Capítulo 57; Los ojos de una asesina.

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-¿Estás bien?-Me pregunta Ian Franco un segundo luego de subir al auto. Observa mis manos sucias de sangre, y frunce el ceño con un claro desagrado.-Sólo dime que te hizo.-Su voz refleja enojo.

-Me dejó afuera.-Respondo con simpleza, la frase sale de mis labios con una sencillez que no deja a traslucir el verdadero dolor emocional que siento.-Golpeé a su madre porque me trato como si fuera una bolsa llena de basura andante, él se enojo, discutimos, y me dejó afuera.-Explico con más detalles.

-¿Te dejó afuera...con la lluvia?-

-Si lo dices así...con tanta lastima suena horrible.-

-¡Es porque es horrible!-Exclama el chico que probablemente es un asesino.-¡Estás embarazada por Dios!-Ian está horrorizado.

-No es lo peor que me ha hecho.-

-Fue por algo que él te hizo que estabas tomando antidepresivos, ¿cierto?-Ian ladea la cabeza con una mueca de rabia en la cara.-Casi pierdes al bebé por su culpa.-

-No fue su culpa. Fue mía, yo fui quién tomo esa decisión.-Respondo defendiéndolo a pesar de todo. No es necesario culpar a Joseph por mis errores, aunque supongo que sí él no me hubiera engañado con Persia yo no habría tomado antidepresivos y arriesgando la vida del bebé de esa forma.-¿Me llevarás a casa de Kat?-Agrego luego de unos segundos de incómodo silencio.

-Deje a Kat dormida sobre la mesa de la biblioteca de la universidad, pensaba llevarte a mi apartamento.-Me responde.

-Quiero ir con Kat.-Anuncio, dejando en claro mi desconfianza y poca afinación hacia su persona.-Ella no me disparara mientras duermo al menos.-

Ian, curiosamente se ríe.-Venga ya, Alison. Sí te quisiera muerta, créeme que ya lo estarías desde hace mucho tiempo. Te lo digo de nuevo, dejé a Kat en la biblioteca, déjame llevarte a mi apartamento, allí podrás pasar la noche y estarás a salvo.-

Ian es extraño, me sonríe de una forma tan tranquilizadora que de repente lo que dice me suena como una buena idea. Es el acto de manipulación más poderoso y genuino que alguna vez he presenciado, solo con su expresión acaba de convencerme, ¿Cómo es que puede hacer algo así? Debería dedicarse a la política.

Unos minutos más de completo silencio y llegamos a la enorme torre de apartamentos, está lejos del centro y cerca de los suburbios, por lo cual debe ser tranquila y potencialmente aburrida y solitaria.

Ian me conduce a través del pasillo del edificio hacia su apartamento, no veo ni una sola alma en todo el camino hasta su puerta. Ahora que estoy a punto de atravesar la entrada estoy comenzando a arrepentirme fuertemente en no haberle insistido que me llevara con Kat.

Lo primero que veo al entrar son un par de gélidos ojos azul ártico que le pertenecen a una chica de pies junto al sillón. Me tardo al menos dos segundos en darme cuenta que estoy mirando a los ojos de una asesina, y a ella le tarde tres segundos más sacar el arma del abrigo y dirigirla hacia nosotros.

La conmoción me hace dudar en retroceder,  igual que Ian a mi lado, que está tan inmóvil como yo a causa de la imagen que tiene ante él.

Mierda.

-Te he estado esperando. Ya comenzaba a aburrirme.-Anuncia la chica, con sus espeluznantes ojos puestos en el chico junto a mí.-Y me alegra que hayas traído compañía.-Agrega, girándose para verme a mi.

-Sal, Alison.-Me ordena Ian, con la voz cargada de algo que no logro reconocer, pero solo provoca en mí miedo. Nunca antes lo había escuchado hablar así.

-Si pones un pie fuera de este apartamento ahora mismo, Alison, te atravieso ese vientre que tienes con una bala.-Suelta Elizabeth Saint James con voz potente cargada de irritación. Su amenaza curiosamente no provoca nada en mí. Lo juro, no siento nada.-Entra y cierra la puerta, Ian. Tenemos asuntos importantes que comentar antes de salir a tomar un paseo nocturno.-Ordena con voz rebosante de una dulzura que está fuera de lugar.

For You- Joseph MorganWhere stories live. Discover now