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Naruto se dejó caer de espaldas en el pasto de aquel campo de entrenamiento, su pecho subía y bajaba con agitación mientras sus manos descansaban en su abdomen desnudo. Llevó su mano al collar que Tsunade le había obsequiado, entrenaba arduamente para poder cumplir su objetivo y ser Hokage, pero también lo hacía para poder cumplir sus promesas.

Cerró los ojos al recordar la forma en que le había gritado a su hermana que era una traidora, no podía sacarse de la cabeza la imagen de Asuna vistiendo aquella capa negra con nubes rojas, no podía olvidar la mirada despectiva y dura que ella le había dedicado.

Llevó su puño a su rostro mientras cerraba los ojos con enfado.

—¿Dónde quedaron todas tus promesas, nēchan?

Asuna entreabrió los labios, dejando escapar un suspiro ahogado. Apoyó su cabeza en el tronco de un árbol y juntó sus manos en su regazo mientras sus ojos violeta seguían todos los movimientos de su hermano. Desde la copa del árbol más alto lo vigilaba y sufría en silencio.

—Todas siguen conmigo, Naruto —musitó con dolor.

Se incorporó con cautela cuando Tobi apareció frente a ella.

—¿Qué haces aquí?

—Tobi estaba preocupado por Asu-senpai —murmuró, como un niño pequeño.

Asuna rodó los ojos.

—En primer lugar, no me digas 'Asu' —advirtió—. Y en segundo lugar, puedes sentarte si quieres. Eres tan insistente que ya no me molesta tu compañía.

Tobi asintió y se sentó con esfuerzo luego de tambalearse un poco y casi caer del árbol.

—¡Idiota, mi hermano pudo habernos oído! —le regañó Asuna—. No entiendo cómo alguien como tú pertenece a Akatsuki.

—Oh, Tobi es muy fuerte —aseguró el enmascarado, sacando su bolsa de caramelos.

Asuna suspiró, divertida. Observó a su hermano incorporarse y colocarse su camiseta nuevamente, dispuesto a volver a la aldea. Sonrió con tristeza al verlo alejarse, no podía evitar pensar que había perdido muchas personas en su pasado, y a las que no, las había alejado por su decisión.

Sin embargo, no se arrepentía de haber aceptado aquella misión.

—Quieres mucho a tu hermanito, senpai.

Asuna asintió.

—Es un tonto y me irrita la mayor parte del tiempo, pero me hace recordar a alguien que quise en el pasado.

—¿A quién? —Tobi inclinó su cabeza, sin comprender.

—Mi padre fue líder de un equipo, y ellos siempre fueron cercanos a nuestra familia. Uno de ellos era un tonto, me irritaba, pero me hacía reír, estar junto a él me hacía feliz. Me paseaba a caballito y me compraba caramelos a escondidas de mis padres. No puedo dejar de pensar que Naruto se parece mucho a él.

—¿Y qué pasó, senpai? Tobi supone que si estás tan triste algo le pasó a tu amigo.

—Se sacrificó en la guerra, dio la vida por uno de sus compañeros. Recuerdo, a pesar que apenas tenía tres años, que sufrí mucho su muerte, pero luego comencé a ver ese sacrificio como un acto heroico. Esa era su esencia, él era un verdadero shinobi —Asuna sonrió al mismo tiempo que alzaba su mano, enseñando que llevaba un lazo azul amarrado a su muñeca—. Me lo obsequió, perteneció a su madre. Siempre lo llevo conmigo.

Tobi lloriqueó.

—¡Es una historia muy triste, senpai!

—Eso creo —sonrió ella—. Ese equipo siempre fue especial para mí, aunque solo quede una persona viva. Había una chica también, me gustaba estar con ella, era linda, siempre pensaba que cuando creciera quería ser igual que ella.

TAIYŌ | UCHIHA ITACHITempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang