18

13.8K 1.5K 621
                                    


—¡¿A dónde vas, Asuna-senpai?!

La aludida apretó los puños furiosa, el sujeto de máscara en espiral la exasperaba. ¿Por qué tenía que estar en el mismo equipo que ella?

Todo es tu culpa, Sasori.

Sin embargo, se sentía orgullosa de Haruno Sakura por haber sido capaz de derrotar a su compañero de equipo.

—Tobi, déjala en paz un momento —le ordenó Deidara.

Asuna suspiró cansada. Eran los únicos en la guarida además de Itachi y Kisame, quienes estaban en sus respectivas habitaciones.

—Creo que iré a las termas.

—¡¿Puedo ir contigo?!

Deidara le dio un golpe en la cabeza antes que la chica lo hiciera.

Maldito Tobi.

Salió del lugar sin dejar de maldecir por lo bajo, no soportaba más la presencia de Tobi, un enmascarado que actuaba como un tarado adicto a los dulces. Sin embargo, Asuna no podía fiarse de su infantil actitud y la razón era muy simple. Su chakra le traía malos recuerdos, le hacía memorar la muerte de sus padres y no comprendía porqué.

Lo que lograba tranquilizarla era que la guarida estaba junto a un frondoso y enorme bosque de hermosos claros y lagunas. Buscaría el mejor y permanecería ahí el resto del día.

Sonrió cuando halló el lugar perfecto. Un claro con poca luz solar y bastante sombra bajo la cual podría dormir una siesta. Se recostó en el pasto junto a un árbol de ciruelos y contempló como el viento se llevaba cada uno de los pétalos, haciéndolos surcar por los cielos y luego desaparecer.

Desaparecer.

Cada vez que recordaba las palabras de su pequeño hermano lo único que deseaba era desaparecer. Su corazón dolía, sentía un nudo en la garganta que solo se iría cuando le gritara la verdad, cuando pudiera disculparse con Naruto.

—Desearía que estuvieras aquí, Shisui —musitó, llevando su mano a altura de su corazón—. ¿Qué habrías hecho tú en mi lugar?

—Probablemente lo mismo.

Asuna se sobresaltó al oír la voz de Uchiha Itachi irrumpir en el silencio de lugar. Se incorporó hasta quedar sentada y observó en su dirección, encontrándose con que él estaba sentado en la raíz de un enorme roble con uno de sus cuervo en su hombro, con su mirada oscura fija en ella.

—No quiero discutir —aclaró Asuna, girando su rostro para no verlo más.

—Tampoco yo —admitió Itachi.

—¿Entonces qué haces aquí?

—Es peligroso que estés sola en el bosque.

Asuna volvió su vista hacia él, fastidiada. Aún así, se contuvo de decir todo lo que quería decir en ese instante y simplemente se dejó caer nuevamente sobre el pasto, cerrando sus ojos con lentitud.

—Puedo cuidarme sola.

Silencio.

Itachi se incorporó y avanzó hacia donde Asuna estaba recostada y luego de meditarlo unos segundos se recostó junto a ella, posando su mirada oscura en el cielo azul de aquella tarde.

—¿De verdad crees que Shisui habría hecho lo mismo que nosotros? —musitó Asuna, abriendo sus ojos y dedicándole una mirada a su acompañante.

—No es algo que podamos saber con certeza, pero ambos compartimos los ideales de Shisui, es por eso que no podemos dejar pasar un solo día sin preguntarnos qué habría hecho él en nuestra situación.

TAIYŌ | UCHIHA ITACHIWhere stories live. Discover now