#Especial de Halloween# ( IT ) Richie Tozier

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A partir de aquí comenzaré con los especiales... ¡Disfruten!

Los Perdedores y tú se sentían tan eufóricos al saber que todos saldrían esta noche a pedir dulces, al igual que ver un maratón de películas en la casa de Ben y quedarse a dormir en la misma (por más extraño que suene sus padres se lo permitieron, pues él no era de tener amigos y harían una excepción). Los disfraces ya estaban previstos, según ellos, serían los más destacados de toda la noche. Beverly de la novia de Frankenstein, Bill de Michael Myers, Eddie, Mike, Richie y Ben de Los Gosthbusters, Stan de momia y tú aún te decides. Pues eres alguien a quien no se le da salir a pedir dulces y disfrazar te por la misma razón de que eso afecte tu reputación o por ser insegura.

(...)

Ya todos reunidos en la casa de Ben, se percatan de que tú no estás disfrazada. Sólo trajiste contigo tú presencia, unas botanas y tú saco de dormir.

Es ahí que el primero en preguntarte es Bill.

— ¿P-Por qué n-no e-estás di-disfrazada? — caíste en cuenta, te sentías realmente avergonzada, dejaste tus pertenencias a un lado. Te limitas únicamente a mirar el suelo —.

— Y-Yo... — tratas de explicar, aún así en el intento bufa Beverly —.

— Eso no importa — se acerca a tu costado derecho, te da un leve abrazo —. El chiste es que estás con nosotros y nos divertiremos juntos —.

— Pero no le darán dulces... — habla Ben —. Por que no está disfrazada —.

— Oh, claro que sí — Beverly confiada va a los recónditos cuartos a buscar por lo menos algo que sirva para disfraz. Al final de cuentas encuentra una capa. Regresa y acomoda los cordones alrededor de tu cuello haciendo un nudo no tan apretado. De la manga de su vestido saca un labial rojo, pinta tus labios y hace un pequeño despinte para disimular que es “sangre” —. Ahora sí estás lista — asegura y se va a la par con Bill, sonríe orgullosa —.

— Bien, entonces hay que irnos — propone Eddie —.

— Tranquilo Edd’s, la noche aún es joven — masculla Stan, todos salen de la casa de Ben. Caminan por las calles del vecindario, admiran los disfraces de  otros y observan las decoraciones que hay en diferentes casas y tiendas —.

De un momento a otro, Richie está a la par tuyo. Ya no está con el resto de los Gosthbusters, al contrario, estos no se preocupan. Extrañamente te sientes nerviosa, más porque te das cuenta que el bocazas se te queda mirando.

— ¿Qué tanto me ves? — dices —.

— Es que luces tierna esta noche — musita, lo volteas a ver con la ceja arqueada —.

— ¿No doy miedo? — él ríe secamente —.

— _______, Halloween no sólo se trata de asustar y recibir dulces... También se trata de divertirse y mandar al carajo a quien se atreva a decir que tu disfraz es más malo que la señora K haciendo la comida — ambos ríen y Eddie lanza una mirada de desprecio y muerte hacia ambos, pero más para Richie —. Anímate y deja de lado las preocupaciones — por un momento te asombraste al escuchar esas palabras dirigidas hacia a ti con una pizca de seriedad. Si bien el bocazas tenía razón, tú preferiste por optar la decisión más sabia. Hacerle caso —.

(...)

La noche se mantiene viva, todos están realmente felices por llenar a lo máximo su bolsa de dulces.

Ahora sólo queda ir a la casa de Ben.

A mitad de camino Richie te detuvo, segundos después el resto de los Perdedores. Los miraron extrañados e intrigados, sin embargo con una señal que hizo el bocazas continuaron.

— ¿Qué haces? ¿Por qué...? — cuestionas —.

— Antes de que comiences con tu interrogatorio, debo de confesarte algo — le muestras absoluta atención. Tu mirada busca la suya, tratando de que alce la cara (que en momentos desviaba a los costados y la mantiene agachada) —. Y-Yo... — suspira, se quita sus lentes, los guarda en el bolsillo de su pantalón —. Siento que... — desacomoda su cabello con sus manos, mantiene ese perfil bajo, la curiosidad te está consumiendo —. Perdóname por lo que voy a hacer — dijo tan rápido en cuanto sujetó tu rostro y besó tus labios. Algo inesperado pero con sentimiento puro. Los labios encajaban a la perfección, la falta de aire no importa, pues aún así respiraban sin incomodar al otro. Esa fina capa de humedad era exquisito. Richie siempre había soñado con este momento, el estar a solas, en la noche, con un aura de tranquilidad. Al separarse apreciaste a detalle cada facción del bocazas, sus ojos café con un brillo único, sus diminutas pecas en la parte de sus pómulos y nariz, sus labios carnosos... Todo de él lo amabas. Sonrió ante lo que tú mirada vaga y volvió a besarte, un diminuto beso —. Me encantas  ________ Scamander, créeme que cuando estoy cerca tuyo tengo ganas de vomitar — ríen —. ¿Tú también estás encantada por mi? —.

Richie no supere había sido el tipo que buscabas en un chico. Lo tuyo era alguien formal, inteligente, claro que con algo del sentido del humor. Alguien tuviese demasiada similutd con lo que a tí respecta, sin embargo, al ver a tu amigo siendo rechazado, teniendo complicaciones con sus anteriores noviazgos te cuestionaba ¿qué hay de malo en él?
Fue ahí que te la intriga se formuló en tu ser, lo vigilabas todo el tiempo buscando la respuesta acertada, aunque, nunca apareció.

Teniéndolo enfrente tuyo, observándolo, que de vez en cuando acaricias su mejilla en consolación y porque en este momento él te lo permite, estás pensando en la pregunta perfecta que vas a decirle.

— ¿Qué sucede? — parpadeas varias veces al escuchar su voz —. ¿Qué tienes? — niegas con la cabeza —.

— Sólo me pregunto... ¿Por qué tus relaciones no duraban? — él suspira, se pone cabizbajo —.

— Por que... Ellas no eran tú — el aire entra a sus pulmones y prosigue —. Pero eso no quitaba que no las valoraba... Desafortunadamente... Yo siempre era el “menos atento” — hace comillas con los dedos —. Aunque siempre estaba dispuesto a escuchar las — la respuesta fue clara, era alguien inmaduro. Por otro lado, también era el que siempre daba y no recibía nada a cambio —.

— Richie Tozier — pronunciaste —. Eres una persona por la que vale la pena luchar y agradezco que te hayas esforzado para tenerme en tus brazos. Te aseguro que no iré a ninguna parte mientras esté contigo — levanta su rostro y vuelve a besarte con más sentimiento —.

▶ Imagine One Shots ◀Where stories live. Discover now