Sweet Caprice ↛ Kookmin

Capítulo 21

¿Cómo es que no podía alejarlo? Mi cuerpo responde tan correctamente a su cercanía que da miedo. A pesar de que mis sentidos y mi cordura, junto a la dignidad por supuesto, me gritan que me aleje, mi cuerpo con más empeño sigue estático.

Sus labios rozaron los míos en una dolorosa tentación, seguramente lo hace a propósito. Sonreí con sorna y deje que se me escapara una sonrisa. Diablos, no. No puedes ser tan estúpido, Jimin. Me dije a mí mismo, frunciendo el ceño. Jungkook juntó su boca con la mía en perfecta sincronía, lo seguí al instante como si fuera una respuesta inmediata, casi inconsciente.

Recuerda lo que te hizo, Jimin, joder. Me reprendí con desesperación. Mi estómago se revuelve con miedo, no debo caer. Lo separé de un golpe, cubriendo mi boca con el dorso de mi mano. Debo contener mis sentimientos. Levanté la mirada con desafío, luchando contra los frenéticos latidos de mi corazón y la vergüenza marcada en mi rostro, en forma de sonrojo.

—¿Qué pasa ahora?—cuestionó confundido, dando un paso al frente y yo uno atrás.

—¿Crees que voy a perdonarte tan fácilmente?—ironicé, soltando una sarcástica carcajada.

Él apretó la mandíbula y se quedó pensativo:—¿Por qué no puedes perdonarme?

—Ya hiciste tu elección y yo no formo parte de ella.

—¿Por qué no puedes simplemente quedarte conmigo a pesar de lo que haya elegido?—rugió, sus ojos destellando enojo y confusión.

—Porque quiero lo mejor para ti. No quiero ver como te destruyes, en vez de eso, quiero verte sonreír y llegar a ser alguien.—respondí con dificultad, mi voz quebradiza se mezcla con el dolor.

—¿Pensabas cambiarme? ¿Crees que es tan fácil?—vociferó, dando un sonoro golpe a la pared del callejón.

Retrocedí sorprendido y un poco asustado, carraspee:—No estoy diciendo eso, me gusta el Jungkook que conozco, o bueno, él que creí conocer.

Al decir esto último, su cuerpo se relajó instantáneamente y sus ojos reflejaron dolor. Me mordí el labio inferior con fuerza, una presión en mi corazón me hace sentir culpable. Demonios, no sé que hacer.

—Mira Jungkook, quiero, de verdad, lo mejor para ti. Por eso, no voy a apoyar que estés con ellos y que abandones todo. No quiero ser parte de esto. Extraño al Jungkook que me sorprendía, no al Jungkook malo que me asusta y que siento que no conozco.

Trague saliva y me armé de valor para dejarlo. Me di la vuelta dándole la espalda y con la poca moral que me quedaba, me dirigí hasta el auto, sin mirarlo en ningún momento, abrí la puerta, me apresure para arrancar y salir de ahí cuánto antes.

¿Qué acaba de suceder? ¿Acaso la vida me está poniendo a prueba? Posiblemente sea eso. Presté atención a las calles transitadas por personas y me pregunto cuántos de ellos pueden estar sintiendo que su mundo se viene abajo, al igual que yo. Y es que no puedo estar más confundido si así lo quisiera. Mi mente da vueltas y sólo tengo ganas de vomitar, estoy mareado.

Frené el auto de golpe sin importarme si era mi calle o no. Cerré los ojos con fuerza y solté un largo suspiro lleno de cansancio y frustración. Quiero estar en paz y no puedo. De mi mente no salen sus ojos, su aliento, su aroma... Quite las llaves de un tirón y salí del carro con mala gana, sin querer caminar más.

Cerré con seguro una vez que estuve dentro de la casa y deje las llaves encima de la cocina. Me quite la campera y la tire en el mueble, seguida de la camisa y el pantalón, quedando en unos simples boxers. Por fin, me siento libre. Me dirigí a mí habitación estremeciendome debido a los escalofríos ocasionados por el frío.