Aquellas series de vampiros no eran importantes para Alison Hale, mucho menos el rubio de encantadores ojos azules y un acento hipnotizador. Sin embargo, tras conocer a Emma Adams se ve arrastrada a una de las conveciones multi-género de entretenimi...
Mi madre mantiene la vista sobre el paisaje, una expresión de indiferencia se apodera de su rostro. Ha visto tantas veces las luces de la ciudad desde la terraza que ya no le encuentra atractivo alguno.
-¿Y la quieres?-Me pregunta luego de un largo rato en silencio.
La hora de cenar se ha pasado, pero he tenido que contarle todo y ambos nos la hemos perdido.
-Más de lo que alguna vez he querido a alguien.-Soy sincero con ella. Es mi madre, no puedo mentirle.
-Ya no eres un niño. Eres un hombre capaz de decidir por sí mismo lo que quiere.-Está apoyándome porque esa es su obligación como madre, y no porque esta de acuerdo conmigo.-La felicidad es lo más importante, y sí esa chica te llena de felicidad, entonces creo que puedo darle la bienvenida a la familia.-
-¿Estás lista para conocerla?-Pregunto.
-Cielo, déjame descansar. Necesito recuperarme de esta tragedia.-Me responde con una sonrisa divertida.-Creo que pasaré a dormir. Tengo mucho que asimilar y el vuelo me dejó agotada.-
-Buenas noches, mamá.-Ella me da un beso en la coronilla de la cabeza antes de abandonar la terraza.
Espero un par de segundos hasta que la veo perderse en el pasillo. Me levanto, y me dirijo al salón de inmediato.
Jack y Janne están sentados en el sillón mirando la televisión.
-Está en tu habitación.-Me dijo mi hermano.-No se siente bien.-No me detuve a preguntarle que había sucedido. Literalmente corrí hasta mi habitación.
Ella estaba sentada en el sillón de cuero.
-Hola.-Saludó, sonriendo.
Me acerque a ella.-Lamento todo eso, amor.-
-No tienes que disculparte.-Me dice en voz baja.-Tengo frío.-Se quejó. Me giré hacia la cama, tome la manta y se la pase. Ella me miraba fijamente, se cubrió con la manta y regreso la mirada a mí una vez más.
-¿Sucede algo?-Pregunté.
Fue como si presionará un botón. Ella comenzó a llorar. Sus sollozos histéricos resonaban por toda la habitación y finalmente chocaban contra mis oídos dejándome en un mar de confusión.
-¿Qué sucede?-Pregunté preocupado, acercándome a ella en el sillón.-Amor mío, ¿Qué sucede?-Insistí, está vez la tome de la mano. Ella se limpió las lágrimas, tomo aire y me miró fijamente.
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-Estoy embarazada.-
-¿Qué?-Dejé escapar luego de un par de segundos.
-Estoy embarazada.-Ella repitió.
Retrocedí de manera involuntaria, sintiendo la explosión de emociones inundarme el pecho. El nerviosismo se apoderó de mí.
-¿Hablas en serio?-Pregunté lentamente. Ella me fulminó con la mirada, ¡Claro que hablaba en serio!-Alison, si es una broma, ¡No es para nada gracioso!-Chillé, ella se llevó la mano al vientre.
