Capítulo 1

26.8K 2K 1.1K
                                    

Jugué con mis dedos, nervioso. No quiero escuchar a que lugar van a enviarme. Hace unos meses me gradué de profesor a la edad de 25 años y justo ahora, me enviaran a quién sabe donde para ejercer mi primer cargo.

Los ojos de mi padre se desviaron de la hoja que lleva en sus manos. Su expresión de seriedad me da a entender que no es nada bueno.

—Debes ir al Instituto Correccional, Chonge.

El aire pareció irse de mis pulmones por un momento. ¿Por qué diablos debo ir a ese lugar? No quiero, definitivamente no. Su reputación no es la mejor, y de por sí el propio nombre lo dice, sólo habrá niños problemáticos.

—No quiero, Papá.—me apresure a decir, temeroso.

—Debes hacerlo y lo sabes.—suspiró, dejando el documento a un lado.

—¡Pero papá!—me quejé, cruzandome de brazos.

—Debes hacerlo y punto.—ordenó, dando por zanjada la conversación.

Rodé los ojos con fastidio, ¡No quiero ir! Me levante de forma malcriada y salí conteniendo las ganas de dar un portazo. Se que no es culpa de mi padre pero de todas formas, me enoja demasiado tener que hacerlo.

No se como lidiar con esos niños problemas y en lo profundo de mí, algo se remueve lleno de miedo. No suelo ser alguien fuerte pero puedo hacerlo. Soy capaz. Se que podré.

Marqué el número de mi mejor amigo, Hoseok. Repicó varias veces hasta que escuche su voz.—Hola, Jimeno.

Solté un bufido, exasperado.—¡Te he dicho que no me llames así! ¿Cuánto más piensas seguir hablando en ese idioma?

—Relájate, cuate. Bajale dos, Men.—le restó importancia.

—¡Hoseok! ¿Ahora hablas dos idiomas a la vez? ¿Acaso no tienes más que hacer?

—Pues no, ahre.—soltó una gran carcajada llena de diversión.

Conté mentalmente hasta tres. No entiendo porque diablos habla en tantos idiomas a la vez. Es estresante. Apenas y se hablar el mío. Lo peor es que me dice que significan y resultan ser unas cosas tan raras y locas que no se qué pensar.

—En fin, ¿Recuerdas mis prácticas que estaba esperando mis resultados? —inquirí, haciendo silencio hasta que lo escuche afirmar.—Bueno, ya llegaron los resultados.

—¿Y entonces?—me incitó a continuar.

—¡Es en el Instituto Correccional, Chonge!—exclamé, llamando la atención de la secretaria.

Está bien, quizás gritar fuera de la oficina de mi padre no sea lo correcto pero poco me importa.

—Oh, hermano. Suerte con esa.

—¡No pienso ir!—me cruce de brazos, aunque no pudiera verme.

—Puedes hacerlo, seguro todo sale bien.—canturreó, dándome ánimos.

—¡Si, tienes razón! Todo saldrá bien.

(...)

Nada está bien. No quiero entrar, no quiero seguir. Miré el Instituto frente a mis ojos y una presión en mi estómago me mantuvo estático. Tengo miedo y nervios, mis manos sudan y mi corazón late de forma cruel y torturadora.

Tome varias respiración, nadie se encontraba afuera. Solo voy cinco minutos tarde. Acomode mi ropa y agarre mejor mi portafolio. Debo hacerlo, lo harás bien Jimin.

Me dirigí hacia la entrada principal donde me recibió una mujer joven, llevaba en sus manos unos cuadernos y en la otra su teléfono.

—¿Usted es el Profesor de Literatura, Park Jimin?—cuestionó, acomodando sus lentes.

Sweet Caprice ↛ KookminWhere stories live. Discover now