▶ Imagine One Shots ◀

( I T ) Richie Tozier

Narra ____(Tn):
La maldita alarma suena. Primer día de clases. Seguramente seré la chica solitaria, de nuevo. Cada rutina del día es la misma, levantar te con muchas ganas ¿cierto?, dar te una ducha, cambiar te, alistarte, practicar frente al espejo como vas a saludar a los demás, pasar varias horas arreglando te para que aparentes que eres igual que el resto de los chicos en el instituto, actuar como la típica persona buena onda para caerle bien al resto de las personas que te rodean. Si, así es la rutina del resto de los chicos, pero la mía no. Una vez estando lista, salí de mi cuarto, caminé por el pasillo, a mitad de camino me impidió el paso mi hermano mayor. Chad. Me crucé de brazos y lo miré con cara de pocos amigos — ¿Qué se te ofrece? — pregunté — Bueno, hoy es tu primer día de escuela y... creo que es momento de que tú — me señala — Aprendas a irte sola a la escuela, pero... con algo de estilo — regresa a su cuarto, lo sigo, estando ahí me demuestra un skate totalmente rojo. Que por cierto es mi color favorito, a parte del negro. Lo tomo en mano — ¡Wow! ¡No sé que decir o cómo agradecerte lo! Gracias — dicho esto abrazo a mi hermano con sumo cariño. Pasaron varios minutos y me encuentro en el comedor, devorando mis waffles con caramelo, crema batida y chispas de colores — Hija. ¿Por qué mejor no vas a la escuela con las personas de enfrente? Digo, ya que conozco muy bien a la señora. Ahora es amiga mía — suspiro pesadamente — Mamá, no quiero ser una molestia para la señora. A parte su hijo me cae mal, es un marica y es como una piedra en el zapato — mi madre está que me mata con la mirada — Su hijo no es así. Es un gran chico. Es maduro respecto a tu edad — le da un sorbo a su vaso de jugo de naranja — Si claro, por eso dice chistes sexuales — digo sarcástica, veo el reloj. « ¡Mierda! ¡Es tarde! » — Nos vemos mamá, ya se me hace tarde — me levanto, me llevo a los hombros mi mochila, tomo mi skate, le deposito un beso en la mejilla a mi mamá, salgo de la casa lo más rápido que puedo, bajo unos cuantos escalones, corro por el sendero, dejo en el suelo mi skate, me monto y comienzo a andar. Siento como si alguien me siguiera, como si... un idiota estuviese atrás mío. Y si, está él. Continúo con mi camino. Una vez llegando a la escuela, me desmonto de mi skate, lo tomo en mano — Vaya, pensé que la escuela no era tan grande — susurro para mi misma, alguien pasa a mi costado, me empuja — Ahg... — volteo, se encuentra un chico algo grande a decir verdad. Miro detenidamente todo lo que lo conforma. Veo en su muñeca izquierda, hay una pulsera marcada con letras — Henry — leí. Me levanté — A veces él molesta a los nuevos — masculla alguien, volteo, hay un pequeño grupo de chicos. Un judío, un asmático, el que parece ser el líder y un chico con anteojos — ¿Qué? — dije sin entender — S- Se lla- llama Henry Bo- Bowers — masculla el que parece ser el líder — De acuerdo. Gracias por la información. Si no les molesta debo de irme. ¿Y ustedes son...? — respondo — El tartaja se llama Bill, el judío se llama Stan o Stanly, como quieras llamarlo, el asmático se llama Eddie y yo... el más guapo y listo de todos... Richie, pero para ti nena soy lo que quieras — contestó el que aparecer es el de anteojos. Sonreí falsamente — Bueno, fue un gusto conocerlos chicos — avancé hacia la escuela, estando ahí la pesadilla empezó. Avanzaron las clases, con los chicos que me había encontrado se acercaron a mi. Se hacia llamar "El Club de Los Perdedores", ellos quisieron que fue parte de su club, ya que de cierta forma me llamaron perdedora por que soy solitaria, no consigo nada a cambio y simplemente pierdo en todo, así que por qué no. Noté que estando con esos chicos puedo ser quien yo quiera, pude conocer a nuevas personas, que se convirtieron en conocidos. Terminó la escuela, me despedí de todos, excepto de uno, Richie, quien vive en mi mismo vecindario, y si, es quien vive enfrente mío — ¿Por qué te mudaste? — preguntó él durante el camino para romper el gran silencio que se hizo presente — ¿Por qué debería decírtelo? — respondo — ¡Ahg! Vamos. Quiero saber más sobre ti. Quiero saber de dónde eres, cuántos años tienes y demás. ¡Vamos! Dime — suspiro pesadamente — Mis padres se divorciaron, mi madre ya no quería vivir más en New York. Decidió que nos mudaríamos y eso hicimos — explico — ¿Tienes hermanos? —...