayéndome hacia él.

-Porque tenemos que ir de compras hoy, ¿lo recuerdas? Y si tus padres van a venir por la tarde, debemos hacerlo ahora en la mañana.-Respondo, omitiendo también el hecho de que no puedo dejar de pensar en la pesadilla de anoche y eso no me deja concentrarme en acostarme con él.-Ve a bañarte.-

-Alison, ya me acabo de imaginar acostándome contigo, ¿En serio me vas a dejar con las ganas?-Pregunta seriamente.

-Ya sabes como deshacerte de las ganas.-Digo, él gira los ojos.

-No es lo mismo.-Se queja, de forma infantil.-Al menos hazlo por mí.-Me ruega, sonriendo con picardía.

-Lo lamento, pero no sé como diablos hacerlo.-

Él toma mi mano y sonríe.-Es sencillo, solo tienes que...-Lleva mi mano hacia la cremallera de sus pantalones.

Quiero reírme.-No, no lo haré.-Aseguro, riéndome.-¡Es muy raro!-

-No es raro.-Me asegura.-O podrías simplemente acostarte conmigo.-

-¿Y si te digo que en verdad no tengo ganas?-Respondo, intentando alejar mi mano de él.

-Yo tengo ganas de sobra por los dos.-Me responde.-No tienes idea de lo mucho que me enloqueces ahora que tienes el vientre así.-Su mano viaja hasta mi abdomen.

Esta vez sí me río con fuerza.-Sí, claro. Porque estar embarazada me hace ver tan sexy.-

-Amor, por favor.-Suplica.

-Me acostaré contigo esta noche, si tu madre no pierda la cabeza y me mata.-Respondo, viendo como su mano acaricia mi vientre.-¿Sabías que desde los cuatro meses se pueden sentir los movimientos del bebé?-Pregunto para distraerlo.

For You- Joseph MorganWhere stories live. Discover now