( T W D ) Carl Grimes +18

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Narra T/N:

Este maldito día es el peor de todos. Estoy harta de matar a esos malditos caminantes, si tan sólo encontrara a la persona que hizo que hoy en día el mundo sea así lo decapito. Saco la katana que tomé sin permiso de Michonne, retrocedo y mi espalda choca con la pared de la cabaña en donde encontré un gran número de provisiones. Los gruñidos cesan pero los callo atravesando el largo filo por sus cráneos o cortándolos limpiamente por el cuello. Sólo faltan dos. Uno de ellos se acerca por mi costado derecho, el otro está por mi costado izquierdo. Mato al segundo y siento el contacto de las manos putrefactas del otro, giro rápidamente y la katana da a su cráneo  clavándolo en la pared de la cabaña. Suelto un suspiro, guardo mi arma. Saco mi hacha, rompo la cadena. Abro la puerta. Están mis provisiones. Todo lo que puedo lo guardo en mi mochila, me la cuelgo al hombro y camino de regreso hacia Alexandria.

Al llegar el grupo me estaba esperando y decidieron ayudarme. Mi día no podía empeorar, a lo lejos vi a Carl dándose besos y caricias frente al público con Enid. Los celos me invadieron, fui a la casa, voy directamente al sofá individual y espero.

(...)

La noche se hizo presente, junto con ella me consumió en la oscuridad y luz de la luna. Me entretenía con mi navaja mientras esperaba el momento adecuado para enfrentarme le a Carl. Justamente en ese momento la puerta principal fue abierta, la suela de sus zapatos en el piso lograban un eco perfecto que llegaba hasta mi lugar. Los pude escuchar atrás mío, estaba en la cocina sirviéndose agua. Se dirigió a la sala y encendió las luces. En ese entonces me levanto y doy la cara, dejo mi navaja a un lado, él deja el vaso de agua.

— ¿Qué haces aquí? ¿No se supone que deberías estar durmiendo — musita de brazos cruzados —.

— Lo mismo te pregunto — comienzo a caminar y me quedo enfrente suyo —. ¿Qué hacías con Enid? — le miro los ojos y trato de intimidarlo (cosa que consigo) —.

— Le-Leíamos cómics — frunso el ceño para él —.

— ¿Seguro? Por que cuando llegué los vi besándose y dándose caricias en público — respondo con sutilidad —. No me mientas Carl, no soy ingenua, mucho menos idiota — él suspira, deja de cruzar los brazos —.

¿Me estabas espiando? — niego con la cabeza —. ¿Por qué te importa lo que yo hago? ¿Por qué me lo echas en cara? ¿Qué te hice? —.

— Y-Yo — me pongo cabizbaja —. Ese no es el punto, el punto es que... —.

— Estás celosa — interrumpe y lo vuelvo a mirar —.

— ¡¿Qué?! —.

— Estás celosa — da un paso enfrente y yo retrocedo —. Estás celosa por cómo toco a Enid, por cómo la beso, por cómo le susurro al oído — sigue avanzando y yo sigo retrocediendo, pero me detengo debido a que ya me tiene acorralada contra la pared —. Deseas que te hagan lo mismo ¿no es así? — siento su mano apretando levemente mi cuello, por inercia cierro los ojos y jadeo —. Quieres que sea yo ¿verdad? — quita su mano y va dejando pequeños besos —.

S-Si... — contesto por falta de aire y continúa besándome. Levanta mi playera y besa mi abdomen, va desabrochando mi pantalón, los baja y alza un poco mis piernas para besar mi parte íntima aún teniendo la ropa interior. Yo jadeo, gimo y suspiro. Me tiene totalmente a su merced —.

Vuelve a mí, me toma de la nuca y me atrae a su cuello. Sin pensarlo dos veces beso, muerdo y succiono. Este suspira. Ahora lo pongo contra la pared y me deshago de su camisa, beso lentamente su pecho recorriendo todo hasta su abdomen. Desabrochó su pantalón. Vuelvo a él y beso sus labios mientras que mi mano acaricia el pequeño bulto. Este jadea de vez en cuando.

Cuando ya tiene una gran erección vuelvo hasta abajo. Quito su ropa interior y meto todo en mi boca masturbando lo y llevándome gemidos por su parte.

Me detengo, me toma por los hombros y vuelvo ha estar acorralada, se va directamente a mi ropa interior, la quita y va lamiendo mi zona íntima. Jadeo y gimo. Estoy por desfallecer ante tal acto. Se detiene.

¿Quieres que ya entre en ti? — susurra en mi oído y asiento con la cabeza, toma de mis piernas. Su gran erección entra en mí y gimo —.

Sus embestidas son lentas. Duele un poco pero en este momento lo ignoro ya que todo es tan placentero. 
Jadeo, acelera el ritmo dando embestidas más profundas y más rápidas. Aferro mis manos a su cuello, gimo y él sólo suspira.

Da 1, 2, 3, 4, 5... 6 embestidas más y me vengo encima. Llegamos a la parte del clímax donde acelera demasiado, ambos soltamos gemidos, para evitar que nos descubran unimos nuestros labios. Se corre dentro de mi y recuperamos el aliento perdido.

— T-Te amo — digo, sale de mi y me besa como nunca antes. Tan distinto y tan diferente de lo que suela acostumbrar con Enid —.

Quiero una segunda ronda — masculla en mi oído —...

▶ Imagine One Shots ◀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora