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Las copas de los árboles se movían suavemente con la brisa matutina, unas cuantas perezosas nubes cubrían el vasto cielo azul, la aldea de Konoha brillaba bajo los rayos del suave sol primaveral.

Unos orbes morados estaban fijos en el paisaje cautivador, su cabello pelirrojo bailaba al compás del viento que se colaba por las ventanas abiertas de la oficina del Hokage.

—¿Todo estará bien, Asuna-senpai? —musitó Sakura, observándola.

La mayor de volteó hacia ella, alejando mirada del paisaje.

—Me gusta pensar que sí.

No, Sakura no estaba conforme con esa respuesta. Frunció el ceño sin dejar de observarla con sus ojos jade, pero no sabía qué más decir, no quería incomodar a Asuna ni lastimarla con sus palabras, las circunstancias eran duras para ambas.

—No sé qué sucederá con ellos, Sakura —admitió luego de unos segundos de abismal silencio—. Apenas llevamos dos días de regreso en la aldea, ni siquiera sé qué sucederá conmigo.

Una vez regresaron a Konoha luego de la guerra se dio la orden de arresto e interrogación de ambos Uchiha, lo que sucederá con ellos en el futuro quedaría en manos de Morino Ibiki y del futuro Hokage, pues Tsunade dimitiría para asumir todas las muertes de la guerra y dar paso a una nueva era completamente limpia y llena de paz.

Asuna debía ser interrogada a pesar de haber estado cumpliendo con una misión, pero era la única manera de recuperar la confianza de su aldea. Si estaba libre en ese momento era simplemente por su embarazo.

—Tsunade-sama está de tu lado, ella asumirá toda la responsabilidad por tus actos —le tranquilizó Sakura—. Y con la cantidad de documentos que Kaede-san recolectó en Nein tienes pruebas suficientes para demostrar la inocencia de Itachi-san.

—Lo sé —aceptó Asuna, observando la carpeta amarilla que descansaba sobre su regazo.

Sakura bajó la vista, a pesar que todo se solucionaría para Itachi y Asuna, quien realmente podría salir perjudicado en aquello era Sasuke debido a su traición hacia la aldea y sus crímenes internacionales.

—Lo qué sucederá con Sasuke será decisión del próximo Hokage, pero no tengas dudas de que Naruto y yo haremos lo que sea para ayudarlo —prometió.

Avanzó hacia la salida, por la hora la reunión con el consejo que había programado estaba por comenzar.

—¿Sabes quién es el candidato?

Se detuvo al oír las palabras de la pelirrosa.

—Supongo que Kakashi.

—Es uno de ellos.

Asuna se giró, confundida.

—¿Hay varios candidatos?

Sakura asintió.

—Tsunade-sama seleccionó a algunos shinobi calificados, talentosos, ya sabes... Dignos de ser Hokage —continuó—. Sin embargo, ella quiere que tú seas su sucesora.

Asuna bajó la vista, escondiendo su tímida sonrisa.

—Te veré luego.

Salió de la oficina a paso rápido, recorrió el pasillo en apenas unos segundos y se detuvo frente a una puerta la cual golpeó con suavidad.

—Adelante —se oyó la voz de Tsunade.

Asuna ingresó ganándose la mirada de los viejos consejeros, Mitokado Homura y Utatane Koharu. Avanzó hacia la silla libre y se sentó, quedando expuesta ante las tres autoridades de la aldea.

TAIYŌ | UCHIHA ITACHIOnde histórias criam vida. Descubra agora