Capítulo 28; El nuevo integrante de la familia Martin.

3.1K 249 134
                                    

-Creo que tengo un problema.-Digo, Kat guarda silencio del otro lado de la línea.-Necesito tu ayuda con algo..-Continuo, mordiendo mis uñas. En la última semana le he dado diente a casi todas, al igual que a las cutículas. Si la chica de la manicura viera como tengo las uñas, sufriría un ataque. 

-¿Qué clase de problema?-Ella preguntó, aunque después de lo de hace dos horas, ella ya tiene muchas ideas en mente sobre la situación.-¿Estás en casa?-

-Sí.-Respondo luego de un par de segundos. Mi madre acaba de regresar, con Lucas detrás de ella cargando las bolsas de las compras.

-Llego en diez.-Anuncia Kat, colgando la llamada.

Mi madre me observa indiferente. Justo como cuando regrese a casa, cruza junto a mí sin dirigirme la palabra. Ha comenzando a jugar a La ley del hielo conmigo.

-Hola.-Mi hermano me saluda.

Yo he comenzado a jugar a La ley del hielo con él.  Al ver que no responderé, él frunce el ceño y me regaña.

-Deberías dejar el resentimiento. Ya me disculpe.-Comentó de mala gana.

Sus disculpas fueron insignificantes para mí.

No sé que sucedió con Lucas en Afganistán, no sé con cuantos horrores se encontró. Pero sé que fueron muchos, mi hermano ya no es él mismo y no puedo ayudarlo. La guerra lo cambió demasiado, y él extrañamente se ha apegado a mamá para recuperarse. Mi hermano ha dejado de jugar en mí equipo para jugar en el de ella.

Lo dejo hacerlo sin decir una sola palabra, sí es mamá quién lo sacará de las pesadillas que lo mantienen despierto durante las noches tengo que obligarme a aceptarlo.

La guerra hace cosas horribles con las personas, la expresión de inquietud que algunas veces se apodera del rostro de Lucas es la mismísima prueba de ello.

Me pregunto que vio, y que tan horrible fue como para que no lo deje dormir.

Todas las veces qué me he despertado por café en la madrugada, me encuentro con él sentado en la mesa de la cocina. Mamá algunas veces lo acompaña, y guarda silencio inmediato al verme.

-No estoy resentida.-Digo, encogiéndome de hombros.

Debería ser amable con él, por todas las pesadillas que ha tenido que pasar, pero con honestidad, desde el fondo de mi corazón no siento nada de eso.

Lucas era mi apoyo, y al final de todo, también se puso en mi contra. Cuando regrese a casa, me obligo a escucharlo durante dos horas, habló sobre lo mal que había actuado, partiendo de arrojarme sobre Emma, hasta irme con "ese".

Intenté explicarle la situación desde mi punto de vista , pero él no entendió. Ni con lo de San Diego cedió a mi favor. Él siguió del lado de mamá, y tuvo el descaro de acusarme de ser una mala hija.

-Ah, ¿No? Avisame cuando lo estés.-Comentó sarcástico.-¿Hablabas con ese desgraciado?-Preguntó con naturalidad, observando el teléfono en mis manos.

Desgraciado era su apodo favorito para Joseph.

-No.-Me limite a decir.

Joseph llevaba todo el día ocupado en una junta de promoción con Julie Plec, y el resto del elenco. Al parecer la cadena televisisa había cambiado la fecha de la Premier de la tercera temporada.  Antes estaba programada para el mes de Octubre y ahora ha quedado para el día de mañana. Es por que eso que todas las campañas que habían planificadas para la promoción han sufrido enormes alteraciones.

Joseph estaba a punto de perder los nervios.

-Que extraño. Ese desgraciado parece querer pasar todo el día metido en tu vida.-Soltó con amargura.-Dime que no es él.-Pidió Lucas al oir los salvajes golpes en la puerta. La única persona que tocaba de esa manera era Kat.

For You- Joseph MorganWhere stories live. Discover now