Capítulo 16

8.3K 1K 299
                                    

No sabía exactamente que hacer en ese momento. Todo el aire estaba cargado de una tensión palpable que solo aumenta mi temor. Yoongi simplemente observa con arrogancia a Jungkook y éste endurece cada vez más su mirada.

De un instante a otro, ya él no miraba a Yoongi, centró su atención en mí, clavando esas dagas afiladas a la que suele llamarle ojos. Pestañe varias veces sintiéndome expuesto y débil. Pude jurar que vi pasar mi vida frente a mis ojos cuando lo vi sonreír retorcidamente, con la maldad marcada en su rostro.

Todo dentro de mí se fue por la borda, los constantes latidos de mi corazón sonaban cada vez más fuertes. Bum. Bum. Bum. Están por volverme loco. Note mi pulso acelerado y todos mis sentidos alertas, Jungkook podía hacer una locura, lo conozco perfectamente.

Escuché la puerta principal producir un ruido sordo acompañada del sonido de la campana. Giré mi cuerpo para ver como Jungkook camina con seguridad hacía nosotros con pasos firmes e imponentes. Se detuvo frente a nuestra mesa y metió las manos en los bolsillos con naturalidad.

—Parece que se están divirtiendo.—insinuó con un deje de burla en su voz.

Yoongi levantó una ceja con satisfacción:—Estabamos.

—Ya veo, ¿No le incomoda que me siente, verdad?—sonrió con fingida amabilidad.

—Claro que no.

—¿Qué harán los dos profesores tan juntos?—inquirió, sentándose a mi lado.

Me moví lo más que pude tratando de pegarme al vidrio como si mi vida dependiese de ello. No puedo creer que Jungkook esté haciendo esto, y con tanto descaro. Ninguno me ha prestado atención hasta ahora, están simplemente mirándose y hablando entre sí.

—Estabamos conversando, ¿Verdad, Jimin?—se encogió de hombros, guiñandome el ojo.

Miré a Jungkook inmediatamente notando como soltaba un bufido de incredulidad. Cambió rápidamente su expresión por una de perversión, podía ver en sus ojos el fuego ardiendo.

—¿Sí? No sabía que los profesores se acercaban tanto para hablar.

—Yo tampoco sabía que los estudiantes se enamoraban por capricho de sus profesores.—contraatacó, fingiendo que no tenía importancia.

Abrí mis ojos a más no poder al escuchar lo último. Mis mejillas se pusieron rojas hasta las orejas y mi cuerpo tiembla ligeramente. Cubrí mi rostro con las manos, tratando de estabilizar mi respiración. Me siento avergonzado y como si fuera poco, enojado. ¡Quiénes se creen que son para hablar en mi jodida cara! Calmate, Jimin.

—Al parecer los dos estamos mal, Profesor Min.

—Claro, solo falta ver quién saldrá ganando.—le guiñó el ojo con complicidad.

—Estoy seguro que pronto lo sabrá.

—¿Qué dices tu, Jimin? ¿Estás de acuerdo con nosotros?—interrogó Yoongi agarrando mis manos y acariciandolas con suavidad.

De reojo noté como Jungkook se tensaba y apretaba su mandíbula con enojo. Me gustó verlo enojado pero supe que no sería buena idea seguir con esto. Alejé rápidamente las manos de Yoongi y carraspe un poco para encontrar mi voz.

—Necesito hablar con Jungkook, ¿Podrías dejarnos a solas?—pedí con mi mejor expresión de seriedad conteniendo los nervios.

Él nos miró con desconfianza pero solo se limitó a suspirar y asentir sin más. Se llevó su taza de café y se despidió con la mano, saliendo por la puerta principal. Todo se sumió en un profundo silencio, Jungkook aún no dice nada y yo tampoco pienso hacerlo.

Luego de unos minutos, habló con ironía:—Te dejo solo unos segundos y ya estás divirtiendote con otro.

—Lo mismo digo.—espeté, cargando mi voz con sarcasmo.

Él se giró a mirarme por primera vez desde que se sentó aquí. Sus oscuros ojos llenos de tantas cosas que no podía descifrar, me miraban con impotencia. Sus finos labios se apretan con tensión.

—Ella no es mi novia.—aclaró, acercándose peligrosamente a mí.

—Pero si estuviste con ella.—contraataque, cruzandome de brazos con enojo.

