Capítulo 25

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Jungkook

No puedo creerlo, de verdad él lo hizo. Tragué saliva con fuerza y abrí los ojos a más no poder, tratando de estabilizar el ligero temblor en mis piernas y la constante ansiedad en mi cuerpo. Simplemente aún no lo asimilo. Taehyung miró a Hoseok y luego a mí, y así sucesivamente con una sonrisa emocionada. Al ver que ninguno de los dos decíamos nada ni parecíamos reaccionar, se cruzó de brazos enojado.

—¿Qué diablos pasa con ustedes? —espetó, lanzando miradas de furia.

—¿De verdad d-despertó? —balbucee, con el corazón taladrando mi pecho.

—¡Sí, idiota! —rugió, sus ojos parecían botar chispas.

Mi mente trató de procesarlo por un momento, las neuronas comenzaron a hacer sus trabajos y conexiones hasta que logré salir de mi trance. Sonreí, tan abiertamente que mis mejillas dolían y solo quería gritar de alegría. Tomé el pequeño cable que me unía a la maquina dispuesto a quitarlo cuando Hoseok me agarró de la mano y me observó con una expresión preocupada.

—Aún el médico no te ha dado de alta, Jungkook. No creo que sea buena idea.

—¡No me interesa! —vociferé, alejando su mano de mi cuerpo.

Separé el cable y todos los demás que me unían y le hice señas a Taehyung para que me ayudará. Él frunció levemente el ceño y se acercó vacilante, observando a Hoseok con duda. Como si pensase que ayudarme podría ir en contra de él. ¡Por Dios! Es mi amigo, no de él. El susodicho simplemente se quedó quieto, mirándonos mientras Tae me ayuda a bajar de la cama y me abraza por el costado para ayudarme a caminar.

—Bien, distraeré al doctor por ti. —entornó los ojos con resignación. Taehyung y yo sonreímos con emoción hasta que él advirtió: —Pero... Deben responderme algunas cosas sobre lo que ocurrió.

Un vago recuerdo de lo que pasó me dejó un mal sabor en la boca. Al principio no estaba seguro de decirle pero quiero ver a Jimin y es lo más importante. Asentí y no esperé respuesta por parte de Taehyung porque si yo digo que si hablaré, él también lo hará. Nos dimos la vuelta y caminamos fuera de la aterrorizante habitación de reposo. Me costaba un poco mover mis pies, siento el cuerpo un poco débil después de estar tanto tiempo acostado.

—Jungkook, después de ver a Jimin, ¿Qué piensas hacer? Porque ya sabes...—dejó la frase en el aire con incomodidad, esperando a que yo entendiera.

—No, no sé.

—¡Dios! Porque sabes lo que te dijo su madre. —gruñó con fastidio, reprochándome con la mirada por obligarlo a decirlo.

—Sí, lo sé.

No dije más nada. Y tampoco pensaba hacerlo. La verdad es que no sé absolutamente nada, pero a pesar de eso, debo cumplir con mi palabra. Debo alejarme. Estaré bien si lo veo de lejos, así que puedo conformarme un poco con eso. Subí un tramo de escaleras más, ya había perdido la cuenta de todas, ¿Por qué su habitación tiene que estar tan alejada? Diablos. Al llegar al final, comienza la parte dos, encontrar la jodida habitación entre tantas, parece un laberinto.

—¿Recuerdas tú donde era? —inquirió mi compañero, incrédulo al ver la cantidad de cuartos.

—No, pero vamos por allí.—señalé hacia el pasillo de la esquina.

Taehyung me guió hasta donde le había indicado y por suerte, al final de esa larga oscuridad, una pequeña luz resplandeciente me hizo sonreír con esperanza. El bombillo brilla frente a la habitación de Jimin y gracias a Dios, no hay nadie. Me separé de mi querido amigo, respirando con dificultad, los nervios comenzaron a extenderse por todo mi cuerpo. Hice un esfuerzo por caminar solo y lo logré poco a poco mientras me apoyaba en la pared.

Sweet Caprice ↛ KookminWhere stories live. Discover now