Capítulo 33

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Genial, planeaba no verlos y justo tuvieron que llegar cuando pensaba irme. Demonios. Me pasé una mano por mi cabello y lo desordene un poco. ¿Qué se supone que haré ahora? Me quedé estático, sin embargo no fui capaz de soportar sus miradas fijas por lo que bajé la vista hacia el suelo esperando una reprimenda de su parte, no obstante, no esperé que me abrazaran tan fuertemente.

Retrocedí casi perdiendo el equilibrio y les correspondí. Una fuerte presión en mi pecho me hizo tragar grueso, es doloroso. Mi madre comenzó a sollozar en mi hombro lo que provoco un hueco en mi estómago y no lo pude contener, dejé que las lagrimas se deslizaran por mis mejillas y empaparan todo mi rostro.

—Jimin, mi jimin...—lloriqueó mi madre con tristeza.

Cerré con fuerza los ojos soportando el ardor que hay en mi garganta y las ganas incontrolables de llorar aún más fuerte. Recordé a Hoseok durmiendo plácidamente por lo que con mucho esfuerzo me separé de ellos y me limpié la cara con el dorso de mi mano. Mi madre hizo lo mismo y mi padre por su parte lucía muy arrepentido, él suele ser muy fuerte.

—B-Bajemos mejor, Hoseok está durmiendo. —Me aclaré la garganta señalando las escaleras.

Ellos asintieron por lo que empezamos a bajar sin hacer mucho ruido. Una vez abajo nos dirigimos hacia el interior de la cocina y nos sentamos en unas sillas que están frente a una encimera. No dije nada y es que aunque quisiera las palabras no salen de mi boca, están estancadas. Mi padre carraspeó en voz alta y apoyó los brazos encima del mesón.

—Jimin, verás... yo me quiero disculpar por cómo te traté. Fui egoísta, solo pensé en mí y en mi deseo de una vida perfecta para ti que no fui capaz de ver que tu verdadera felicidad está con ese chico.

Abrí los ojos como platos y mi madre hizo lo mismo. Se giró y observó a mi padre con reproche, incrédula y él no le devolvió la mirada posiblemente sabiendo que estaba poniéndose en contra de ella. Mi madre rodó los ojos con fastidio y resignación. No pude sentirme más feliz, no esperaba que mi padre lo aceptara, estoy tan feliz que no noté que las lágrimas volvieron a empapar mi rostro. Sonreí abiertamente y me levanté del asiento para acercarme a donde estaba mi padre. Lo abracé con fuerza y empecé a reír efusivamente.

—¡Gracias papá, te quiero mucho! —grité con alegría.

Miré a mi madre y me sentí mal al verla llorar en silencio posiblemente sintiéndose culpable o triste porque sabe que no estoy del todo feliz con ella pero es que yo la quiero aún si ella no acepta lo nuestro. Me acerqué a ella y la envolví en un fuerte abrazo. Ella se largó a llorar desgarradoramente y me devolvió el abrazo.

—Lo siento hijo, soy una mala madre, tan egoísta. Discúlpame, sé que aún no estoy completamente de acuerdo pero lo acepto, quiero que seas feliz. Puedes volver con nosotros y tendré que conocer a ese chico para ver si realmente merece a mi Jimin.

Empecé a festejar entre sus brazos al ver que también accedió. Esto es increíble, los adoro. Soy la persona más feliz del mundo, podremos estar juntos sin ningún problema y ahora que no trabajo en esa correccional más. Por fin las cosas está yendo muy bien, mañana se lo diré y lo invitaré a que venga a conocer a mis padres, aunque ya los ha tratado pero para que los conozca cómo se debe.


**

Al día siguiente me desperté entusiasmado, abrí las ventanas de mi cuarto para que entre la luz y busque la ropa que me pondría, casual preferiblemente. Me reí alegremente, estoy loco y demasiado emocionado porque hoy vendrá Jungkook, aunque no le he dicho nada pero dirá que sí, estoy seguro. Escuché unos murmullos por lo que me giré encontrándome con la expresión somnolienta de mi amigo Hoseok. Casi olvido lo que pasó la noche anterior.

Sweet Caprice ↛ KookminWhere stories live. Discover now