—Lo hice, pero en ese momento se supone que había terminado todo entre nosotros.—explicó, pasándose una mano por el cabello desordenándolo por completo.

Abrí la boca con impresión:—¡Osea que terminas conmigo y lo primero que haces es ir con una puta!

—¡¿Y qué esperas que haga?!—me gritó de vuelta, sus ojos destellando furia. Me callé al instante y él siguió exasperado:—¿Qué esperabas que hiciera?

—N-No sé... Tal vez...—balbuce con temor al ver su expresión amenazadora.

—No sabes, claro. No sabes que no podía sacarte de mi cabeza, que en cada momento sólo pensaba en ti, en que quería besarte y tenerte conmigo. Claro que no lo sabes.—escupió con frialdad.

Se levantó con fastidio y comenzó a caminar hacía la salida. Me quede estático, inmóvil, no sabía que hacer. Mi corazón latía muy acelerado y muchos sentimientos llenaron mi cuerpo. No pensé que él fuera a sentirse así, me hace querer abrazarlo. No quiero dejarlo ir.

Corrí detrás de él, ya estaba en la calle caminando sin mirar atrás. Lo agarré del brazo y lo obligué a detenerse. Él se giró y me observó con desinterés y rudeza. Algo se removió en mi estómago provocando una sensación de vértigo, no me gusta verlo así. Trate de hablar ero no pude, así que solo me deje llevar por lo que siento y lo abracé con fuerza.

Hundí mi rostro en su cuello aspirando su dulce olor. Mis ojos se cristalizaron al notar cuanto me gustaba y lo mucho que me dolía que se enojará conmigo. Que patético soy. Él no correspondió a mi abrazo y eso fue suficiente para hacerme romper en llanto.

Me separé lentamente y lo miré a los ojos. Él al observar que estaba llorando se sorprendió y tragó saliva desviando su mirada hacía otro lugar. Podía jurar parezco un perrito con la cola entre sus piernas y las orejas caídas.

—J-Jungkook, no lo sabía, lo siento...—solloce, conteniendo las arcadas de llorar aun más fuerte que me invadían.

Miré a todos lados y me di cuenta de que estamos a plena calle. ¿En qué estoy pensando? Exacto, ni siquiera sé que estoy haciendo. Tomé varias respiraciones y logré calmarme un poco. Jungkook no se había movido de su lugar, solo está quieto, mirando a otro lugar.

—Jungkook, lo siento, ¿Sí? A veces me confundes y no se si estas siendo serio.—comencé a decir, con mi voz quebradiza.

—¿Por qué todo tiene que ser serio y seguro?—replicó, dirigiendome la mirada nuevamente.

—Porque no soy así, ¿sí? No puedo simplemente divertirme, tengo responsabilidades y luche mucho para llegar aquí. Tampoco quiero que jueguen conmigo, que me usen y luego me tiren.

Jungkook se quedó en silencio y bajó la mirada por un momento. Parecía pensativo y ligeramente frustrado. De un momento a otro suspiró con pesadez y se acercó mucho a mí.

—Me gustas, Jimin. Eso es lo único que sé, no podría decir si es algo serio o un capricho, pero la realidad es esa. Sólo siente y ya, no debes pensar tanto. Al igual que tú, también tengo cosas por la que preocuparme.

Lo miré atónito y sorprendido. Mi corazón podía sentirlo latir desenfrenado y un nudo anclarse en mi garganta, no sé que decir. Una ola de calor me recorrió el cuerpo y me llenó de adrenalina. Unas gotas de agua hicieron contacto con mi piel y en cuestión de segundos ya estaba mojado.

Había comenzado a llover, como si quisieran empeorar la situación. Jungkook sonrió con sorna y sus ojos por primera vez en el día se veían vivos. Mi corazón saltó y aumentó su ritmo al verlo reír. Me gustó verlo de esa forma, me hizo feliz.

No debería pensar. Estoy harto. Agarré a Jungkook de la camisa y lo acerqué a mí, mirándolo directamente a los ojos. Respiré profundamente y me armé de valor para juntar nuestros labios en un armonioso beso. Están fríos y un poco rasposos, y no puedo sentirme más feliz.

Sí, estoy dispuesto a intentarlo.

Sweet Caprice ↛ KookminWhere stories live. Discover now